¿Sabes qué es un cárdigan de jacquard? Vas a tener que aprender a atártelo este otoño
A veces aparecen prendas de las que te enamoras. Porque conoces su historia, porque son especiales, diferentes y porque cuando te las pones no te las quieres quitar de encima. Y esto es lo que te va a pasar con el cárdigan de Jacquard, la chaqueta de lana unisex con estampado navajo que ha llegado al olimpo de la moda de la mano de Alanui. Las réplicas no han tardado en aparecer y marcas como Etro o tiendas como Zara ya tienen sus propias versiones de la que se va a convertir en la prenda más buscada del otoño.
Una prenda que reúne muchas historias
El nombre de esta prenda es sencillo de traducir: un cárdigan no es más que una chaqueta de punto abierta por delante y el Jacquard es un tipo de telar que permite realizar dibujos en un tejido, así que en principio no hay nada nuevo bajo el sol. Lo verdaderamente especial de los modelos actuales es que sus dibujos se inspiran en las telas estampadas de las tribus indias americanas.
Y resulta que, remontándonos a las civilizaciones más antiguas (indios apache, navajos, incas, mayas…), tejer se considera un arte sagrado cargado de simbología, tanto por los colores utilizados como por los motivos estampados: el uso de los tonos de la tierra, los flecos que evocan la lluvia, las flechas que alertan de los enemigos, las líneas que señalan el buen camino… Si a todo esto se le añaden materiales nobles, un patrón unisex y unos empresarios tan cool como bien conectados, el resultado es Alanui.
Alanui, el éxito de Nicolò y Carlotta Oddi
Casi todas las marcas tienen una bonita historia detrás y la de los hermanos Oddi no podía ser menos. Ella, Carlotta, es editora de moda en Vogue Japón (es indudable que a relaciones en las altas esferas fashionistas no hay quien le gane), él, Nicolò, es empresario (y con esto parece que la parte de los números también queda cubierta). Con este currículo y en apenas un año (fue fundada en marzo de 2016), Alanui ha conseguido posicionarse entre la élite de las marcas de moda.
Según cuentan los hermanos Oddi, Nicolò regaló a su hermana una chaqueta vintage que compró en el mercadillo de Rose Bowl en Pasadena, Los Ángeles. Ella se la llevó de viaje a Hawái (de ahí su nombre, Alanui significa largo camino en hawaiano), a su vuelta le contó lo mucho que la había usado y nació la idea de crear una marca en torno a una sola prenda: un cárdigan de cachemir, unisex, con flecos y sin botones, que se ata con un cinturón. Cada seis meses renuevan sus estampados, que están inspirados en la iconografía de los indios americanos. Las chaquetas se elaboran artesanalmente y necesitan 11 horas de trabajo y 980 gramos de cachemir italiano, de ahí que sus precios ronden los 3.000 euros.
Cómo y cuándo las usa su mejor embajadora
Carlotta Oddi (una de esas 41 personas a las que Zara sigue la pista en Instagram) es estilista y forma parte del equipo de Anna dello Russo en Vogue Japón, así que no le faltan ni el gusto ni las relaciones en lo que a moda se refiere. Su estilo ecléctico y muy personal, en el que mezcla prendas románticas con zapatos de estilo punk, joyas vintage, piezas de segunda mano e incluso de mercadillo, la ha convertido en una estrella del Street style. Ella es, sin lugar a dudas, la mejor embajadora de su propia marca, cuyas chaquetas utiliza de día, de noche, en la montaña y en la playa. Además, para lanzar su firma ha contado con el apoyo de algunas de las mujeres más influyentes de la moda: Anna dello Russo -editora de moda de Vogue Japón (y jefa)-, Chiara Totire -estilista y también compañera de Vogue-, Alessandra Ambrosio, sin olvidar que también hay muchos chicos entre sus fans. Con todas ellas y ellos hemos aprendido a usar esta prenda, ya imprescindible, como abrigo o debajo de él, con vaqueros, con vestidos, en invierno y hasta en verano.
La alargada sombra de los replicantes
Exactamente igual que en la película Blade Runner, a las chaquetas de Alanui (sobre la que planea el fantasma de la apropiación cultural) le han salido replicantes: esos seres que imitaban a los humanos externamente, pero que sólo vivían 4 años y carecían de recuerdos. Lo curioso es que en esta ocasión existen versiones tanto de alto nivel como de bajo coste. Entre las primeras se encuentra algún modelo de Etro (1.120 euros) de su colección Pre-Fall inspirados, o eso dicen, en la artista mexicana Frida Kahlo. Entre los segundos, varias piezas de Zara, Mango, Stradivarius y Mioh, que difícilmente pueden esconder de dónde les viene la inspiración.