Joel Bosqued: "Cuando eres más feliz es con pareja, al menos yo"
Joel Bosqued se mueve todo el tiempo entre lo que parece y lo que es, entre lo de fuera y lo de dentro. Ya lo dice él mismo en redes: "Soy de lejos duro, pero de cerca blando. No quiero a muchas personas, pero cuando quiero, quiero de verdad". Si le preguntas, insiste bromeando en ese gap entre el exterior y la realidad. "¿Mi imagen de un poco chulo? Siempre quise ser rapero y negro, pero canto fatal". El actor, que ahora está en prime time con 'El Accidente', se define como "un tío muy vergonzoso y bastante raro, con un mundo interior peculiar". En cuanto al amor, lo tiene claro: "Te da lo mejor y lo peor. Cuando eres más feliz es con pareja estable, al menos yo". Hablamos con él de todas estas cosas, Blanca Suárez y de cómo lleva la atención mediática.
¿Cómo es tu personaje en 'El Accidente'?
Manuel es un chico de pueblo normal, mecánico, que por circunstancias familiares con su cuñado se ve metido en líos. Se lleva muy bien con su hermana, aunque uno no tiene por qué contarse todo con sus hermanos.
¿Te has inspirado en tu relación con tus hermanos?
Sí y no. Cuando actúas tiras de lo bueno y lo malo que has vivido. Siempre hay algo de la parte afectiva que la coges de Joel. Pero los dramas que yo tengo a nivel personal con mis tres hermanos, que los hay como en todas las familias a pesar de que nos llevemos bien, no coinciden en nada con los de Manuel: no me he enterado, por ejemplo, que mi cuñado está siendo infiel a mi hermana.
¿Lo dirías?
Sí (risas). Estas cosas, a un amigo o a cualquier persona que tengas aprecio, hay que decirlas. Hoy en día no hay necesidad de estar con alguien si no quieres estar. Para qué si prefieres estar con otra.
Toda la serie se conjuga en torno a la mentira, ¿no?
A las pequeñas mentiras que al final acaban en auténticos dramas. Algo tan sencillo como necesitar dinero para cuidar de tu hijo enfermo acaba complicándose. Está el camino corto, que suele ser el malo. Y el largo, el difícil. Al final la gente coge el fácil y vienen los problemas. Esto pasa mucho en la vida real, no es ciencia ficción.
¿Te has visto en la situación de elegir entre caminos fáciles o difíciles?
A todos nos ha pasado. Yo he cogido los dos, y seguramente ahora me quede con el difícil, pero después de haber metido mucho la pata. Aprendemos a base de errores.
¿Estás pensando en algo concreto?
Pues mira, sí. Te puedo hablar de una discusión reciente con un amigo. En vez de llegar y decirle a la cara las cosas, desahogarme con otro colega sobre lo cabreado que estás… Y que luego el primer amigo se entere. Con el paso del tiempo, lo que era un problema enano que podría haber solucionado directamente con él con un poco de paciencia, se ha hecho mucho más grande. La vida es así.
¿Cómo te definirías en tres adjetivos?
Soy un tío bastante raro. Tengo un mundo interior un tanto peculiar. También muy vergonzoso. No sé, hay personas con el don de la palabra, una capacidad de expresarse mucho mejor que la mía. A mi esta forma de ser me lleva a veces a malos entendidos. Creen que porque soy serio es que soy un chulo. No. No tiene nada que ver. Es solo que a veces no sabes cómo comunicarte o te da vergüenza. Sobre todo de adolescente me han juzgado mucho por la fachada. Y soy el tío más normal y más sensato y más cariñoso que hay.
En las fotos de tu Instagram siempre tienes ese punto rapero…
¡Es que siempre he querido ser negro y rapero! (risas) Pero la realidad es que canto fatal.
¿Crees que la gente no te ha acabado de conocer de verdad?
Siempre pasa: prejuzgamos a las personas. Normalmente voy hecho un cuadro, en chándal, y debería arreglarme más, pero normalmente paso. Lo que pasa es que la gente dice: 'joe, hasta con un no sé qué en la cabeza tienes rollo, tronco', y quizá por eso parece que me preocupo más por la estética de lo que de verdad es. Y eso de la imagen de rapero, duro, hasta chulo… la realidad es que soy muy sensible y me emociono con bastantes cosas.
¿Cuándo ha sido la última vez?
Viendo una peli el otro día en un avión, volviendo de Sudáfrica. Una historia de amigos que les pasaba algo bueno.
