Guía de estilo veraniego para hombres: cinco consejos para evitar el look piscinero en la oficina
¿Te han dicho que si vas a la pisci en la oficina? Pues igual te lo mereces porque puede que sea lo más cómodo, lo más fresquito y lo que más te apetece llevar, pero una camiseta sin mangas, unas bermudas cortitas y unas chanclas no construyen un estilismo adecuado para ir a trabajar, salvo que seas de esos suertudos que lo hacen desde casa. Vestir para ir a la oficina cuando las temperaturas son asfixiantes no es tarea fácil, especialmente para los hombres, pero si aplicas unos cuantos truquillos podrás pasar con éxito esta prueba.
Un pantalón largo debe ser un aliado
Puede que las bermudas sean una prenda cómoda y fresquita, pero no es lo más adecuado para ir al trabajo, si tanto te gustan, resérvalas para tus momentos de ocio. Cuando llegan las altas temperaturas puedes optar por pantalones largos, lo único que tienes que hacer es olvidarte de los pitillos, elegir modelos anchos, de tejidos naturales como el algodón, el hilo o el lino y, si te apetece enseñar algo de pierna, de largo al tobillo, no más allá.
El polo, ese comodín estupendo que no tiene que ser pijo
Lo de las partes de arriba puede ser otro dilema a menos que apueste por una de las prendas de caballero más cómodas, versátiles y frescas: el polo. Puedes usarlo solo o bajo una americana (si te la exigen en el trabajo), combina bien con prendas formales e informales y los tienes para todos los gustos: clásico, minimalista, hípster… sólo tienes que encontrar el tuyo. Si te lo puedes permitir, una camiseta de manga corta será otra estupenda elección, pero las de tirantes aléjalas de la oficina.
La camisa también tiene sus códigos
En cuanto a las camisas, cuidado con la manga. Para enseñar codos hay dos maneras de hacerlo bien… y luego están las camisas de manga corta que es la peor forma de hacerlo. La primera es con una guayabera o camisa de estilo cubano: de hilo, ancha, recta y de cuello plano. Es un tipo de camisa muy veraniega y es fresca en la que manga corta tiene todo el sentido. Para todas las demás sólo hay una solución: remangarlas por encima del codo (por favor, nada de dar sólo un par de vueltas al puño)
Si la empresa lo exige ponte traje, pero claro
Es cierto que hay empresas que exigen traje a sus empleados, ya llueva, truene o haga un calor de justicia. Si es tu caso, en días especialmente calurosos olvídate de los colores oscuros y apuesta por tejidos frescos que dejen transpirar la piel: los ya mencionados hilo, lino y algodón, pero en general todos aquellos que tengan un peso de hasta 250 gramos el metro, no superior. Si nadie te la exige, olvídate de la corbata, apuesta por combinar el traje con un calzado informal, quítate los calcetines y sustitúyelos por pinkies.
Arriesga con el calzado ahora que puedes
Por muy formal que sea tu empresa, seguro que con el calzado no son tan intransigentes, así que aprovecha y arriesga. Sandalias, alpargatas, náuticos, chanclas, mocasines de rejilla, bambas o slipers son algunas de las alternativas que tienes para sustituir al zapato de cordones o al mocasín. Sólo hay que respetar una regla básica: llevar estos zapatos siempre con pantalón largo.