Conesa dice que el retrato "es como un combate de boxeo". Pero lo explica pausado. Sin hostilidad. Más como un artesano que describe cómo se engarza una piedra preciosa en un anillo que como el artista que es. Y luego añade que solo gana uno, "el fotógrafo o el retratado". Vence cuando consigue captar lo que no se ve del personaje. Un gesto. Un detalle. Lleva empeñado en ganar ese pulso sutil más de tres décadas. Y ha enganchado derechazos y golpes de izquierda que ya son un icono a políticos, deportistas, escritores y actores de todo el mundo. Ahora estrena exposición. La primera, aunque parezca mentira. Y libro.
Quedamos antes de la presentación del libro (La Fábrica). Es un volumen sobre las fotos de la exposición 'Chema Conesa: retratos de papel', que acaba de inaugurarse en Madrid (Alcala, 31). La tarde está nublada pero la luz es buena. No es fácil fotografiar a un fotógrafo. Y mucho menos a uno que ha nacido y crecido dentro de una redacción. "¿Que cómo llevo posar? ¿Pues cómo lo voy a pasar? Fatal", dice. Pero luego accede a encuadrarse el rostro entre las manos. Y a colocarse delante de una puerta de madera. Y a quedarse en medio de una calle. Finto a la izquierda y lanzo un gancho. Aunque este combate se parece más a un paso de baile.
Sabe bien cómo van engranajes del periodismo. La trastienda de una noticia. Que unas veces tienes cinco minutos y otras dos horas, pero que el resultado tiene que 'resolverse' igual. Que a veces el personaje te ayuda y otras se comporta casi como un adversario. Que "los gabinetes no siempre suman, sobre todo en política". Hablamos de qué es una foto buena y cómo diferenciarla. Le propongo un juego: que él elija su propio retrato para abrir esta entrevista. "A mí no me reconoce nadie, así que mejor la que juega con la idea del encuadre". Bien. Ahí arriba podéis verla. La misma que habríamos elegido en 'Black is nice'.
-Habla Chema Conesa sobre la exposición y sus fotos:
"La primera frase al ver este libro es... ¡qué viejo soy! Para mi ha sido todo antes de ayer y muchos ya han muerto".
"Es la primera vez que veo reunida mi obra, siempre he publicado periódicamente. No he tenido que hacer nada para que la gente conociese mi trabajo y eso me ha tenido muy despreocupado. Me ha impresionado mucho ver las fotos ampliadas, estaba a costumbrado al tamaño portada"
"No siempre abre la mejor foto, sino la que mejor funciana. La que mejor comunica. Al final es el uso de la imagen lo que te marca".
"El fotógrafo no es dueño de sus imágenes. Él las deja ahí y es la mirada del otro la que se adueña de la foto".
-Sobre los personajes a los que ha retratado:
"¿La foto más emotiva? Quizá de Delibes, la que abre el libro. Un día de niebla cazando con Delibes. La elegimos porque la composición quedaba limpia y bien. Y porque la digonal que traza el fusil, va hacia el nombre. En esta colección de fotógrafos siempre va el nombre ahí. Y porque fue un día entrañable. Charlé con Delibes de todo. Estaba triste y dolido porque le molestaba mucho tirar a perdices de criadero, no actuaban como animales salvajes, sino somesticados".
"Me he divertido mucho con muchas fotos. Peor quizá con la una que le hice a la troupe de Almodóvar, cuando los colocamos en un tren. Son actores y los actores no conciben la vida sin divertirse".
"Fotografié a Penélope Cruz antes de irte a Hollywood. Le explicamos lo que queríamos hacer y se avino sin problema. Ahora sería más difícil porque le pagan unas marcas y se preocupan de que les saques como ellas quieren".
"Como los futbolistas ahora. Si les sacas con un balón que no es su marca, no pueden".
"Soy partidario de que los paisajes también digan algo del retratado".
"Camarón estaba derrotado cuando hicimos las fotos en casa de su representante en Madrid. Muy cansado. Se levantó para hacer la sesión y demás, pero la buena fue otra, sentado en un sofá, a su mundo, pasando de todo, con el cigarro en la mano".
"Paco de Lucía era un hombre tan tremendamente tímido que cuando veía una cámara de fotos se ponía tremendamente tenso. Comprendí que para poder trabajar con él tenía que hacerle que tocar la guitarra, que no me mirase".
