Manuel Carrasco dice estar "en el mejor momento" de su vida. Y parece no exagerar. Después de ocho discos, ha encontrado el equilibrio, dice, entre "no agobiarme" y "disfrutar". Las cosas van saliendo solas y él sigue componiendo. Esta semana, los frutos se le amontonan: la gente le para más que nunca gracias a 'La Voz Kids', pone la banda sonora a Divinity con 'Ya no', su single, y presenta nuevo disco, titulado con mucha intención 'Bailar al viento'.
¿Qué aire nuevo traes con este disco?
Traigo mucha ilusión, mucha emoción y la música que ha sonado dentro de mi en los últimos tres años. Hay una evolución grande a nivel personal y eso se refleja en lo musical.
¿Tiras de biografía?
Hay de todo, pero claro, hay una parte importante del disco que pasa por mí. Al final, sean historias personales o no, si están ahí es que pasan por mi filtro de uno. El mundo creativo es fascinante, porque entras ahí y vas abriendo puertas y cerrando otras y encontrando caminos que a la vez te divierten y a la vez te angustian. Terminar una canción que te guste es todo un logro. Y en este disco he juntado muchas de esas, de las que me gustan mucho. Y estoy feliz.
¿Cómo es el momento vital de Manuel Carrasco?
Siempre digo lo mismo, que me encuentro en el mejor momento. Pero es que sigue siendo así. Siento una especie de serenidad. No me estreso tanto con según qué cosas. Eso va pasando cuando cumples años y ya llevo unos cuantos en esta profesión: veo las cosas desde otro punto de vista. Y disfruto mucho más y me angustio mucho menos. Así que sí, estoy en el mejor momento de mi vida.
¿Aunque el single, 'Ya no', sea un desamor?
No son canciones que hice ayer. Ya estoy haciendo canciones que enseñaré en un par de años, así que imagínate. Estos tres años que no he sacado disco inédito han dado para mucho. Tampoco te voy a contar si es una historia personal o no, pero sí que creo que es un tema con un sentimiento fuerte, que a todos nos ha pasado alguna vez. Lo digo como yo lo siento y creo que mucha gente se puede sentir reflejada.
¿Qué otros temas son tus favoritos?
Es difícil decirte, pero hay dos temáticas, digamos. Hay un sonido nuevo dentro de lo que yo soy. Sigo la tónica optimista de los últimos trabajos: 'No dejes de soñar', 'Aprieta'… Y además hay otros temas en los que me meto de lleno en el sentimiento más importante que existe, que es el amor.
¿Es fácil escribir al amor?
Es muy difícil escribirle al amor o al desamor, porque se le ha escrito mucho y muy bonito, pero quiero que este disco cale bien fuerte. Lo quiero intentar, al menos. Esa es mi intención.
¿Cómo estás viviendo esta repercusión de ser coach de 'La Voz Kids'?
Lo noto mucho por la calle. El cariño de la gente, digo, los niños, la gente mayor… Al fin y al cabo entramos en el salón de su casa todas las semanas.
¿Muy emocional todo, no?
Muchísimo. Ahora que me veo desde el otro lado es aún mayor la emoción, porque ves la reacción de los padres, de los chiquillos… Es muy especial, la verdad. Cuando se emocionan lo paso hasta mal y me digo: ‘¿pero cómo no te diste la vuelta con ese?’ Se ve muy diferente desde el otro lado. Son muchos y no se ve todo en el programa, pero le decimos a 45 chiquillos que no. Me digo: ‘¡Madre mía en la que te has metido!’. Pero estoy disfrutando mucho, esa es la verdad.
¿Nuevo reto?
Que este disco llegue a la mayoría de gente posible y disfrutarlo en los conciertos, que es donde me siento como pez en el agua. Deseando que lleguen todas esas fechas de conciertos y sentir esa conexión con el público tan maravillosa.
Ahora también vas a poder conectar con el público a través de Divinity…
Sí, barra libre de conectar (risas). La verdad es que me gusta Divinity, cuando puedo lo veo, pero esta gente me tiene de acá para allá y no me deja tiempo de relajarme. Lo que más veo son las series .