El proceso es complejo y hay niveles. La cosa comienza por un casting y muchos agenes esperan ansiosos a que la firma publice la fecha y el lugar. Una vez hecho, habrá dos niveles de participación: pasarela normal y alas. Es decir, cerca de una veintena podrán desfilar en lencería y taconazos por la pasarela, pero solo seis o siete (no es una cifra fija) podrán lucir las ansiadas alas. Estas elegidas, como es el caso Irina Shayk y Bella Hadid, no suelen tener que ir al casting.
Ser un ángel no es tarea fácil. No solo vale con tener una genética envidiable, también requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. De hecho, a algunas modelos como Karlie Kloss, Darzen Kroes o Miranda Kerr les pudo la presión y tuvieron que colgar sus alas. Para empezar, tienen que cumplir estos criterios:
· Unos rasgos físicos envidiables: A esto hay que sumarle duras dietas; sesiones intensas de gimnasio, incluso llegan a entrenar dos veces al día.
· Medir entre 1,70 y 1,85: Las más altas serán las que pueden optar a conseguir las alas, aunque en raras ocasiones se hacen excepciones.
· Un cuerpo en forma de reloj de arena: 86 cm de pecho, 61 cm de cintura y 86 de cadera. No vale con ser delgada, la aptitud y la seguridad que transmite a la hora de desfilar es muy importante.
· Deben de ser mayores de edad para poder desfilar en lencería: Pero, no mayores de 22, aunque si su trayectoria profesional es exitosa se pueden hacer excepciones.
· Rostro angelical: Piel suave, bien nutrida y cabello largo, con volumen, brillante y sedoso.
· Es de diamantes y vale 3 millones de dólares, pero este sujetador ¡es ligero!
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