Si alguna vez has seguido un tutorial de maquillaje en el que te hablan de contouring, draping, whisking o de baking, es posible que, incluso siguiendo todos los pasos, el resultado no haya quedado ni decente. Lo cierto es que son técnicas complicadas, sólo aptas para profesionales y que, además, no sirven para maquillarse día a día, sino para lucir bien de sofisticada en una fiesta, bajo los flashes o la luz artificial.

Si lo que buscas es un maquillaje para llevar a diario, lo que sienta bien es un tipo de maquillaje natural o de efecto cara lavada, que te pone buena cara sin que parezcas una máscara y para el que sólo necesitas invertir cinco minutos. Este es el sencillísimo paso a paso que puedes hacer en casa cada mañana sin complicarte la vida y sólo con cinco productos de maquillaje.

El primer paso empieza antes del maquillaje y consiste en limpiar la piel, pero sin frotar demasiado fuerte para no provocar rojeces o favorecer la producción de grasa. La higiene diurna y nocturna es una de las reglas más sencillas y olvidadas, pero es fundamental para tener una piel sana y saludable.

A continuación es necesario aplicar la crema hidratante habitual (mejor si es con factor de protección incorporado para no tener que aplicar encima otra capa). La función de la hidratante es hacer que el maquillaje quede uniforme y la piel jugosa, evitando que el maquillaje quede cuarteado y artificial.

Una vez hidratada la piel, es el momento de tratarla para unificar el tono y difuminar imperfecciones. La base puede ser de color o transparente, en cualquier caso debe tener una textura ligera y preferiblemente hay que huir de las que dejan la piel mate. Un maquillaje de diario debe buscar que la piel quede luminosa, que no es brillante, y por eso son recomendables las BB cream o CC cream. Este tipo de bases están a medio camino entre una crema hidratante y un maquillaje fluido, ayudan a tratar y dan un poco de color muy natural, además, llevan protección solar incorporada, por si tu hidratante no la lleva.

Si se busca un resultado muy natural, es mejor olvidarse de la sombra de ojos o aplicar una de tonos nude, pero hay que advertir que las sombras siempre dan un poco de brillo y sofistican el resultado final. Tampoco es demasiado recomendable recurrir al eyeliner, pero si no puedes pasar sin él se debe dibujar la línea muy pegada a la base de las pestañas para ayudar a abrir la mirada.

Si te saltas estos dos pasos, el siguiente consiste en aplicar una pasada de máscara de pestañas. No es el momento de buscar un resultado “pestañas postizas”, eso vale para la noche o las fiestas, pero no para el día a día, así que hay que olvidarse ese método de aplicar-dejar secar-volver a aplicar, lo ideal es dar una capa ligera que separe sin apelmazar.

Aunque te encante llevar los labios de colores vibrantes u oscuros, no es la mejor idea para un look de diario, es mucho mejor optar por un labial del color de tus labios. En general, si tienes los labios cuidados, bastará con aplicar un bálsamo labial. En caso de que prefieras aportar un ligero color es mejor no escoger un labial de acabado mate, porque lo que se busca es iluminar el rostro. Tampoco es recomendable utilizar perfilador, porque el resultado quedará artificial. Si te gusta llevar un poco de color pero buscas un resultado muy natural, elige uno similar al del interior de tus labios y aplícatelo con los dedos.

La elección del colorete es fundamental si sólo quieres que te de un ligero rubor en las mejillas, como de haber estado caminando al aire libre. El color depende del tono de tu piel: para pieles muy claras son perfectos los rosados y corales, para las cetrinas el melocotón y para la piel morena el rojo ladrillo. Como la idea es tener un aspecto saludable, para conseguir ese efecto hay que aplicar el colorete dando pequeños golpes en la zona que sobresale del pómulo cuando sonríes y posteriormente difuminarlo hacia la oreja.

Aunque ya estás lista para salir a la calle con tu maquillaje natural, puedes añadir un extra de luz, que es la señal de que una piel está saludable. Aportar luz no tiene nada que ver con que te brille toda la cara, la idea es dar unos toques en lugares estratégicos para dar frescura al rostro y volumen en lugares estratégicos. La idea es finalizar el maquillaje con polvos iluminadores minerales, no bronceadores, y sólo aplicarlo en zonas determinadas como los pómulos, el puente de la nariz y los párpados.