Dorian: "El amor te da un lugar en el mundo"

divinity.es 16/03/2016 17:06

Toda una generación ha cerrado bares cantando con pasión 'A cualquier otra parte' y deseando que le dijesen aquello de 'en el fondo todo lo que quiero es verte amanecer'. O si no 'todo lo que siento por ti, sólo podría decirlo así'. Las letras de Dorian son poco menos que himnos posmodernos y ahora celebran su primera década con la gira 'Diez años y un día', en la que han dejado su sonido electrónico para pasarse a los clavicordios, los vientos y los violines. Hablamos con ellos sobre este tiempo de música, amor, desubicación y crecimiento.

Quedamos en un bar de La Latina. Prefieren posar serios para las fotos (y con abrigo de cuero), pero se les acaba escapando una carcajada en el cara a cara. Podría ser una buena metáfora de su universo, en el que hay pérdida, melancolía y desasosiego (Marc dixit), pero también ganas de pasarlo bien, empatía y cierto sentido del humor desencantado.

¿Diez años ya?

Marc: (risas) Es un subidón, la verdad. Han pasado muy rápido, pero cuando echas la vista atrás y comienzas a cortar el tiempo en cachitos, en años, meses, semanas, días… y le das a cada uno su entidad, te das cuenta de que en realidad has vivido un montón de cosas.

¿El balance es positivo?

Marc: Mucho. Piensa que cuando nosotros comenzamos la escena independiente era muy precaria. Nadie te aseguraba ni siquiera que pudieses sacar tu segundo disco, por no hablar de llenar una sala. Ahora todo ha cambiado, hay festivales por todas partes y podemos vivir de lo que más nos gusta en el mundo, que es la música: eso solo ya es un éxito, pero es que ha habido mucho más.

¿Con qué recuerdo os quedaríais?

Marc: La primera vez que vi un disco de Dorian en una tienda, me hizo muchísima ilusión. Lo soñé muchas veces y hasta que no lo vi no me di cuenta del paso que habíamos dado. También la primera vez que actuamos en Benicassim y que saltamos a América Latina. Ver que la gente se sabe tus canciones es increíble.

¿Cómo es haber creado 'A cualquier otra parte', que se considera el himno de una generación?

Los himnos no los hacen las bandas, los hace la gente. Tú haces una canción, le pones el mismo cariño que a todas… y luego pasa lo que tenga que pasar.

¿Intuíais de antemano que iba a suceder algo?

Marc: Bueno, sabíamos que tenía algo especial, pero se nos fue de las manos totalmente. Fue algo mágico que no le ocurre a todas las bandas y por lo que nos sentimos unos privilegiados. La clave pudo ser que recogía parte del desasosiego de la época y mucha gente se identificó con ella.

¿Qué parte tiene de autobiográfico?

Marc: Bastante… La compuse en un momento delicado porque no funcionaban muy bien las cosas en mi vida y encima no tenía ni un duro. También le sucedía a casi todo mi entorno, así que intenté recoger ese desasosiego, ese malestar. Habla de la necesidad de estar siempre en marcha y en movimiento. Aunque estés cómodo, tal vez a la vuelta de la esquina hay algo interesante que ver todavía. La idea es estar en constante sospecha de que algo te puedes estar perdiendo en otro lado: eso nos lleva a querer ‘estar en cualquier otra parte’… Bel hizo unos arreglos maravillosos y salió un artefacto bastante original.

Belly: Es cierto que no era un hit muy evidente, tampoco lo vieron en la discográfica, de hecho llegamos a pensar que nos habíamos complicado un poco de más al arreglarla, así un poco entrecortada…

¿Y con 'Tormenta de arena'? Tiene más de 44 millones de visitas…

Marc: Sucedió lo mismo que con la anterior, pero en varios países… Somos muy afortunados, ya te digo. Su alcance nos ha abierto muchas puertas internacionalmente. No hemos contado con dinero para que eso sucediese, sino que ha sido la gente la que lo ha hecho posible.

¿Tenéis un verso favorito de vuestros temas?

Belly: el inicio de 'El Temblor', porque me parece muy enigmático, quieres saber más. Como el comienzo de una buena película. Dice: 'De donde nadie vuelve, yo te vi regresar, con un sol en los labios que te puso el mezcal'.

