De cadena fina y con símbolos pequeños: todo sobre los nuevos collares tendencia entre las famosas
Son pequeños y discretos, se llevan solos, en pareja o a puñados. Tienen diferentes largos, distintas formas y muchos significados. Son los collares de la temporada y los llevan todas. Se los hemos visto a Sara Carbonero, a María Pombo, a Dulceida o Paula Gonu y los queremos todos.
Lo importante es que la cadena sea fina y colgar de ella charms que te traigan recuerdos o tengan algún sentido para ti: estrellitas, rayos, ojos, medallas, monedas, corazones, camafeos, cruces, lunas, caracolas, iniciales, animales y todo lo que te guste o signifique algo importante. Para llevarlo bien sólo hay que fijarse en cómo lo hacen las expertas.
Igual que Sara Carbonero, María Pombo colabora diseñando joyas con una de las firmas favoritas de las chicas más influyentes de Instagram, por eso es habitual verla con varios collares al cuello. Para conseguir que luzcan todos suele colocar uno en el cuello a modo de chocker y otro, o dos más, a lo largo del escote, pero nunca demasiado largos.
Su amiga María Fernández-Rubíes apuesta por un estilo más fresco en el que mezcla diferentes tendencias, combinando en cuatro collares letras con su nombre, conchas, colores, metal, bolitas y flores. Todo estudiado, pero aparentemente improvisado.
La bloguera mexicana Julie Sariñana prefiere darle un punto sexy a estas joyas minimalistas. Utiliza collares metálicos de diferentes largos de los que cuelgan una estrella, un par de medallones y un signo de la victoria. Pero lo interesante no es qué, sino cómo y eso lo resuelve con un escote profundo que deja ver todos sus charms.
Aida Domenech para su escote bardot elige cadenas más cortas, para que encajen en la parte de piel que queda descubierta, un par de ellas pegadas a la base del cuello en las que mezcla diversos abalorios pequeños. En la cadena más larga cuelgan un par de cruces, muy del estilo italiano, que se convierten en protagonistas y rompen con el minimalismo de las otras dos.
Al más puro estilo festivalero, Paula Gonu ha elegido collares de similar tamaño llenos de estrellitas. Los diferentes largos, que empiezan en la base del cuello y van cayendo en cascada a lo largo del escote, marcan la diferencia y ponen el punto divertido a sus joyas.
Una estrella, una medalla y un medallón para completar un estilismo boho han sido la elección de Ángela Rozas. La clave vuelve a estar en los diferentes largos, de este modo consigue que se puedan distinguir perfectamente los tres colgantes y, además, que el escote se vea limpio.
El efecto contrario busca Paula Ordovás con sus mezclas y superposiciones. Sin perder la sencillez propia de este tipo de collares y combinando sólo piezas metálicas, logra un escote algo más barroco gracias a la suma de diferentes largos y abalorios: letras que forman su nombre, una perla, un pez, eslabones y bolitas.