Si eres de las que se levanta de la cama como un oso panda, estás cometiendo uno de los errores más comunes y perjudiciales para la salud de tu piel: desmaquillarte mal los ojos. No nos cansaremos de decir que la rutina de limpieza es una de las claves imprescindibles para mantener la piel en buen estado y retirar el maquillaje es sólo uno de los pasos que implica dicha rutina. Te contamos cómo elegir el cosmético adecuado y cómo hay que realizar correctamente los movimientos para que desmaquillarse los ojos no tenga secretos para ti.
Elegir el cosmético adecuado
Puedes usar un solo producto para toda la cara o elegir uno específico para los ojos. Lo segundo es lo adecuado, ya que la piel del contorno es especialmente delicada. Conviene utilizar un limpiador suave, preferiblemente hipoalergénico, sin perfumes ni alcohol. Lo ideal es optar por limpiadores bifásicos, compuestos por una fase acuosa y otra oleosa, que son capaces de arrastrar hasta el maquillaje waterproof.
Pasos que se deben seguir
Antes de empezar, es imprescindible lavarse las manos y si llevas lentillas, retíralas.
Empapa un algodón o disco desmaquillante con desmaquillante elegido y deposítalo unos segundos en el ojo. Presiona delicadamente, déjalo actuar y a continuación deslízalo sin frotar en sentido vertical desde el párpado hasta las pestañas.
Cambia a continuación el movimiento y desplaza el algodón en horizontal de dentro hacia afuera. Recuerda que no es necesario restregar, frotar, ni hacer presión, el efecto depende del producto y no de la fuerza que apliques.
Utiliza un algodón distinto para cada ojo tanto para que el resultado sea óptimo como para evitar el contagio de posibles infecciones.
Otra opción es aplicar el desmaquillante con las yemas de los dedos masajeando en círculos y retirarlo a continuación con un algodón empapado en el mismo limpiador.
Si la máscara de pestañas se resiste, utiliza un bastoncillo impregnado en limpiador para terminar de desmaquillarlas. Cierra los ojos y pasa el bastoncillo con suavidad por las pestañas. Este truco también puedes utilizarlo para desmaquillar bien la línea de agua, ya que el bastoncillo es más preciso y evita que pueda entrar producto en el ojo.
Impregna un nuevo algodón con agua tibia y pásalo por el ojo para asegurarte de que está perfectamente limpio y retirar los residuos de desmaquillante. A continuación puedes continuar con tu rutina habitual aplicando el contorno con suaves golpecitos hasta que penetre en la piel.