Este año tienes un aliado muy vistoso para pasar los días más fríos del invierno: los abrigos de pelo de colores. No sólo han desfilado en la pasarela, se han convertido en una de las prendas favoritas del street style y hasta las líneas low cost tienen modelos coloridos de pelo artificial. Tonos pastel, rayas de colores, mezclas imposibles, todo vale si quieres practicar esta tendencia tan divertida.
Azul y con rayas, la apuesta más arriesgada de los clásicos
Las firmas Max Mara y Fendi, dos clásicos renovados, han encontrado en el mar y en las rayas marineras la inspiración para crear algunos de sus abrigos peludos. Ambas han apostado por los patrones oversize, aunque en diferentes largos, reinventando la silueta clásica de este tipo de prenda para adaptarla a un público menos rígido, más joven y moderno.
Tonos pastel para acercar el verano al invierno
Este otoño-invierno los tonos pastel se han convertido en una de las grandes apuestas del año, una propuesta que Gucci trasladó con humor a la pasarela en forma de ‘total pink’ con abriguito de pelo incluido. Parece que se busca diluir las fronteras entre temporadas pues colores, estampados y prendas propias del verano van a alargar su vida más allá del otoño. Puedes evitar contrastes excesivos buscando un nexo de unión entre las prendas, exactamente lo que hace Eleonora Carisi con su vestido veraniego y el abrigo de color pastel.
Pelos de distintos tamaños para diferentes siluetas
Un tercer tipo de abrigo es el que mezcla diferentes colores y estampados, de los que encuentras versiones como la de Rodarte, en pelo largo -también llamados abrigos yeti- y la de Fendi, en pelo corto. Hay que tener en cuenta que un abrigo de pelo siempre va a ensanchar tu figura, pero la comodidad y confortabilidad que aportan en un día de frío gana por goleada a las cuestiones estéticas. Eso sí, si no eres demasiado alta elígelos de pelo corto y que no sobrepasen la rodilla.
Pelo natural versus pelo sintético
Finalmente está la posibilidad de elegir entre prendas de pelo natural o pelo sintético. Sin lugar a dudas la democratización de la moda, la versatilidad de los tejidos sintéticos, su ligereza y la conciencia ecológica son razones de peso para inclinar la balanza hacia los tejidos sintéticos y el abrigo de Asos es un ejemplo evidente. En cualquier caso, ya es posible engañar al ojo gracias a determinados procesos industriales y aquello que parece pelo, como el abriguito de Loéil, pueda no ser más que lana. Natural, ecológica, versátil, económica y ligera.