Hazte a la idea: esta primavera, salir a la calle en batín no te va a parecer raro
Hay ocasiones en que la moda se pone de nuestra parte haciendo malabares para que salgamos cómodas a la calle y si el año pasado hablamos del momento pijama, este año es el turno del batín (ojo, el batín y no la bata). Ha sido una de las propuestas más repetida de la pasarela y no ha tardado en llegar a los escaparates y la calle en sus diferentes versiones: de la más cómoda a la más sexy, en seda o en terciopelo, como abrigo, blazer o vestido. Hoy te damos algunas pistas sobre su manual de uso y la primera es no complicarte demasiado, es una prenda muy potente.
Unanimidad en la pasarela: el batín sobre todas las cosas
La pasarela, casi por unanimidad, ha declarado el batín como prenda imprescindible del armario para las próximas temporadas. Ha sido propuesto para primavera por firmas como Lanvin, Burberry (en muchas de sus salidas), Elie Saab, Gucci o Dries van Noten y, no podían faltar las versiones ‘low cost’. Además, la tendencia parece que se alargará hasta el próximo invierno por obra y gracia de diseñadores como Juan Vidal o Angel Schlesser. En los desfiles han aparecido sobre todo tipo de prendas: pantalones fluidos, vestidos románticos o de encaje y hasta completando estilismos de noche, pero en la calle las propuestas se han multiplicado.
Batín largo: a más contraste, mejor resultado
Posiblemente el éxito de esta prenda, que ha saltado de la habitación a la calle sin pestañear, se deba en gran parte a dos italianas: Giorgia Tordini y Gilda Ambrosio. Estas dos diseñadoras, con su firma Attico, confirman con cada uno de sus estilismos que el batín largo es la prenda imprescindible del año. Ellas, y otras como Candela Novembre, apuestan por llevarlo con todo y sobre todo: combinado con básicos (camiseta y vaqueros), con transparencias, con ‘slip dress’ e incluso sólo como vestido, lo interesante es la mezcla, el contraste y cuidar la elección de los complementos, así evitan parecer recién salidas de la cama.
El batín corto: del sexy al working girl
Si el batín largo puede hacer las veces de abrigo fluido, el corto es una versión ligera del blazer. Los tejidos más vistos en el Street style son el raso y el terciopelo, pero la manera de llevarlo refleja la personalidad de cada una. Puedes ser tan sexy como Kendall Jenner, combinándolo sólo con unas larguísimas botas, o apostar por una mezcla más fácil y llevarlo sobre todo tipo de prendas, como Sarah Harris con sus vaqueros. En resumen: sobre todo o sobre nada, de nuevo lo interesante está en los contrastes.
Cuidado con el resto del equipo, no te pases
Si el año pasado te hiciste con un modelo pijama, bien y si este año te quieres hacer con el batín, bien también. Hasta ahí todo estupendo, pero cuando tengas ambas cosas en el armario evita mezclarlas, porque la combinación puede ser un verdadero desastre. A menos que cuentes con un armario de complementos de infarto con el que consigas un resultado impecable, la unión está directamente abocada al fracaso. Esta combinación que puede parecer de lo más apetecible, moderna y atrevida es previsible, aburrida y poco interesante, además se parece demasiado a la que llevarías al salir de la cama.