"Para mí el Dalai Lama es eso. La cabeza. El detalle del bultito que tiene. Un líder espiritual al que todo su entorno tiene un respeto inmenso".
"Con Travolta se suponía que íbamos a tener dos horas y no fue verdad. Solo le pudimos pillar subiendo al avión. Y le pedimos que no quedase en primer plano su reloj y se negó. La publicidad está muy metida ya en los personajes".
"La única que tengo en mi casa es de Sandro Pertini. Es la más dramática. No por la foto, sino porque para poder hacerla Rosa Montero y yo estuvimos a punto de morir. Teníamos que llegar a Roma y el avión en el que debíamos haber ido tuvo un accidente y murió mucha gente. Luego cogimos un coche para llegar al aeropuerto de Barcelona y hubo un accidente de tráfico".
"A Felipe González le capté desde fuera de la Moncloa. Lo de fuera estaba a oscuras y se le veía a través de una ventana. Estaba entrevistándose con Rosa Montero. Está inspirada en aquella frase que se decía sobre Franco, que siempre había una luz encendida en el Pardo. Eran tiempos de cambio: ahora siempre había una luz encendida en Moncloa".
"Con Bush solo me dejaron cinco minutos. Fue algo artificial, en plena campaña"
-Sobre la relación con los retratados:
"No soy nada mitómano. Solo me he hecho fotos con los personajes que se han ofrecido, por no hacer un feo".
"Cuando pasas un tiempo con el entrevistado, llega un momento en que pasa una corriente eléctrica entre tú y el personaje. Y sabes que ése es el gesto. O el detalle que mejor lo define. Un retrato es como un combate de boxeo en el que se impone la mirada del retratado o el retratador".
"Ahora te paran los pies los asesores de imagen. Todo es más difícil y más artifial. Somos profesionales trabajando contra profesionales. Los que tenemos que dar una información y los que defienden que la información sea lo más beneficiosa posible para su jefe".
-Su proceso de creación:
"¿Qué pienso al hacer una foto? En retratar lo que para mí describe a ese personaje. En la intención y en su capacidad comunicadora".
"He intentado toda mi vida que mi mirada se impusiese en los retratos. Unas veces lo he conseguido y otras no. Lo normal es que las carreras se cuenten más por fracasos"
"Lo maravilloso de la fotografía de prensa es que no tienes que trabajar a favor del entrevistado. Sino pensar qué sacar tú en consecuencia, qué te dice ese personaje y de qué forma le retratarías mejor"
"Me gusta que empiece el periodista a entrevistar al personaje. Así voy viendo cómo se comporta. Suelen ser unos 45 minutos, con suerte. Luego suelo tener apenas quince minutos para 'resolver', como se dice en el oficio, la foto".
"Empecé escribiendo reportajes. Pero vi que no iba a ser bueno. No por tener un lápiz se puede escribir. Como no solo por tener una cámara se sabe hacer fotos"
-La familia, en casa del herrero...
"Mi primera cámara me la regalaron mis padres. Con 14 años. Una de plástico malísima. Aunque a veces le robaba a mi padre la suya. Siempre tuve una vocación estética, hubo un tiempo en el que intenté pintar y no salió bien. Así que me lancé a la fotografía"
"Mi sentimiento creativo viene de mi madre. Era una persona muy imaginativa. Y una maestra de escuela de niños pequeños, nunca se dedicó a nada artístico, pero se le ocurrían muchas cosas. Cogía una garrafa y la pintaba de colores y aquello quedaba precioso"
"No hago casi fotos a mi familia. En casa del herrero cuchillo de palo. Mi relación con la foto ha sido profesional desde muy pronto. He hecho fotos para conseguir comunicar algo. Cuando estoy con ellos no me apetece comunicar nada, prefiero disfrutarlo y punto. Más de pequeños quizá, pero cuando mis dos hijos fueron creciendo no les hice muchas más".
-Extra, una anécdota: su época de cantante:
"En el grupo 'Vino Tinto' cantaba y tocaba el bajo. Nace cuando el boom de la música folk cuando yo estaba en la universidad, y fuimos a un programa de televisión y ganamos y grabamos un disco con la misma casa de The Beatles. Cantamos 'Habla pueblo habla' por toda España, haciendo bolos. Con eso me pagué la carrera y me lo pasé genial. Ahora solo canto en la ducha y si no me oye nadie"
-¿El próximo reto?
-"Quiero tantearme. Hacer fotos sin un fin"