Carme Chaparro: "Es terrible la presión que algunas madres ejercen sobre otras"
A Carme Chaparro le está sentando fenomenal esta estación. Su primera novela, 'No soy un monstruo, un "thriller vertiginoso sobre lo que ocurre tras la desaparición de un niño en un centro comercial", como ella misma nos explica, ha resultado ganadora del Premio Primavera y la acogida entre el público está siendo muy calurosa. Hablamos con ella en una pequeña pausa antes del informativo para que nos cuente la intrahistoria de su vena literaria. Y descubrimos varios detalles, como que desayuna Coca-cola, es "un poco" adicta al móvil (solo lo deja cuando juega con sus dos niñas) y conoció a su marido cubriendo el funeral de Lady Di. "Tal cual. Yo estaba de vacaciones en Londres, así que me tocó trabajar. Te mandamos a un cámara, me dijeron desde Madrid..."
¿Qué es lo primero que se le pasa por la cabeza a una periodista que siempre ha querido ser escritora al ganar el Primavera?
Incredulidad total. Además, cuando me llamaron estábamos en plena vorágine, a punto de empezar el informativo. Cuando sonó el teléfono justo estábamos recibiendo la notificación de la sentencia de Urdangarín. ¡Así que imagínate! Casi no pude reaccionar hasta que terminó el informativo y pensé ¿de verdad me ha llamado Carme Riera?
¿De qué va 'No soy un monstruo'?
Es un thriller. Una novela vertiginosa sobre lo que ocurre tras la desaparición de un niño en un centro comercial. Una inspectora jefa de policía y una periodista de sucesos -que habían sido amigas íntimas- vuelven a encontrarse. Y sus vidas cambiarán para siempre en apenas treinta segundos. Veremos también cómo las nuevas tecnologías son capaces de detectar incluso cambios de ánimo que indiquen que hemos cometido un delito.
¿De qué has querido hablar en realidad?
De lo que ocurre cuando un acontecimiento inesperado pone nuestras vidas del revés.
"En solo 30 segundos tu vida puede convertirse en una pesadilla", dices...
O en menos. Cruzas un paso de peatones. Viene un coche, no para y te arrolla. O arrolla a tu hijo que camina unos pasos por delante de ti. No hacen falta ni treinta segundos para cambiar tu vida.
¿Todos tenemos un monstruo dentro?
Todos. Algunos a más profundidad que otros. ¿Qué le hace falta al monstruo para salir? Al principio del libro, una madre tiene que tomar una decisión trascendental. ¿Se convierte en un monstruo por ello?
¿Por qué crees que da tanto miedo los secuestros de niños?
Porque son nuestro tesoro. Lo que defendemos a costa incluso de nuestra propia vida. La naturaleza nos ha programado para ello. Para seguir replicándonos como especie.
También dices que somos adictos al dolor de los demás
Hace que nos guste más nuestra vida o que nos conformemos más con lo que tenemos. Cuando vemos una desgracia, corremos a abrazar a nuestros hijos, y valoramos más las pequeñas cosas de la vida de las que normalmente no disfrutamos porque no somos conscientes de que son un tesoro.
¿El dolor de los demás ayuda a curarnos?
El dolor de los demás nos hace empáticos, y eso nos sienta bien. Consolar a alguien, ayudarlo, es una buena terapia para el alma.
¿Podrías explicar mejor eso de "la piedad siempre conjuga bien con la soberbia"?
A veces, la piedad es soberbia disfrazada. Siempre hay quien se apiada de los demás porque necesita sentirse bien, sentirse un poquito superior.
¿Por qué has elegido el nombre de Ana Aren? ¿Un homenaje a la filósofa judía?
Sí. A otra mujer fuerte, luchadora, pionera. A una gran mente femenina.
Tres rasgos que tenga de ti esta Ana, la inspectora
Desayuno con Coca-Cola. Me afectan mucho las cosas que pasan a mi alrededor, soy muy emocional. Crecí en Barcelona.
¿Y de Inés, la otra protagonista que además es periodista?
Soy madre. Tengo horarios complicados. Me encanta mi trabajo.
Se lo has dedicado a Berna, Laia y Emma (tu chico y tus dos hijas). ¿Presumen mucho las niñas en el cole de madre 'multitask'?
Sí, mis hijas presumen de madre, pero no porque salga por la tele -para ellas es lo más normal, porque también se ven ellas en el Ipad cuando se graban vídeos- o porque escriba. Yo soy la mejor simplemente porque soy su madre. Y el amor de un niño por sus padres es incondicional.
¿Qué te dijeron tus padres al leer la novela?
Que les había hecho llorar. Que estaban orgullosos. Que escribiera una segunda parte.
¿Has tenido algún caso (como Inés) que te haya tocado más allá de lo profesional?
Siempre. Al final contamos cosas tan duras que nos vamos a casa con una mochila complicada. Hay imágenes que no se te van de la cabeza durante mucho tiempo.
Ana ha tenido que enfrentarse al machismo en su comisaría: ¿tú lo has notado en los medios?
Yo soy afortunada. Muy afortunada. Tengo un trabajo fantástico, y una posición que me permite cierta visibilidad a la hora de denunciar algunas cosas.
¿Es verdad que conociste a Bernabé en el funeral de Lady Di?
Tal cual. Yo estaba de vacaciones en Londres, y la noche que llegué murió Lady Di. Así que me tocó trabajar. Te mandamos a un cámara, me dijeron desde Madrid. Y ahí llegó él, bajándose de un taxi en la puerta del palacio de Buckingham.
¿Fastidia mucho como mujer que te pregunten cómo os organizáis en casa trabajando fuera?
Lo preguntan siempre. ¿Cómo te organizas?, me dicen. Casi nunca es ¿cómo os organizáis?
¿Hay cierta culpa siempre en las madres trabajadoras por la presión social?
Mucho. La sociedad, pero sobre todo nosotras mismas. Otras madres. Es terrible la presión que últimamente algunos grupos de mujeres están ejerciendo sobre otras, con la consigna de que su manera de ver la maternidad es la única buena, la única válida. Llegan al insulto hacia otras madres. Incluso al acoso.
¿Qué haces para desconectar?
¿Desconectar? ¿Qué es eso? ¿A qué te refieres?
Movil: ¿aliado o enemigo?
Las dos cosas. Estoy intentando que sea menos enemigo. Lo dejo en un rincón de casa y me olvido de los beeps. Pero me cuesta.
Un día perfecto para ti sería..
Uno con cuarenta horas.