Los trucos más efectivos para ponerte morena sin dejar de cuidar la piel

En la mayoría de ocasiones, el verano es lo mismo que estar moreno. Es por eso que en esos meses, donde reina el sol, lo más normal es que nuestro tono de piel se vuelva más oscuro. Son muchas las personas que llegan a obsesionarse y que hacen todo lo posible para ponerse morenos. Aunque eso sí, lo primero que hay que tener en cuenta es que habrá que proteger bien la piel, ya que la incidencia de los rayos podrá provocar consecuencias fatales.

Por tanto, antes de nada, habrá que reducir la exposición al sol y, sobre todo, utilizar protección solar. También, podrás seguir una serie de consejos para potenciar ese bronceado. Lo primero que tendrás que saber es que debes beber mucha agua. Hidratar desde dentro será fundamental, evitando la sequedad y las manchas en la piel. En el caso de que te cueste tomar agua siempre podrás optar aguas con sabor o tomar alimentos que contengan agua, como la sandía.

De la misma forma, será importante exfoliar la piel unos días antes de tomar el sol. Esto servirá para eliminar las pieles muertas y podrás hacerlo una vez por semana y evitarás broncear aquellas pieles que luego se van a caer.

Será esencial seguir una dieta rica en frutas y verduras. Esto se debe a que la melanina es un pigmento celular que proporciona el color a la piel. Por tanto, aumentar los niveles de melanina hará que la piel esté más morena. Esto podrá conseguirse con distintos alimentos como la zanahoria, los tomates, las espinacas, la lechuga o el mango.

El aftersun también podrá ser un elemento fundamental, ya que ayudará a hidratar la piel con distintas cremas. El mejor momento será aplicarlo después de la ducha, ya que será el momento en el que los poros están abiertos y se favorece la absorción. Estos productos contienen distintos componentes que ayudarán a reparar nuestra piel, como puede ser el colágeno, la elástica y la alantoína.

También, habrá que combinar la crema solar con aceite bronceador. Se tendrá que aplicar la crema solar con la frecuencia habitual y con un factor de protección siempre mayor del 30 y mientras tanto poner bronceador, que también debe tener factor de protección elevado. Lo mejor será que tenga extractos de zanahoria y coco, con el objetivo de conseguir un bronceado más dorado.