Belleza y más: cosas que hacen las danesas que nos van a solucionar la vida
Tienen en sus manos el secreto de la felicidad, la cosmética más eficaz, un estilo definido en decoración, algunos de los actores más atractivos de la televisión, firmas de moda que se han convertido en tendencia y ahora cuentan con equipo de Instagramers muy influyentes que está haciendo cambiar la manera de entender el estilo al resto del mundo. Las danesas son las nuevas francesas y vas a querer hasta su mal clima y la oscuridad de sus días.
El estilo de las danesas también es divertido
Si piensas en cómo viste una mujer danesa, probablemente lo primero que te viene a la cabeza es un traje de chaqueta masculino, sobrio, soso y oscuro. Pero si bien es cierto que tienen un estilo andrógino, esto no quiere decir que no sepan divertirse con la ropa. En su libro “Dress Scandinavian”, la estilista danesa Pernille Teisbaek trata de explicar las claves de su estilo y el de sus compatriotas.
En su cuenta de Instagram podemos verlo, pero además lo cuenta en su libro: aunque son sencillas, no son en absoluto aburridas y conocen todos los secretos para mezclar con gusto el estilo masculino y femenino. En línea con la mentalidad funcional del carácter escandinavo, la estilista resume en cuatro prendas básicas el armario de una danesa: camisa blanca, vaqueros, blazer y deportivas, pero no necesariamente tienen que llevarlo todo junto: pueden combinar las deportivas con vestidos y la blazer con una sudadera debajo. Otros de sus imprescindibles son las rayas marineras, las superposiciones (son las reinas en el arte de vestir a capas contra el frío exterior y las calefacciones interiores) y el menos es más, aunque se vuelven locas con los accesorios y las joyas: pendientes, anillos, collares y relojes, eso sí, masculinos para contrarrestar.
Si buscas inspiración, hay algunas estilosísimas danesas que te pueden ayudar. Además de Pernille Teisbaek, puedes echar un vistazo a la estilista Emili Sindlev, a la editora Jeanette Madsen, a Laura Tonder (asistente de diseño de Munthe), a la directora de moda Alex Carl, o a Marie Hindkær Wolthers, directora de belleza de Costume Magazine.
Lo cierto es que han conseguido que algunas de sus firmas se conviertan en las más deseadas del planeta y valgan como ejemplos los jerséis de Ganni o las parkas de pelo de Ducie que han conquistado el armario de influyentes británicas, españolas e italianas (Alexa Chung, Silvia García, Clara Alonso o
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" target="_blank" >Chiara Ferragni están entre sus fans).
La cosmética danesa: ecológica hasta el envase
Si en moda son andróginas, en cosmética son las reinas de los productos orgánicos, unisex y con diseño, como no, escandinavo. Sus cremas, especialmente diseñadas para el frio extremo, son respetuosas con el medio ambiente y siguen, en cuanto al diseño del embalaje, las líneas marcadas por el minimalismo (y en esto último son los reyes del mambo).
En línea con los principios del funcionalismo (propios del diseño de muebles) la idea es centrarse en las necesidades reales de la piel y huir de lo accesorio: productos de alta calidad, eficaces, fáciles de usar y con los ingredientes necesarios para cuidar la piel y el medio ambiente. Sin más florituras que lo estrictamente necesario, y eso se hace notar en el precio y en la piel (claro que la falta de sol ayuda a que las pieles se mantengan jóvenes).
Las marcas favoritas de las danesas son prácticas como Verso (diez productos para cubrir todas las necesidades de la piel), respetuosas con el medio ambiente como Mirins (productos libres de sustancias nocivas incluso en el embalaje, 100% biodegradable) o Nilens Jord (una línea de maquillaje sin perfume, parabenos ni micropartículas) y versátiles como Rudolph Care (para pieles sensibles y con línea especial para niños).
Hygge: el secreto de la felicidad
Dinamarca lleva siendo el país más feliz del mundo desde 1973, aunque el periodista británico Michael Booth se haya encargado de desmontar el mito con su ensayo “Gente casi perfecta. El mito de la utopía escandinava”. No obstante, hablar de Dinamarca es hacerlo de un país en el que los altísimos impuestos que pagan los ciudadanos se ven compensados con grandes coberturas sociales que permiten más armonía familiar y social. Pero hace relativamente poco tiempo el resto del mundo supo que el verdadero secreto de la felicidad de los daneses no está relacionado con su política social, sino que está en el Hygge (huu-gah).
El Hygge tiene que ver con las pequeñas cosas que te hacen sentir bien, con todo lo que es bueno para el alma, lo acogedor, lo que te hace estar relajado y cómodo. Es acurrucarse en una manta, tomar un trozo de tarta, cocinar una receta tradicional, ponerte un jersey de lana calentito, es decir, son aquellas cosas sencillas que entenderían tus antepasados, como encender un fuego en la chimenea. Lo importante es que seas consciente del momento y lo disfrutes.
En muchos aspectos se asemeja al Kinfolk, esa filosofía que se basa en la conexión con la naturaleza, la vuelta a las materias primas naturales, la comida orgánica, las recetas tradicionales y el deseo de pasar tiempo con la familia y los amigos o sencillamente disfrutando de la soledad.