¿Eres igual que Cameron Díaz, como Jennifer Lopez o del tipo Penélope Cruz? Dime qué tipo de mujer eres y te diré, entre los colores que se llevan, los que mejor te sientan. Existe una teoría que divide a las mujeres en primavera, verano, otoño e invierno y asigna a cada tipología la paleta de color que más le favorece. Sólo tienes que analizar tus tonos de piel, de pelo y de ojos para descubrir si eres fría o cálida, así sabrás la gama cromática con la que te sacarás mayor partido y por supuesto los colores que debes evitar.
Mujeres primavera: rubias de piel cálida al estilo californiano
Esta tipología de mujer se caracteriza por tener el pelo y los ojos claros -ya sean marrones, verdes o azules- y la piel clara pero de base dorada o melocotón. Es decir, es una rubia cálida cuya imagen se corresponde con chicas californianas del tipo Cameron Diaz.
Para determinar los colores otoñales con los que se verán más favorecidas hay que acudir a los de la gama más cálida. Los que más iluminan su piel son los tonos pastel y todos los colores de base amarilla, dorada y roja: los verdes, el rojo, el coral, el amarillo y el camel, son perfectos para potenciar su belleza.
Para no entristecer su rostro debe evitar los colores oscuros –negro y gris oscuro-, los tonos fríos –blanco, azules y morado- y los apagados -caqui, ocre y burdeos-.
Mujeres invierno: las morenas de piel fría del sur de Europa
Encajan en este perfil las mujeres de cabello negro o castaño, con ojos oscuros -ya sean marrones o azules- y de piel fría, ya la tengan muy pálida o morena olivácea, las típicas francesas, italianas y españolas como Penélope Cruz.
A esta tipología de mujer les favorecen los colores primarios y las tonalidades frías. Son las que mejor llevan el blanco, el negro y el gris. Pueden elegir toda la gama de azules y verdes, en cambio para el rojo hay que distinguir: sienta mejor si es carmín para las de piel olivácea y oscuro como el marsala para las pieles más claras. En general estarán favorecidas con todos los colores fríos: aquellos en cuya composición interviene el azul.
Estas pieles frías deben evitar los colores de base amarilla -tonos nude, beige, camel y tostado- con los que sólo consiguen empalidecer su rostro.
Mujeres otoño: las latinas de piel bronceada
Son mujeres de ojos marrones o verdes, de pelo castaño y piel bronceada o blanca pero de base dorada y cálida. La imagen podría ser Jennifer López, la típica mujer latina de sangre caliente.
Consiguen iluminar la piel con cualquier tonalidad cálida ya sea de base amarilla -el marrón y toda la gama de tostados, los verdes y los amarillos- o de base roja –naranja, salmón, azafrán y rojo.
Lo mejor es evitar los tonos fríos y los colores pastel, es decir, todos los que lleven base azul o blanca, porque provocan un contraste con su piel nada favorecedor.
Mujeres verano: las rubias nórdicas con piel de porcelana
Sabiendo que son las clásicas nórdicas son muy fáciles de identificar: ojos claros incluso si son de color marrón, cabello rubio claro o pelirrojo y piel de porcelana. Son tan delicadas como Jessica Chastain.
Este tipo de mujer encaja en la categoría de pieles de tonalidad fría, por eso los colores que mejor les sientan son los que tienen como base el azul o el blanco: colores pastel, toda la gama de azules y de verdes azulados. En cuanto a los rojos, tienen dos opciones: pueden elegir los más oscuros que van del tinto al violeta, o los más claros que van del salmón y al rosa.
Para evitar un excesivo contraste, no deben utilizar los colores puros. Tampoco les favorecen los tonos cálidos de base amarilla como los ocres, marrones o cobrizos, los naranja o los dorados.
Una regla fácil para saber si tu piel es fría o cálida es mirar el color de tus venas en el dorso del brazo. Si tienden a azul o violeta, tu piel es fría. Si tienden a verde, tu piel es cálida.