Viene con un disco colorido y palpitante, como su vida ahora, dice. Lo titula ‘Amo’ y explica, sin inmutarse y en tercera persona, que lo que pasa es "que uno es Miguel y otro Bosé". Que así se tiene organizado. El primero es "un tipo de perfil bajo, aburrido, un hortelano que se queda en casa” y cuida de los cuatro críos que tiene con su pareja (Diego y Tadeo nacieron en 2011 y dos años más tarde hizo pública la llegada de Ivo y Telmo). El segundo canta, desmadra, es "un demente que cuando le sueltas el bozal no tiene reglas". ¿El detalle? "Se llevan fatal".
Miguel Bosé está inaugurando a sus 58 años una época esperanzada en la que "sabe qué quiere y cómo". Todo lo que le conforma está en este disco y repite que la portada lo deja clarísimo: los colores, los animales marinos (pensó en dejar su carrera para estudiar biología marina), la geometría, las flores, los inventos, la arquitectura, el conocimiento… "todo muy conectado, como los chacras". Parece que Bosé está contento, pero es difícil saberlo. Hay algo en él contradictorio y dual, carismático y excesivo. Y entre sus cambios, también los del país. Está con 'Podemos' porque, dice, "es tiempo de cambiar drásticamente": "Acusan al discurso de Pablo Iglesias de populismo y demagógico… pero es lo que está pensando 40 millones de personas de 46", añade.
Hablas últimamente de Miguel y de Bosé como dos personas diferentes, ¿has sentido la necesidad de protegerte?
(Sonríe) Nunca lo había hablado en público y un día lo hice y despertó mucha curiosidad. Es cierto, hay dos personajes que conviven en un envoltorio y están clarísimamente separados. No interfieren entre sí. Está Miguel, que es el ser humano que está de la cancela de la casa para adentro. No sale fuera, ese es territorio de Bosé. Son complementarios pero muy muy diferentes. Miguel mantiene un perfil bajo, por necesidad y además por vocación: un tipo familiar, amigo de sus amigos, hasta aburrido. Bosé es un demente que cuando le sueltas el bozal no tiene reglas ni está sujeto a nada, es un creativo.
¿Cómo se relacionan?
Bosé sabe que sin Miguel no hubiese podido jamás llegar a nada, pero Miguel necesita al otro para pagar las facturas. Conviven.
¿Pero se llevan bien?
Se llevan fatal (risas). Cuando me quedo a solas con los dos no sé por dónde me van a venir las hostias (risas).
Hay una canción que habla de tu padre, ¿quizá la paternidad te ha removido?
Mira la cara que se me queda [se queda sonriente]. Estoy ‘chocho’. Hasta que uno no se convierte en padre no sabe que hay determinados tipos de sentimientos. Pensé que me había enamorado, pero cuando tuve a los niños me di cuenta de que el amor de verdad está ahí indudablemente. Entiendes además otra una cosa que es muy importante: todo lo que tus padres te han querido. Hasta que no lo eres y empiezas a querer a tus hijos como los quieres no imaginas lo que ellos han podido quererte.
Tienes una gira extensa por Latinoamérica que empieza en mayo, ¿te vas a llevar a los cuatro?
No, voy y vengo y ellos se quedan aquí en la finca. ¿Sabes lo que son cuatro dementes? 'Locos bajitos', como decía Serrat. No, no… no es viable. Además cuando estoy fuera no gozo del entorno familiar, siempre que ha venido alguien de la familia a verme de gira me molesta, me distrae…
También hay una canción protesta… 'Sí se puede'
No suelo ser nada explícito, pero en este tema no podía nombrar tanto despropósito de otra manera. No quería decirlo de forma abstracta porque quería desahogarme. No reconozco esta España. 'Sí se puede' nació con otro ritmo, pero luego lo subí porque había que sudarla. Sudar la rabia para promover un cambio en las cosas. Acusan al discurso de Pablo Iglesias de populismo y demagógico… pero es lo que está pensando 40 millones de personas de 46. Es tiempo de cambiar drásticamente. Es que no hay otro discurso, claro que se puede dejar de hacer todo lo que se hace mal. Hice la canción y luego llegó el lema de 'Podemos'… estamos sintonizados en la misma cosa: y sí se puede, claro que se puede.
¿Qué hay de ti en este disco?
Normalmente en las letras no hablo de mí, al menos explícitamente, me gusta novelar las canciones, que tengan protagonistas, dramaturgia… me divierte más. Pero claro, cuando estás en territorio Miguel como he estado, esos metros en casa que en los que estás dentro de la cancela, no puedes evitar que se te escapen las cosas en los temas. Así que está quién soy en este momento, qué quiero, qué quiero denunciar y qué compartir.
¿Por qué 'Amo'?
Es una canción que manda en el disco y que está dedicada al saber, al conocimiento, a la curiosidad. Ese rasgo del carácter que te hace ir a investigar cosas nuevas casi de forma forense. Ese tipo de personas mantienen una parte de felicidad porque pueden seguir fascinándose por las cosas, dejarse embelesar por lo nuevo que van sucediendo. Mi hijo Tadeo, por ejemplo, sé que va a ser un hombre muy feliz porque nunca se va a cansar de conocer, va a ser insaciable de conocimiento… siempre va a estar en la brecha.
¿Qué amas de 'Amo'?
Amo el concepto y el resultado. Soy un perfeccionista, aunque sé que la perfección no existe: pero quiero llegar a eso que suena en mi cabeza… y creo que lo he conseguido. He hecho lo que quiero hacer hoy
¿Crear canciones te ha ofrecido más dudas que certezas?
Todo es una eterna duda. Cuando creas algo te quedas completamente solo, como en un naufragio con oleaje profundo y amplio y lo que hoy te parece maravilloso al día siguiente te parece una mierda. Y luego piensas en rescatar algo, pero no sabes si te estás auto convenciendo… Es una tortura. Es un proceso bastante desagradable, la verdad.
¿Renunciarías a un premio como ha hecho Jordi Savall?
A mí me dan un premio y lo pillo. He recogido todos los que me han dado porque activan la industria, los medios… todo. Los premios son maravillosos.
¿Cómo te definirías como hijo, padre, jefe y amante?
Excepcional. Cuatro en una: excepcional [risas].