Tendrás que dejar de girarte en la calle cuando te los cruces, porque ya están por todas partes. Se han convertido en una de las grandes tendencias de la temporada pero hay que cuidar mucho las prendas con las que combinarlo, porque el botín blanco no es una prenda fácil. En principio no se le presume estilo, pero es que tampoco lo pretende. Para que funcione es mejor jugar con su punto gamberro: ya sea al despiste o a seguirle la corriente. No te quedes en una zona intermedia porque no se entenderá nada. Estas son las instrucciones para gestionarlos bien.
Síguele la corriente o juega al despiste
Si te has decidido a colocarte unos botines blancos, pues que se noten. Combínalos con minis, para que no haya duda. Las opciones, ya sabes, son jugar al despiste o seguirle la corriente. Úrsula Corberó y Paula Echevarría apuestan por la primera, es decir, evitan cualquier asomo de chonismo en sus estilismos, de manera que son sus botines (de Stuart Weitzman la primera y de Úrsula Mascaró la segunda) son los que aportan el grado de atrevimiento que ambos necesitan.
El caso de Alessandra Ambrosio es todo lo contrario, le sigue la corriente al botín en todo su look: falda asimétrica fucsia, camiseta interior blanca, sujetador negro asomando por el tirante, mochila y cazadora negra de cuero. La gracia está en que el conjunto funciona mejor así que si hubiera elegido un calzado menos arriesgado.
Todo (o casi) al vaquero
Si quieres ir despacio empieza por combinar este calzado con pantalones vaqueros, pero no te vayas a lo fácil (vaquerito, blazer y camisa blanca). Para que no quede completamente desubicado, lo mejor es apoyarte en alguna de las tendencias de temporada. Lady Addict elige el flúor, Gilda Ambrosio el doble denim, pero tienes muchas otras que ayudan a situar al botín blanco en el contexto en el que tiene que estar, que es el otoño de 2018 y este año tienes para elegir: estampado animal, mono de trabajo, trajes de pana gruesa… Si has arriesgado con el botín blanco, no te quedes a medias.
Camina con paso seguro
ya hemos dicho que enseñar que los llevas es otra regla básica del botín blanco, porque significa que te atreves con ellos y que te importa muy poco lo que pueda opinar el resto del mundo. La solución está en elegir prendas como los pantalones popper (esos que van abiertos en el lateral) o con abertura frontal, faldas y vestidos de patrón midi, medio o mini, los culotes y hasta las bermudas. En definitiva, recuerda que no te debes quedar en las medias tintas, porque a las tendencias arriesgadas hay que plantarles mucha cara.