Romántica, moderna, setentera, dandy o autoritaria… la blusa con lazada al cuello ha vuelto en todas sus versiones. Melania Trump la ha recuperado como símbolo de poder, tal vez inspirada por Margaret Thatcher, y es que el tamaño, la manera de atarla y con qué prendas la combines son determinantes a la hora de transmitir el mensaje que quieras dar. Hoy revisamos diversas maneras de llevarla y qué le cuentas al mundo con este gesto de atarte la blusa al cuello.
Atada con varias vueltas: un símbolo de autoridad
Atada y bien atada. Así la usaba la dama de hierro durante la década de los ochenta. Este estilo se convirtió en el uniforme de las mujeres de cierta categoría profesional, aquellas que sin renunciar en exceso a su feminidad, pretendían transmitir rigor con su manera de vestir a sus mayoritariamente masculinos compañeros de profesión. Este es el modelo que ha decidido copiar Melania Trump con un look monocolor en el que destaca una blusa de Gucci de la colección pre fall, de más de mil euros.
Combinada con flores para transmitir romanticismo
En el lado opuesto está el estilo delicado y romántico que otorga una lazada combinada con flores, cuya simbología se potencia si además se lleva en tonos pastel. Transmite feminidad, refinamiento y distinción, de ahí que sea la elección de Kate Middleton, quien se esfuerza en muchas ocasiones por transmitir una imagen demasiado remilgada de sí misma.
En blanco y negro al estilo esmoquin de Saint Laurent
Fuera cursilería. A mitad de la década de los sesenta Yves Saint Laurent enloqueció al mundo con un esmoquin femenino, el diseñador creó un traje de fiesta de estilo masculino sólo apto para mujeres fuertes y liberadas, cambiando la tradicional pajarita por una lazada negra. Hoy aquella lazada negra con camisa blanca masculina sigue transmitiendo seguridad, aunque ya estamos tan acostumbradas al traje pantalón que el resto del estilismo es opcional, ya lo lleves con esmoquin como Julianne Moore o con falda lápiz como Madonna, este estilo no pierde un ápice de fuerza.
Las mezclas más divertidas miran a los años setenta
Las locuras estilísticas del nuevo Gucci recuerdan mucho a la libertad que proclamó la juventud de los años setenta con su ropa. Esta firma es responsable de la vuelta de la lazada a las calles como parte de estilismos extravagantes, a veces chocantes, en los que las mezclas de tejidos, colores y estampados parecen tan aleatorias que empiezan por no convencerte y terminan por volverte completamente loca. Tweed con seda y cuero, rombos con cuadros y espiguillas, lúrex, plisados… es todo tan imposible que cuando funciona parece una manifestación espontánea de la personalidad de quien lo lleva.
Cómo combinan las lazadas más modernas
Si lo único que quieres es ponerte una blusa con lazada, sin más intención que adornar tu cuello, combínala con prendas actuales. Un vaquero estrecho y unos botines metalizados no sólo son capaces de modernizarla, también le dan un punto de sofisticación a tu blusa. Mezclada con pantalones anchos puedes conseguir un aire ‘vintage’ sin excederte, pero en este caso olvídate de los vaqueros si no quieres colarte en los setenta de cabeza. Apuesta por tejidos fluidos para conseguir un estilo elegante e incluso por el cuero para un look del siglo XXI.