Barriga hinchada: causas de esta común molestia y remedios para acabar con ella

  • El vientre hinchado o distensión abdominal afecta a muchas personas y es realmente molesto.

  • Conocer las posibles causas que lo provocan es el primer paso para ponerle solución a este problema.

Todos conocemos la desagradable sensación de ver cómo se hincha el vientre sin una causa concreta, al menos en apariencia. La distensión abdominal o vientre hinchado, que habitualmente se produce tras la comida (aunque no haya sido copiosa) o en algún momento de la tarde, es una molestia que algunas personas padecen de manera continua. Se trata de un problema que afecta muchas personas, independientemente de si son obesas o delgadas, y a más mujeres que a hombres.

Cuando se produce la distensión abdominal todo nos parece incómodo: la ropa, por supuesto, porque comienza a apretarnos, pero además se genera una sensación de malestar corporar que puede hacernos sentir más incómodos e irritables.

Por lo general, solo con cambiar algunos hábitos podemos acabar con la hinchazón del vientre, aunque en algunas ocasiones es el síntoma de algún tipo de enfermedad relacionada con el aparato digestivo. Te contamos cuáles son las principales causas que te hacen tener el vientre hinchado y cómo le puedes poner solución.

Intolerancias alimentarias

Una de las principales causas de la distensión abdominal son las intolerancias alimentarias. Ocurren cuando nuestro intestino no es capaz de digerir con normalidad algún componente de nuestra dieta que consumimos de manera habitual. Algunos de los ejemplos más comunes son el gluten y la lactosa, aunque hay más, como el marisco, los huevos o los cacahuetes. Cuando no digerimos algún componente, no puede pasar al torrente sanguíneo, y entonces sigue su camino por el intestino causando dolores, gases y diarrea, y por lo tanto hinchazón abdominal.

Es fundamental detectar a qué podemos tener intolerancia para evitar ese elemento dentro de nuestra dieta. Si es preciso, cuenta con el apoyo de un nutricionista que te ayude a revisar tu alimentación para saber qué necesitas eliminar y cómo puedes sustituirlo si fuera necesario.

Dispepsia

Es otra de las causas más comunes del malestar abdominal. El estómago de aquellos que padecen dispepsia no se relaja como respuesta a una comida por lo que se producen, además del hinchazón, dolores, náuseas o acidez. El 25% de la población lo sufre de manera habitual y las causas son desconocidas, aunque a veces está causada por comidas copiosas o por la ingesta de determinados medicamentos. El estrés, el consumo excesivo de alcohol o de cafeína también pueden provocarlo.

Si te sientes identificada con estos síntomas prueba a hacer comidas más ligeras, evitando el exceso de grasas, y termínalas con una infusión que facilite la digestión, como la manzanilla o el hinojo.

Problemas en la musculatura abdominal

En ocasiones los músculos rectos abdominales han sufrido algún tipo de ruptura o distensión excesiva y son incapaces de contener la masa abdominal. Esto suele ocurrir tras un embarazo o una pérdida brusca de peso, aunque puede haber otras causas. Lo que sucede entonces es que esta masa sale hacia afuera y el resultado es un aumento de tripa, que se hace visible sobre todo en personas delgadas.

Si se ha producido una rotura de la musculatura de esa zona la mejor opción de la que disponemos es la cirugía. Cuando lo que se ha producido es una distensión, el ejercicio físico será nuestro mejor aliado, sobre todo si va enfocado a fortalecer la zona del abdomen.

Enfermedades del intestino

Algunas enfermedades crónicas, como la de Chron o el síndrome del intestino irritable, afectan al tubo digestivo y pueden provocar digestiones incompletas que terminan produciendo dolores, hinchazón y gases. Se trata de enfermedades que pueden estar tiempo sin dar problemas a quienes las padecen, pero por épocas suelen darse brotes más agudos que generan un gran malestar. El diagnóstico precoz y seguir las pautas médicas son las mejores recomendaciones para quienes sufren este tipo de enfermedades.

La fibra: amiga y enemiga

La correcta ingesta de fibra es fundamental para la regulación del tránsito intestinal, por eso no debe faltar en nuestra dieta. Pero si la tomamos en exceso, también se resiente nuestro aparato digestivo.

La escasez de fibra no permite la formación de heces y causa estreñimiento, lo que se traduce en molestias e hinchazón abdominal. El consumo paulatino de cereales integrales, fruta con piel cuando es comestible o legumbres nos ayuda a solucionar esta carencia. Cuando, por el contrario, nuestra dieta incluye fibra en exceso las heces nos llegan a formarse y padecemos diarrea y gases, que hinchan el vientre.

Alimentos y hábitos que ayudan a evitar la hinchazón

Cuidar nuestra alimentación es una de las mejores maneras de prevenir la distensión abdominal. Evita los alimentos demasiado procesados y opta siempre por alimentos naturales. Te serán de gran ayuda para combatir las hinchazón los lácteos bajos en grasa, las legumbres, las carnes magras, los pescados blancos, todo tipo de frutas, verduras y hortalizas, los cereales integrales y los huevos. Para cocinar, prioriza el horno, la plancha y el vapor. En cuanto a las bebidas, elige siempre el agua y las infusiones digestivas.

En lo referente a los hábitos, procura comer de forma lenta para evitar la formación de gases, evita las comidas copiosas, haz deporte y tonifica el abdomen, y evita las situaciones de estrés prolongado.