Quan sabe lo que es sentirse diferente. Por eso pensó, tras publicar sus aventuras entre dos mundos en el cómic andaluchino 'Gazpacho Agridulce', que sería estupendo poder ayudar a las niñas chinas adoptadas a entender cómo habían llegado hasta este trozo del planeta. Nuria acababa de firmar la sexta edición de 'Cosas que brillan cuando están rotas', una de las novelas revelación de hace dos años. Ambas coincidieron en el espacio-tiempo y decidieron unir la potencia de sus imágenes y sus palabras para crear 'El gran libro de los niños extraordinarios', una joya en papel que amplía su enfoque inicial para que absolutamente cada enano pueda descubrir, a medida que pasa las páginas, "las señas de su propia identidad, haciéndolas brillar". El niño con gafas, la pelirroja, el hijo de dos mamás, el que perdió a un ser querido... todos tienes aquí un viaje mágico por recorrer, con tesoro sorpresa al final. Si tienen ustedes alguien cerca al que quieran con franqueza, háganle el favor de regalárselo.
¿Cómo surgió este libro a dos mentes y cuatro manos?
Quan: Hacía tiempo que tenía ganas de ilustrar un libro para niños, y en principio, aunque no lo contemos nunca, la idea original era narrar su origen a las niñas adoptadas chinas. Pero al hablar con Nuria, y al empezar ella a investigar, nos dimos cuenta de que no podemos contarle una ficción, que cada niño tenía que saber su verdadera historia. De ahí nació la idea de hacer un libro sobre la diferencia. Así que nos liamos la manta a la cabeza (risas).
¿Cómo es eso de ser española-china?
Quan: Difícil, al menos hasta que te encuentras. A principios de los 90 no había muchos como yo, así que me sentía sola y aislada. E incomprendida, eso sobre todo. No tenía ningún referente ni ningún libro, absolutamente nada, que me enseñara que no pasaba nada por ser distinta, por tener una familia de raza distinta a la mayoría, con lo cual llegué a pensar que era malo. Mis novelas gráficas ('Gazpacho Agridulce' y 'Andaluchinas por el mundo') fueron una liberación y luego descubrí que algo muy útil emocionalmente para aquellos que se sentían como yo.
¿Qué libro queríais crear?
Quan: ¡Uno que llegara al corazón!
Nuria: Uno donde cada niño fuera el auténtico protagonista y donde las señas de identidad y la diferencia de cada uno pudieran brillar. En otros libros infantiles abundan los enfoques que subrayan una sola diferencia. Un libro para el niño con gafas, otro para la niña pelirroja, el adoptado, el hijo de dos mamás, el que perdió a un ser querido... El problema es que cuando a un niño le colocas uno de estos libros en las manos, siente además que le estás pegando una etiqueta. "Este libro es para normalizar mi rareza", puede llegar a ser su traducción. Nosotras quisimos hacer un libro homenaje a la identidad y diferencias de cada uno.
¿Cómo es un niño extraordinario?
Nuria: Esa es precisamente la pregunta que resuelve el libro. Las niñas y los niños tendrán que trabajar duro para descubrirlo, puesto que se trata de un libro interactivo. Y en la última página encuentran la respuesta, que no te voy a decir para no hacer spoiler. Lo que sí puedo contar es que es un niño que se conoce y aprecia a sí mismo. Tan sencillo como eso. Pero este camino no es siempre tan fácil y por eso nos parece que 'El gran libro' es necesario para los enanos y muy especialmente para muchos padres y madres. Sirve para unir y pensar juntos. Para que los niños puedan pensarse y celebrarse y para que los padres puedan pensar y celebrar a sus hijos desde todas y cada una de sus milagrosas diferencias.
¿Cómo es el viaje que propone el libro?
Quan: Nuria me insistía día sí y día también: "¡Mágico! ¡Mágico! ¡Tiene que respirar magia!"
