5 abrigos largos que te van a sentar tan bien a ti como el suyo a Cristina Pedroche
Largo, de cuadritos minúsculos, de estilo masculino, low cost y customizado. Así el nuevo abrigo de Cristina Pedroche, un modelo que sienta igual de bien si lo quieres llevar con ropa cómoda para el avión, o con estilismos más trabajados y fiesteros. Ahora que va llegando el frío, te proponemos otros cinco modelos de abrigos largos en los que invertir para tener cubierta toda la temporada.
El abrigo de la Pedroche
Este modelo de estilo masculino se puede encontrar en Primark, si es que aún no está agotado. Se trata de una prenda de cuadritos en tonos otoñales (dominan el camel, el burdeos y el marrón) que lleva un tiempo petándolo en Instagram y cuyo precio es de 40 euros. Ella ha decidido personalizar la prenda con las iniciales de su nombre y apellido bien visibles a la altura de la cintura, pero es igualmente interesante si se prescinde de este pequeño detalle. Lo mejor es que el corte masculino queda perfecto en todo tipo de cuerpos, de los más menudos a los más corpulentos, y es un comodín para combinar con todo tipo de prendas. Si te has quedado sin él, puedes encontrar un modelo similar en Springfield.
Otros abrigos masculinos
Pero el de Cristina Pedroche no es el único abrigo masculino en el que puedes invertir. Existen otros modelos, de patrones similares aunque con características diferentes, que sientan igual de bien y resultan igualmente estilosos. Hay que destacar tres modelos: el sastre, el abrigo marinero y el de estilo militar.
Entre los sastres, los abrigos clásicos masculinos, hay que diferenciar varios modelos (chesterfield, paletot, crombie…) según la botonadura (sencilla o doble), el tipo de bolsillos (parche, tapeta, ojal) o la forma de la solapa, pero de manera genérica se identifican con los abrigos rectos, de solapas y mangas sastre (similar a la de una chaqueta). Por otro lado están los de estilo marinero y militar, que incorporan detalles propios de los uniformes de estas profesiones: solapas, botonadura, trencillas, galones, charreteras… Aunque hay que tener cierta cautela a la hora de seleccionar los tejidos, todos tienen en común que, al ser armados de hombros, estilizan la figura.
Abrigos cruzados
Son una especie en sí mismos, aunque abarcan desde los femeninos y entallados, a los rectos y masculinos. Los más ajustados al cuerpo son perfectos para las figuras más menudas y suelen aportar un toque de formalidad al estilismo. Por su parte, los estructurados, amplios y masculinos al ser más holgados, encajan perfectamente en cuerpos más voluminosos y suelen encajar en looks de diario, aunque pueden aportar un toque interesante si juegas con ellos al contraste.
Abrigos de cuadros
Los cuadros son, sin duda, uno de los estampados protagonistas de la temporada. Además del clásico tartán, que no desaparece, este año invaden las prendas de abrigo cuadros de diversos tamaños y colores que van de los microcuadros, a los de tamaño XL. Encajan en todo tipo de patrones y no te puedes cortar a la hora de combinarlos porque combinan igual de bien con el traje sastre que con vestidos vaporosos y de aire hippie.
Estampado animal
El estampado que se disputa el trono del otoño es el de los animales salvajes. Si hasta ahora solo el leopardo había conseguido el estatus de estampado clásico, este año cocodrilos, cebras y serpientes se le han unido en una dura batalla por hacerse con el título de rey del asfalto. Si optas por cualquiera de ellos no intentes coordinarlo con el resto del estilismo porque la gracia está en que no pegue ni con cola.
El abrigo camel
Es el clásico entre los clásicos y si tienes uno de hace años, rescátalo. No importa si es de solapa amplia, de tipo batín, de patrón masculino… lo importante es el color: que sea camel. Combina con todo y a todas horas, así que no debe preocuparte si es el único que tienes. Además, este color tiene el poder de convertir en “bueno” todo lo que toca, es decir, que importa poco si es de lujo o low cost, porque en camel todo parece de buena calidad.