Iván Sánchez, te crees que vas mono hasta que te cruzas con él
Es un personaje de contrastes como pocos pueda haber. Iván dedicó su adolescencia al deporte, tuvo formación para ser profesor de Educación Física, pero de repente, en un cambio de rumbo de 180 grados, se hizo modelo. Luego en las pasarelas vio que se vivía demasiado deprisa para su gusto, así que se convirtió en actor. Al final su dominio del lenguaje corporal, gracias a la moda, y su físico privilegiado por el deporte, han sido dos de sus mejores armas interpretativas.
Pero no deja de ser un tipo contradictorio. No puede ser otra cosa quien tiene a Pérez Reverte y Sam Sheppard entre sus escritores favoritos. También existe esa dualidad en su trabajo. Se forja en la televisión generalista, pero luego ha levantado su propia compañía de teatro.
Y la pena es que deja pocas pistas. Sabemos que ha estado muchos años con la también actriz Elia Galea. Tuvo dos hijas con ella, Jimena y Olivia, y vivieron juntos en Pozuelo de Alarcón, en Madrid. La pareja se separó el año pasado, aunque los paparazzi les han vuelto a captar juntos en alguna ocasión. Fueron fotografías de las que disparan las especulaciones. Sin saber lo que estaban hablando, por un lado se decía que iban a volver, por otro que ella estaba triste y él la consolaba.
Desde luego, muy triste no estaba el actor. Sus fotos robadas en las playas de Cádiz con la modelo Laura Sánchez en agosto, cinco meses después de aparecer acariciando a Elia en una terraza, así lo mostraban. De risas, tomando unos mojitos, secándose el pelo a lo lobo de mar.
Sabemos también, eso sí, que con la modelo no tiene nada que no sea sincera y profunda amistad. Lo ha contado ella misma en su blog de moda en la web de la revista Glamour “El mito que dice que entre un hombre y una mujer no puede haber amistad, Iván y yo lo tiramos por tierra. Profesional en todos los campos que toca, en la moda grande de grandes, en el teatro insuperable y en televisión, actor de diferentes caras”.
Pero para piropear a este hetero que sabe cuidar las amistades femeninas, que mima a su ex, no es imprescindible ser mujer. La frase con la que le describe nuestro colaborador Màxim Huerta habla por sí sola: “Te crees que vas mono hasta que te cruzas con Iván Sánchez”, dijo el escritor y periodista.
Y queda poco más por rascar. Le gusta Chavela Vargas, también Miguel Bosé. En Twitter admite que no es muy prolífico. Ya su primer mensaje fue una advertencia: no seré un buen tuitero, dijo. Pero se marcó el punto de adornarse amaneciendo en la red social citano a Herman Hess: “para nacer hay que romper un mundo”, proclamó, antes de dedicarse en su timeline a devolver el cariño a sus fans y fotografiarse en los lugares más hermosos del mundo deseando buena semana a los demás.
Quizá lo que sea es, aparte de un tipo con suerte, un tipo que ha sabido estar a la altura cuando ha tenido suerte. Es decir, tras debutar temprano en el mundo de la moda y la publicidad, se pasó al teatro por consejo de una amiga que estaba tomando cursos. Una decisión importante, pero un acierto. Pronto empezó a trabajar. Dar con la tecla en las decisiones vitales es mejor que cualquier cosmético, eso sí que deja una sonrisa bonita. Miradle a él si no.
De todas formas, él explica el secreto de su éxito por “orden” y “constancia”. Imprescindible para no dejar de cumplir y cumplir temporadas en una serie tan longeva como Hospital Central. Pero también dice que ha tomado todas las decisiones de su vida siguiendo lo que su “corazón ha ido dictando”. ¿Cómo describir esta personalidad tan poco homogénea? No queda otra que pensar que es un defensor espartano de sus sentimientos y corazonadas. Rara avis.