Diana, de ‘V’: "Ser un icono es muy especial, pero comer rata ya no me interesa"
La malísima Diana, líder de los lagartos invasores, cogía una rata de una urna de cristal, abría la boca clavando los ojos y la hacía desaparecer en su garganta. Eran los ochenta, tiempos de la tele única y los efectos especiales 'caseros'. España quedó pegada al sofá. Aquella escena de 'V' se convirtió en icono para toda una generación (¿quién no la ha imitado en el recreo? ¿quién?). Tres décadas después, Jane Badler vuelve a nuestras vidas (a los 61 años) convertida en lesbiana republicana en el filme 'De chica en chica'. Y no ha podido parar de levantar el brazo.
Badler no sabía de su propia repercusión en España hasta que hace cinco años vino a presentar 'V', la película, y se encontró un cine repleto de fans, muchos de ellos emocionados al tener cara cara a aquella lagarta despiadada y sexy que marcó su pubertad. A esas alturas, ella vivía en Australia, se había casado con un hombre de negocios y escritor de libros de 'coaching' llamado Stephen Hains y tenía dos hijos, Sam y Harry.
Una de aquellas fans fue Sonia Sebastián, la directora de 'De chica en chica', la primera comedia española de temática lésbica, puesta en pie gracias al crowdfunding. Junto a Celia Freijeiro, la que sería su novia en el filme, contactaron con el representante de la actriz y le mandaron el guión, en el que encarnaría a una republicana miembro de la Asociación del Rifle que se vuelve loca por Celia. "Me contactaron por Facebook. ¿Puedes creerlo? Hicieron unos cambios y me lancé a hacer la película con ellas. Grabamos en Madrid este verano y fue muy divertido", explica Badler, colocándose la melena.
Meses después, en la premiere en cines, todos los medios querían a Diana comiendo de nuevo una rata. La imagen de la villana levantando el brazo, en bucle, treinta años después. Ella no se ha negado ni una sola vez. Diana, el personaje, comíendose a Jane, la actriz. Pocos sabían que actuó también en 'Neighbours' y 'Falcon Crest'. O que tiene una excelente voz, con la que ha grabado ya dos discos de jazz, muy bien acogidos por la crítica.
¿Qué tal la visita a España?
Me encanta. Esta es mi quinta vez y siempre noto el cariño de la gente.
¿Cómo se siente una siendo todo un icono de la infancia de toda una generación?
(Risas) La verdad es que es muy impresionante cómo la gente recuerda esa escena de la rata, nunca pensé que fuese a ser tan importante. Es una sensación muy bonita, me siento muy especial, por eso por lo que me decidí a volver aquí a rodar 'De chica en chica'.
¿Sólo te pasa aquí?
También en otros países, como Argentina. Pero este país es el más especial de todos.
Debo confesarte que jugaba en el recreo a comerme la rata…
Eso es fantástico, me encanta todo este cariño.
¿Cuánta gente te pide que lo repitas?
¿Lo de comer la rata? Uff, ni lo sé. Unos cientos de miles de veces, quizá millones (risas).
¿Cansa?
No es que me canse exactamente. Ser icono es muy especial, pero ya no me interesa más comer rata, ¿sabes? Ya no es interesante para mí. Soy una actriz, a veces hay un papel que la gente recuerda más, y es maravilloso, pero hay que seguir adelante.