El post definitivo con TODO lo que debes saber para elegir tu ramo de novia
Me da un poco de vergüenza dejar esto escrito para la posteridad, pero mi mente obsesiva complusiva acumula cientos de flores como si fueran cromos, archivados por sus precios, carta de color, tamaños y disponibilidad. Antes de la boda, mi bagaje floral se limitaba a la margarita, la rosa y el clavel. Era una absoluta ignorante en la materia que sin embargo sabía que no quería un ramo de novia corriente... lo que me convirtió en un manojo de dudas. ¿Hay ramos veraniegos y ramos invernales?, ¿tengo que llevar las uñas y los labios a juego con el color de las flores?, ¿puede un ramo no pegar con el vestido, con el estilo de la boda o conmigo?, ¿y si las flores que me gustan no son de temporada?...
1. Busca tu color
Al diablo los colores otoñales en septiembre y los rojos en invierno. Si te identificas con el fucsia o si inconscientemente siempre suspiras con el lavanda, olvídate de modas y adelante, porque probablemente nadie mejor que tú sabe qué te favorece.
2. ...pero sin olvidar la armonía
Hija mía, no hace falta ser una experta en bodas para que te rechine un poco llevar un bouquet perfectamente redondo de peonías rosa palo en una boda de inspiración rural en el campo con la manicura y pedicura en rojo pasión y unos zapatos azul turquesa. ¿Como que no cuadra mucho, verdad? No es necesario volverte loca y llevar una muestra de todos tus complementos para que nada rompa el equilibrio cromático (confieso que lo hice), pero tendrás que pensar en conjunto (zapatos, maquillaje, tocado...). Como cuando te vistes todos los días, vaya.
3. Las que se llevan: proteas, anémonas y cardos
En materia de flores, como en cualquier otra, las hay que están en la cresta de la ola y las hay que están demodé, y si no me crees piensa en los pobres lirios, como lo petaron en su momento y qué olvidados están ahora. ¿Y cuáles son tendencia en los ramos de este año? Pues en mi ranking de 'it flores', os presento a las que me roban el corazón (y son algo distinto a las que ya conoces de vista): la protea, la anémona y el cardo.
La protea es una gigantesca flor de aspecto exótico que existe en una amplia gama de color sólo apta para atrevidas. Las anémonas, blancas, lilas o rojizas, recuerdan a las amapolas con su centro negro y son también muy originales. Y el cardo... pues no tiene por qué ser sinónimo feo. Siempre da un aspecto silvestre y llama la atención, y el tono azul grisáceo tiene un rollo espectacular.
4. Craspedia, eucalipto y olivo: los comodines del momento
Otra de las cosas que aprendes siendo novia es que tan importante elegir las flores principales (las grandes, coloridas y vistosas), como lo que va de relleno (las flores pequeñas y lo verde), y su elección puede hacer un ramo más vistoso, más alegre, fresco o romántico. ¿Y qué es lo que se lleva al respecto? Pues en auge está el olivo en ramos atrevidos con cierto toque rural, las craspedias (las bolitas amarillas) para ramos campestres y vivos, y el eucalipto en ramos románticos, en tonos pastel o más apagados.
5. El tamaño sí importa
En cuestión de ramos de novia el tamaño sí que importa... y se llevan grandes. La moda pide ramos vistosos, protagonistas, pesados, desestructurados y gigantes. ¡Pero mucho cuidado! Es fundamental elegir la forma y el volumen del ramo en función de tu estatura y peso, de modo que los ramos enormes en principio no le van a quedar bien a una novia bajita, al igual que a una chica alta y corpulenta no le favorecen los bouquets pequeños.
6. ¿Un ramo de flores que no se seca?
La primera vez que escuché hablar de las flores preservadas me quedé ojiplática. Resulta que existe un tratamiento especial por el cual se elimina el agua a las flores naturales y lucen como frescas durante meses, súper útil si te casas en agosto a 40º y temes que el ramo se estropee o si simplemente quieres conservarlo. No todas las flores pueden preservarse, pero sí que hay mucha variedad. El ramo de la imagen, por ejemplo, es preservado, de modo que tardará años en estropearse.
7. Tendrás que confiar en tu florista: no te queda otra
Dato importante: tu ramo de novia (ytambién los centros de mesa y demás arreglos florales) lo encargarás a ciegas y no lo verás hasta el mismo día de la boda. ¿Por qué? Pues porque cuando encargues el trabajo será unos meses antes, una temporada totalmente distinta con flores diferentes en el mercado. Y esto se traduce en que puedes ver cientos de fotos de sus composiciones anteriores para comprobar si te gusta su estilo, pero tu ramo seguirá siendo un misterio hasta el mismísimo día de marras. Y eso contando con que ninguna sequía, inundación o heladas inesperadas no hayan dado al traste con la producción de flores que acordasteis en su momento que estarán en tu ramo y tu florista no tenga que pasar a un plan b... Solución sólo hay una: elige a un profesional con el que tengas feeling y confía en que sabrá contentarte.