¿Esa distancia entre lo que parece y lo que es te fastidia?
No siempre, porque yo también entro en ese juego al final. Algo que haces tú no te puede fastidiar. Eso no quita para lo dicho: que el prototipo de tío que parezco no lo soy, o no todo el tiempo.
Gatos, perros, caballos... Tienes un amor gigante a tus animales
Mucho. Tengo tres perros y dos gatos. Tienen esa bondad y esa lealtad que amo y trabajo por tener en mi círculo íntimo, porque ahí fuera no es fácil que esté. Te dan todo por nada, es la leche. Y no son rencorosos. No como algunas personas, que no olvidan un resquemor al cien por cien aunque digan que sí.
¿Te agobia la atención mediática desde que estás con Blanca?
Ha pasado ya tiempo desde ese primer agobio. Siempre pongo el ejemplo de que cada uno piense en los principios de cualquier relación. Es algo que te pone muy nervioso y se lo cuantas solo a los muy íntimos, casi como algo confidencial, así que imagínate que de repente llega una masa que apenas te conoce a preguntar cosas concretas, que quizá ni tú mismo sabes. Si seguirás, si no, si esto, si lo otro... Te sientes intimidado. A veces te 'ennovian' con alguien que quizá no tengas nada o que hayas quedado cuatro veces porque te lo pasas bien pero no va más allá. Nosotros llevamos ya un tiempo y todo está más claro, pero entonces era otra historia. Al final tu vida privada está muy expuesta.
Con tu anterior relación, con Andrea Duro, mostrabas más. ¿Has cambiado?
Fue por la juventud, por no saber. He tenido muy pocas relaciones y además largas. He aprendido. Cuando estás viviendo algo bueno, no tengo por qué hacer una foto y subirla. Las cosas de verdad las tienes que disfrutar tú y tu pareja y ya.
¿Os ayudáis a preparar los papeles?
Consejos no nos damos, me da bastante vergüenza actuar o preparar algo delante de Blanca porque quiero hacerlo super bien, pero sí nos ayudamos a pasar el texto, para memorizarlo, y hacer luego bien el trabajo fuera de casa. Trabajando estás concentrado, es otro rollo, no es lo mismo que en casa en pijama.
¿Crees que conocemos a Blanca o crees que le pasa como a ti?
A ver, en todo este engranaje, cuando vas a hacer entrevistas y tal, te montas un personaje que tiene que ver con lo que eres, con tu esencia, pero luego tiene más aristas. Seguramente si nos hubiésemos conocido tú y yo fuera de esta charla, verías también otras cosas de mí. Aquí yo quiero dar mi esencia, es decir, que soy un tío normal, sensato, de la calle, que me gusta trabajar y tengo la suerte de hacerlo en lo que me gusta, pero que no sabe si el año que viene estará poniendo copas o presentando otra serie. Que alguien diga, 'joe, pues no es tan mal tío, fíjate que parecía un gilipollas'. Supongo que a Blanca le pasa parecido. En realidad es una chica muy normal y muy curranta, que tiene mejores o peores días. Es parte de nuestro trabajo y, hasta un punto, del de los medios. Pero es muy entendible que si un día te están preguntando 30 veces la misma cosa y estás cansado y demás, pues acabes contestando peor de lo que deberías.
¿Te ha pasado?
En principio no, y espero que no me pase porque intento siempre ser respetuoso, pero imagínate que has roto con tu pareja y que te vienen a preguntar 30 veces. Cuando lo dejas con alguien se pasa muy mal, sobre todo la gente como yo que quiere tener relaciones serias… No sé si me explico. El amor te da lo mejor y lo peor. Cuando eres más feliz es con pareja, al menos yo. Lo mejor no te lo dan ni tus amigos ni tus padres ni nada, solo tu pareja. Y lo peor, lo mismo. Te deja hecho mierda. Son temas tan delicados, para bien y para mal, que a veces es complicado llevar.
¿Qué tal con los paparazis?
Podrían trabajar de otra manera. Van a sacarte lo malo: cuando estás mal o discutiendo o lo que sea. O siguiéndote a un metro, que te hacen pasar una vergüenza que no veas. Si yo fuese uno, me disfrazaría e intentaría sacar a esas personas lo mejor posible. Pero no, se van al extremo. Hay otros que te piden hasta un posado. O están 20 días en la puerta de tu casa y no te dan ni los buenos días. No puedo entender que quieran ir a malas. No beneficia a nadie. Somos personas con un trabajo concreto, nada más.