Jugar con muñecas es tendencia: en qué consiste esta nueva moda viral
Es inevitable que la llegada de los Reyes Magos nos recuerde a nuestra infancia, a esa época en la que cambiar de ropita, maquillar o cortar el pelo a las muñecas era la mejor manera de pasar las horas. Aquello que no era más que un juego se ha convertido en un arte que implica muchas horas de trabajo que dan como resultado verdaderas obras de arte. La customización de Barbies y Blythes consiste en personalizarlas de tal modo que, aun conservando la mayoría de sus características básicas, lleguen a convertirse en muñecas exclusivas, en algunos casos muy reivindicativas.
El arte de la customización de muñecas
Sólo el hashtag #doll nos devuelve más de nueve millones de entradas en Instagram, así que podemos hacernos una idea del interés que las muñecas despiertan fuera de la edad infantil. La customización de muñecas no consiste en maquillarlas o cortarles el pelo como hacíamos en los juegos infantiles, es un trabajo que implica horas de dedicación y cierta inversión económica para convertir una muñeca estándar en otra exclusiva.
El proceso se compone de varios pasos, aunque se pueden dar todos o solo algunos: se desmonta la cabeza o se borra la cara, se le cambian los ojos, se decoran los párpados, se añaden pestañas, se cose o pega un nuevo pelo que a veces incluso se tiñe, se da una nueva forma a la cara de la mueca tallándola sobre la original y posteriormente se maquilla e incluso hay quien les cambia hasta de cuerpo. El trabajo finaliza vistiéndolas y peinándolas al gusto de cada cual.
El peluquero de la Barbie
Quien nunca le haya cortado el pelo a sus muñecas, que levante la mano. Era uno de esos momentos emocionantes que siempre terminaban en desastre absoluto porque, una vez cortado, no tenía arreglo. Raifnha Silva es el artista brasileño que se esconde detrás de We Love The Royal Dolls, una cuenta de Instagram en la que el corte y el color de pelo de las Barbies es protagonista absoluto. También las maquilla y, en ocasiones, hasta les moldea la cara a imagen y semejanza de algunas famosas o de sus clientas.
Fundó The Royal Dolls en 2013 y desde entonces, utilizando la cabeza de la Barbie, ha recreado a personajes famosos tan dispares como Cher, Farrah Fawcett, Amy Winehouse, Frida Kahlo o Ariel la sirenita. Les corta el pelo, se lo tiñe, les pone extensiones, les borra la cara y hasta es capaz de crearlas desde cero.
Muñecas con una nueva cara
Otras dos artistas de la cusatomización son la belga Maryna Tezina, responsable de Poppen Atelier y la canadiense Marina Bychkova. El trabajo de la primera consiste en reciclar muñecas de segunda mano a las que corta el pelo y borra la cara para crear otras completamente nuevas y distintas. La segunda crea muñecas articuladas a las que da vida invirtiendo horas y horas de trabajo que incluyen esculpir, moldear, moldear, pintar, crear ropa, hacer joyas, bordar y peinar.
La creadora de personajes
Juliana LePine es una escultora brasileña que se dedica a crear muñecos articulados y se ha especializado en la elaboración de personajes famosos. De sus manos han salido figuras en miniatura idénticas a Freddie Mercury, Bitelchús, John Lennon, Amy Winehouse, Axl Rose o Paul McCartney.
La Barbie peleona
Trophy Wife Barbie (la Barbie esposa trofeo) es la cuenta de Instagram de la artista sudraficana Annelies Hofmeyr. Con una imagen muy diferente a la que nos tiene habituada, esta Barbie está coronada por un par de cuernos, como cualquier pieza de trofeo, pero se ha separado de Kent, tiene celulitis, fuma, mancha su ropa cuando tiene la regla, pasa de usar sujetador, no se depila, bebe vino y a la mínima oportunidad te hace una peineta. Lo suyo, más que cambiar la imagen a la muñeca, es dotarla una personalidad propia y distinta a la inicialmente creada por Mattel.