Imagínate un partido de fútbol. Igualado, tenso. Imagínate que un gol en el último minuto coloca a un equipo modesto en líder de tabla. Y que además es contra el Real Madrid. Y que lo marca una promesa y el país entero ríe, grita, ruge y solo habla de ese héroe. David contra Goliat. Épico. Histórico. Esas cosas. Imagínate ahora que ese chaval es gay y que está dentro del armario. Estás viendo 'El gol de Álex', la obra que estará en Teatros Luchana hasta finales de julio y que habla de amor, desamor, fútbol y el tabú de la homosexualidad en los deportes de élite.
Álex (Alejandro Albarracín) vuelve al hotel tras la victoria y abre el Grinder. Tiene ganas de celebrar. Mario (Pepe Ocio) es un periodista que ha cubierto el encuentro para su periódico y no quiere volver a casa: allí está su ex de cuatro años recogiendo sus cosas. Mataría con tal de no encontrárselo, así que abre también Grinder. Voilà. 'Hola, ¿qué tal?' Una foto, dos, tres. '¿Subes a mi hotel?'. Y lo que parecía ser la historia de una noche les acabará marcando de por vida.
"Es uno de mis textos más personales y he intentado fusionar mis dos pasiones: el fútbol y el amor. Soy guionista, gay y me gusta el fútbol. Y lo empecé a escribir cuando me deja mi chico. Digamos que vomité mi historia en el personaje de Mario", explica Antonio Hernández Centeno, autor y director del proyecto. "Eso sí, no me acosté con ningún jugador de primera esa noche (risas), pero sí veo un paralelismo entre este deporte y las situaciones buenas y malas de la vida", añade.
La idea era crear una obra que abordase un tema tan tabú como la homosexualidad en el fútbol, pero extenderlo a los deportes de élite, donde el 'don't ask, don't tell' está más extendido de lo que parece. "No me he inspirado en nadie en concreto, pero jugadores entre primera y segunda hay cerca de 1000… Si en todos los ámbitos hay un 10% de homosexuales según las estadísticas, ¿de verdad ni uno solo?", se pregunta Hernández.
Aunque lo que a él le interesaba de verdad no eran los 'messis' y 'cristianos', sino un jugador menos mediático, que lo pudiese tener más complicado en su entorno si decidiese salir del armario. Nadie se mete demasiado con una estrella que te hace ganar millones de euros. "El primero en salir se va a convertir en alguien muy mediático y a muchos niños les iría muy bien tener un referente que dijese que es gay y que no pasase absolutamente nada. Ojalá suceda", explica.
Alejandro Albarracín sí se preparó el papel pensando en los delanteros de los equipos grandes. Los gestos, las manos, el modo de andar, la voz. "Estuve estudiando a Ronaldo, a Messi y a otros delanteros y me cogí detalles de cada uno", explica el actor. Pepe Ocio, el actor más veterano, también cree que sería muy bueno que alguien diese el primer paso: "Implosionaría España, sería un tsunami porque no ha pasado nunca y estamos a 2017, pero sería súper importante porque no me creo que no haya ni un homosexual en un mundo tan machista y los niños tendrían un ejemplo de tolerancia".