Marc: La canción la compuse en un viaje por México y Buenos Aires muy especial. Me gusta mucho también esa letra. Y la de ‘Veleros’, que habla de la relación amor-odio que todos tenemos con la ciudad en la que hemos nacido. Dice: ‘pasé mucho tiempo en esta ciudad, buscando el celo en los charcos’. Habla de de estar en el barrizal buscando un cielo que no llega.

Hay siempre algo en vuestras letras como de no ubicarse…

Marc: Me gustaría que hubiese más humor (risas), pero salen como salen. Efectivamente son un reflejo de nuestra personalidad, una inquieta y creativa. Cualquier forma artística, hecha con sinceridad y con el corazón es siempre un reflejo de una desubicación en el mundo. De un desasosiego, de no estar contento nunca con el lugar en el que estás o el mundo en el que te ha tocado vivir. Eso que te falta...

¿Una pérdida?

Marc: ¡Claro! Por eso haces canciones. Si no sintieses esa pérdida no te haría falta componer o pintar o escribir, te irías al parque con tus hijos y punto.

También se deduce de vuestras letras que hay algo, el amor, que siempre consuela. ¿Sois conscientes?

Sí, está ‘en el fondo lo que quiero es verte amanecer’, también en ‘ todo lo que siento por ti, solo podría decirlo así’… Cuando estás hasta las narices y te puedes despertar todos los días al lado de una persona maravillosa, pues eso te salva. Es una experiencia que no te puede quitar nadie. Ya se puede estar hundiendo el mundo, que mañana te veré amanecer y seremos la orquesta del Titatic si hace falta. Lo que sea, pero contigo.

Sois unos románticos...

Belly: Bueno (risas), amor a la pareja y a lo que haces, a ser fiel a tus ideas, luchar por ellas…

Marc: El amor y la empatía son gratis, solo tienes que querer darla. En un momento como el de ahora en el que mucha gente está jodida, por lo menos tienes eso, el amor a tus colegas y a tu pareja. El amor te salva y te ayuda a encontrar un lugar.

Las drogas también están muy presentes en las letras…

Marc: (Risas) Sí, hemos tomado unas cuantas… Nos lo hemos pasado bien, pero siempre con distancia y cuidado. Nunca hemos hecho apología de ello. No hemos querido influir a nadie y hemos sido muy prudentes en cambio, que cada uno afronte ese tema desde un prisma lo más maduro posible. Quiero decir que con todo esto del rock y el malditismo hay mucha fascinación. Pero a mí nunca me han fascinado los malditos, si acaso Boudelaire, que fue el primero y el mejor, pero pienso que no es bueno dejarse fascinar por esa superficialidad: mal interpretado puede hacer que mucha gente se haga daño. Hay que ir con cuidado.

¿Qué tal los problemas de salud en la espalda?

Marc: Tuve varias hernias que me tuvieron cuatro meses en la cama y de visita por el hospital varias veces. Tuvimos que cancelar conciertos en México. Pero aunque la experiencia ha sido muy dura, me ha ayudado a ver las cosas de otro modo. Suena a tópico, pero es verdad. Cuando pasas mucho tiempo con el dolor, juntándote con gente que lleva una bolsa porque le han extirpado partes de su cuerpo y cosas así, te das cuenta de lo importante que es pararlo todo de vez en cuando y dedicarle tiempo a tu gente y darte un paseíto tranquilo. Cuando te metes en la vorágine no se ve. El dolor crónico es el peor infierno en tierra que se puede vivir.

¿Habrá canción?

Marc: Seguro que sí… Tengo cosas chulas (risas). Me están gustando mucho. Veo más diversidad en los temas en cuanto a letras, se abre la paleta. Menos urgente, menos juvenil. No voy a decir maduro, porque no me gusta la palabra, digamos más integral. Hacer canciones mientras se está girando cuesta, pero siempre hay que tener ua guitarra cerca por si baja la vírgen y te la canta. Y a veces pasa. Pasó con 'El Temblor', por ejemplo.

¿Cuándo paráis?

Belly: Terminaremos en Madrid y en Barcelona en noviembre. Por primera vez en estos diez años vamos a parar para disfrutar de nuestra familia y nuestra gente.

¿Llegaréis a otros diez años de música?

Marc: Si sucede, que sea porque hemos sido amigos como hasta ahora, que nos lo pasemos igual de bien. Tener una historia de más de 20 años de amistad potente. Esa sí que es una idea romántica de la vida: vivirla siendo con los tuyos y siendo fiel a tus ideas. No hay más.