Corte de pelo primaveral: preguntas y respuestas si quieres donar tu melena contra el cáncer
La primavera es uno de los mejores momentos del año para darle un nuevo estilo a tu pelo, es el momento de sanearlo y prepararlo para la llegada del verano. Si llevas un tiempo sin cortártelo, seguramente el invierno ha hecho estragos en las puntas y lo llevas hecho un auténtico desastre. Si es así, párate un minuto a pensar ¿y si en lugar de tirarlo a la basura mi pelo es útil para otras personas? Hoy queremos contarte la interesante experiencia de alguien que lo ha donado para pelucas solidarias y cómo es el proceso si también quieres hacerlo tú.
Un cambio de look solidario
María es una chica de Madrid que siempre había llevado el pelo largo. Un embarazo, ciertas complicaciones y un hijo sano después, se dio cuenta de que llevaba un año sin ir a la peluquería. “Pensé que tenía el pelo hecho un desastre, pero no era el momento de pensar en mi sino de estar agradecida porque mi hijo había nacido bien”. Me cuenta que había oído hablar de las donaciones de pelo para hacer pelucas solidarias (destinadas a personas que las necesitan y no las pueden pagar), así que se puso a investigar sobre el tema. Resultó que su pelo sin teñir era perfecto para hacer pelucas infantiles, así que lo tuvo clarísimo.
En su trabajo había coincidido con el padre de Mateo (medula para Mateo) y aunque ya disponía de información, prefirió consultarle la mejor vía para hacer llegar su mechón a la causa: niños enfermos de cáncer. Él le aconsejó que lo hiciera a través de la fundación Aladina y fue muy sencillo “me fui a mi peluquería habitual, donde siempre me he cortado las puntas, y les conté que quería donar la melena. Era la primera vez que oían hablar de ello, así que les informé de cómo era el proceso”: con el cabello limpio y seco, se sujeta la melena en una coleta o una trenza y se corta. “Luego, sólo tuve que enviarlo por correo”. Lo que para ti es un simple corte de pelo (el pelo crece), es muy importante para otra persona, especialmente si se trata de niños, porque el ánimo y la autoestima son fundamentales cuando se libran estas duras batallas.
Para ella, la labor del donante no acaba en el corte, es importante difundirlo: “empecé por contarlo en la peluquería, porque les pilló de nuevas, así que ya tienen experiencia cuando entre otro cliente solidario. Luego, en la calle, cada vez que me hablaban de mi nuevo look explicaba que había donado el cabello para hacer pelucas solidarias”. Dice María que la difusión es otro pequeño grano de arena, hay incluso quien comparte su experiencia en redes sociales (aunque no fue su caso), porque es cierto que las donaciones deben ser anónimas pero esta causa necesita que se conozca. Hace un año no había tanta información sobre este tema pero si quien hace la donación lo cuenta, aunque sea en su círculo más cercano, cada vez habrá más gente que se plantee la donación como la alternativa a la basura, que es donde acaban los mechones que no se donan. “Tardaré un par de años o tres, pero espero volver a hacerlo”. Seguro que lo hará y que su testimonio ayudará a que mucha más gente se sume.
Dónde, cómo y por qué realizar la donación
Existen diversas asociaciones a través de las cuales se puede realizar una donación de pelo que irá destinada a personas afectadas por la pérdida de cabello, ya sea por quimioterapia o por otros procesos que provocan su caída: Mechones Solidarios, Mi Pelo Por Ti, Pulseras Rosas, Asociación Española de Posticería (esta última tiene un acuerdo con la Asociación Española Contra el Cáncer) y cientos de peluquerías repartidas por toda la geografía española que te lo cortan gratis o por un precio simbólico si lo vas a donar. Los requisitos dependen de cada asociación y algunas no admiten cabellos con canas o sometidos a procesos químicos como tintes o permanentes, por eso es importante tener claro a qué asociación irá destinado el mechón de pelo y conocer las exigencias concretas de cada una.
En general, lo importante es que el cabello debe estar limpio y seco, da igual si eres hombre o mujer, la edad y el tipo de cabello que tengas, rizado o liso, natural o teñido, el único requisito mínimo es un largo a donar de 30 o 35 cm (para menores de 14 años basta con 20 cm). Tampoco importa si te lo cortas en una peluquería solidaria (en la que por el corte sólo te cobran una cantidad simbólica) o en la tuya habitual, porque en este caso lo puedes enviar por correo.
Cada peluca necesita para su confección una media de cinco mechones de pelo, una vez confeccionada se destina a personas que no cuentan con recursos para pagarla. En el mercado, el precio de una peluca de cabello natural oscila entre 600 y 1200 euros, es la razón por la que muchas personas, especialmente niñas y niños, se ven obligados a prescindir de ellas. No obstante, si se fabrican con pelo solidario el coste se ve reducido en un 70% y esto repercute en el precio final, que puede ser simbólico e incluso, si es necesario, las asociaciones las proporcionan a quienes las necesitan a coste cero.