Tus niñas han hecho ese viaje. ¿Eso cierra una especie de círculo de madre-creadora?
Nuria: Aparte de los juegos y los espléndidos dibujos de Quan, el libro es un viaje a través de la palabra. Unas palabras que quisiera que mis hijas llevaran en el alma. En este sentido, nace directamente del amor y está atravesado por el aliento de una madre. Sin embargo, el libro ha sido sorprendente para ellas y para mí. Porque cuando supieron que estaba trabajando en un libro para niñas extraordinarias (la 'a' del título es andrógina, cambia de género en función de quién lo lea), creo que esperaban un libro sólo para ellas, donde fueran las únicas y extraordinarias protagonistas. Sin embargo, han descubierto que su madre ha preferido escribir un libro donde ellas son tan extraordinarias como cualquier otro, ni más ni menos. Cuando lo cuento a otros niños, se ponen un poco celosas (risas). Esto no lo esperaba, pero creo que es un buen regalo para ellas y para mí.
Una de las partes más interesantes es cuando se le pregunta cuántos padres y madres y madrastras y abuelos tienes. ¿Por qué es importante esa red emocional que rodea y acoge al niño?
Nuria: En esa parte del libro se trabajan los distintos de familias, pero es solo una parte. No es un libro para hijos adoptados, homoparentales, monoparentales o de familias convencionales. Es un libro donde se pregunta por la riqueza y diversidad de familia de cada niña y niño, como una de las muchas diferencias. El autoconocimiento empieza por entender y valorar el lugar de donde vienes y con el que te construyes.
¿Por qué es importante lo que lean los niños desde pequeñitos?
Nuria: Este libro se puede hacer una vez al año, porque cambia en función del momento de cada niño. Los adultos aprenderían mucho si lo hicieran juntos. Lo más especial es de hecho que los padres (u otros adultos con lazos emocionales importantes) deben acompañarles. En ese sentido es fundamental tener lecturas así desde pequeños, no tanto por la lectura en sí sino por coser vínculos con las personas que te quieren y que ayudarán a crecer.
¿Se escribes muy diferente para los enanos que para los adultos?
Nuria: En mi caso, absolutamente. Para empezar, para los adultos siempre he escrito en prosa y aquí sentí que no valía. Salió una palabra extraña, mágica, cargada de tiempo. Creo que son versículos, pero tampoco estoy segura. He medido cada palabra como si pudiera ser una rosa o un dardo. El peso de cada letra. En este sentido, creo que me impone mucho más entregar la palabra equivocada a un niño que a un adulto.
¿Por qué era importante que lo pintasen?
Quan: Ya no solo porque sea un libro objeto, que al final lo guardas como un recuerdo, sino por lo que representa: terminas el libro, lees por ejemplo el de tu primo o el de tu hermano y te das cuenta que todos somos distintos pero a la vez el mismo libro. Es una unión entre la diferencia y la similitud.
Lo más complicado y lo más sencillo a la hora de pintar estas ilustraciones...
Quan: Hacerlas bien (risas). Lo más difícil es no contar literalmente lo mismo que el texto, sino complementarlo. También los cambios de registro de una ilustración a otra, probar distintas técnicas hasta dar con la tecla... queríamos que el niño cada vez que se enfrentara a un pliego sintiera la magia. Que no se aburriera. Ten en cuenta 'competimos' con los ipads, lo audiovisual, los colores estridentes... el papel les queda algo lejano.
Y al final hay un tesoro…
Quan: No te cuento mucho porque no quiero hacer spoiler. Sólo decirte que es un tesoro precioso, y artesano, está en cada libro pegado a mano.
*Este sábado 26 de mayo, de 12.00 a 13.00 horas, estarán firmando en la caseta 334 de la Editorial Silonia.
*Quan Zhou estará además firmando 'Gazpacho Agridulce' de 13 a 14:30 en la caseta 72 y de 19.30 a 21.00 en la caseta 170