Crecidas y estropeadas en la cuarentena: cómo quitarte las uñas de gel en casa

Laura Escanes y María Pombo, sin ir más lejos, lo han vivido esta semana: sus uñas de gel siempre tan perfectas, ahora están dañadas por el confinamiento. Muchas de sus seguidores les hacían la misma pregunta a ambas influencers a través de sus stories de Instagram: ¿Cómo mequito en casa las uñas? ¿cómo se arregla este desastre? En estas semanas en que no puedes salir de casa te estará pasando como a muchas famosas, no sólo tu tinte necesita un retoque, también tus uñas acrílicas y de gel han crecido y ya no tienen el aspecto limpio y pulido de la última vez que te hiciste la manicura.

Tienes dos opciones, te las arreglas o te las quitas, y decidas lo que decidas tendrás que hacerlo tú en casa. No te agobies, cualquiera de las dos opciones es más fácil de lo que te imaginas.

Si las llevas decoradas, el primer paso es retirar cualquier piedra o brillantito y pulir el esmalte con una lima de grano fino (100-300) para romper el sello superior de la capa de gel que recubre la uña. Es un paso imprescindible para que el quitaesmalte que apliques a continuación penetre de manera más efectiva. Rasca suavemente, no te importe emplear el tiempo que sea necesario, y evita dañar la cutícula.

Si las tuyas son uñas acrílicas de esas larguísimas, malas noticias, lo primero que debes hacer es cortarlas.

Es recomendable proteger con vaselina las cutículas porque vas a utilizar quitaesmalte con acetona y te puede dañar la piel. Humedece bien con acetona diez trozos de algodón, colócalo sobre el esmalte y envuelve cada dedo en cinta adhesiva o papel de aluminio, aunque también puedes hacerte con unas almohadillas de espuma específicas para esta tarea. Deja actuar el quitaesmalte entre 20 y 30 minutos.

Trascurrido el tiempo indicado, el gel o el pegamento de la uña acrílica se ha ablandado lo suficiente como para poder retirarlo sin esfuerzo con un palito de naranjo o con el empujador de cutículas. Si no es así, necesitas dejar actuar el quitaesmalte otros 10 minutos.

Limpia los restos de acetona y si es necesario, pasa suavemente un pulidor o una lima, pero ten en cuenta que tus uñas están sensibles tanto por el gel como por la acción de la acetona. Finalmente, nutre cada uña para reponer la humedad con un aceite específico o con crema de manos y uñas.

En estas semanas a tus uñas le han podido pasar dos cosas: que se hayan estropeado por el borde y que hayan crecido por la base. Si no dispones de material reconstructor ni de lámpara de rayos UV, tendrás que conformarte con estas soluciones caseras.

Si el problema es que se te ha levantado la uña, la solución es limar por encima, aplicar un esmalte normal en el mismo tono y dar sobre el color una mano de top coat. Así saldrás del paso y aguantará unos días más.

Si tu problema es que las uñas han crecido lo suficiente como para que se aprecie mucho el escalón que queda entre la cutícula y la uña, también hay una solución. Con una lima de grano fino, si está desgastada mejor, ve limando suavemente la uña de gel con movimientos de dentro hacia afuera (de la cutícula al borde) insistiendo en la zona del escalón, hasta que consigas que se rebaje lo suficiente como para que se camufle con la uña natural y no se note.

Al realizar este trabajo lo más probable es que limes de más y se raye la capa de gel que cubre el resto de la uña, por eso el siguiente paso será utilizar aplicar una base a toda la uña (la tuya que ha crecido y la de gel), pintar con un esmalte normal y aplicar encima un top coat para que dure más y darle brillo.

El color no te va a durar tanto tiempo como el de unas uñas de gel hechas por manicuristas profesionales, pero si salta la pintura puedes desmaquillar con quitaesmaltes y volver a maquillar de nuevo.