Vaqueros destrozadísimos: ¿hasta cuánto de roto es tendencia?

divinity.es 24/03/2017 17:24

¿Se nos está yendo de las manos? Lo de llevar los pantalones rotos, remendados y desgarrados está llegando a límites que rozan el absurdo. Hace ya varias temporadas que resulta complicado comprar un vaquero nuevo que parezca realmente nuevo, pero lo de este año se lleva la palma. Ahora la cosa se ha llevado al extremo, como en el híbrido entre short y pantalón, la falda transformer o el vaquero con ventanas. ¿Hasta cuánto de roto es tendencia?

Del vaquero roto al del bajo cortado a bocados

Ya nos habíamos acostumbrado a los vaqueros con efecto ‘naturalmente muy usados’ pero el efecto Vetements, que también en el denim supuso una revolución, se expandió como una fiebre el pasado año y por arte de magia todos los bajos de los pantalones aparecieron escalonados, como cortados a bocados. Eso tuvo su punto, era nuevo, moderno, fácil de hacer en casa y a supuso una evolución de los ya manidos pantalones rotos, a los que a estas alturas superaba con creces en modernidad, y a los rasgados en la rodilla, que se habían convertido en una maligna plaga. Pero ni el famoso modelo ‘reworked’ que lleva Selena Gomez (unos 1.600 euros de vaqueros) parece que haya conseguido desbancar a todos los demás.

Del muy roto al 'igual te has pasado de la raya'

El pantalón vaquero fue originariamente una prenda utilizada por los pescadores Genoveses que rediseñó y patentó varios siglos después Levi Strauss. Este pantalón se caracterizaba por ser muy resistente y se convirtió en la prenda más usada por quienes trabajaban a la intemperie. Eran tiempos en los que cuando un pantalón llegaba a este estado, lo normal es que fuera sustituido por otro. Ahora no, ahora si hace falta se les ata al guardabarros del coche y se les pasea durante meses por toda la ciudad para conseguir este 'efecto tan natural'. Puedes pensar que estamos rozando el absurdo, pero aún hay más.

¿Tanto roto se nos está yendo de las manos?

Pues lo cierto es que un poco sí. Una cosa es llevar un pantalón con algún roto o un rozado y otra muy distinta es que no lo puedas ni explicar: si es un short, un pantalón o un mamarracho. Se tenga o no se tenga estilo y se sepa o no combinar, puede que haya llegado el momento de decir hasta aquí, porque si te preguntas '¿hasta cuánto de roto es tendencia?' parece que no hay respuesta, porque al vaquero siempre le cabe un roto más.

Una cosa es hacerlo en casa y otra...

De aquellos rotos iniciales y aparentemente naturales a su ‘especie más evolucionada’ hay un largo trecho que incluso los fabricantes han decidido atravesar. ¡Imaginación al poder!, se han dicho al unísono, y han invadido las tiendas y catálogos con una especie de museo de los horrores del denim con pantalones más que rotos en Bershka, con vaqueros con ventanas a la calle en TopShop (que ya lleva Cristina Pedroche) y hasta alguno tan deconstruido como el de Zara, que ha derivado en falda transformer.