Este otoño viene cargado de referencias a mujeres que han pasado de largo los setenta. Con más de ochenta años, Yoko Ono será una de las protagonistas del próximo calendario Pirelli y no es el único guiño que les hace la moda, las colecciones de otoño invierno apuestan por el tacón bajo, el tweed y otras prendas que solían ser territorio exclusivo de mujeres bien vestidas que hoy tienen edad de ser abuelas. Ahora nos toca copiarles el estilismo pero cuidado, inspirarte en ellas no significa vestirte como ellas. Te damos algunos trucos para convertir el estilo de hace décadas en un ‘look’ del S.XXI.
Pelo blanco
Desde la pasada temporada una afición por teñir los pelos de blanco está invadiendo de canas las cabezas de jovencitas y de quienes no lo son tanto. Si eres muy joven, tanto como la actriz Amandla Stenberg, difícilmente un pelo de aspecto canoso conseguirá ponerte años pero su estrategia de lucirlo con efecto trencitas deshechas añade un plus de diversión a su cabeza.
Para llevar una melena blanca perfecta, el ejemplo es la de la estilista Sarah Harris, lo primero es doblar los cuidados del cabello: más nutrición e hidratación para que brille y tenga un aspecto sano. Para que no te sume años es importante cuidar el maquillaje y el estilismo: olvídate de artífico y apuesta por un ‘look’ muy natural.
El bolso
El de abuela es un tamaño de bolso mediano, ni tan pequeño que no cabe casi la mano, ni tan grande que se llena hasta que pesa demasiado. Es decir, es el tamaño bolso que llevó Sophia Loren en “matrimonio a la italiana” allá por 1964 y que todas deberíamos usar pero casi ninguna lo hace.
Si apuestas por este tipo de bolso, evita que tus prendas recuerden mínimamente al estilo de la época. Los pantalones rasgados y la cazadora de piel de Gigi Hadid o el vestido vaquero de Kate Bosworth son dos ejemplos de cómo no dejarte llevar por la melancolía.
El zapato
Una de las grandes vueltas del otoño ha sido la del zapato llamado Soulier creado por Gabrielle Chanel en 1957. Es un zapato bicolor, destalonado y con el tacón cuadrado que hizo las delicias de mujeres como Romy Schneider durante los años cincuenta y sesenta y que entonces se combinaba con los trajes que la propia Coco Chanel diseñaba para ellas.
Sin duda es una joya y ha sido acogido con los brazos abiertos por las estilistas, editoras y ‘fashionistas’ más influyentes, aunque la manera de llevarlos dista mucho de cómo lo combinaban las que hoy podrían ser sus abuelas. Un sencillo vestido largo y otro mini bastan a Gilda Ambrosio y Leandra Medine para actualizarlos.
Blusa con lazo al cuello
Tiene un inevitable aire ‘vintage’ y es imposible no recordar a Margaret Thatcher o a Grace Kelly luciendo la blusa con lazada al cuello, ambas adultas, a finales de los años setenta. En aquella década se hacían en tejido de seda, las mangas eran de patrón abullonado y se usaban con falda trapecio o con pantalón acampanado.
Hoy han vuelto sin perder su aire setentero de la mano de Gucci, pero es en la manera de combinarlas donde radica la diferencia. Puedes llevarla como única protagonista de tu estilismo, a la manera de Kate Moss que la mezcla con un estilismo totalmente negro. Otra opción es jugar con el ´más es más’ de Helena Bordon: lazo, lencería, transparencias y estampados.
El tejido de tweed
La clase de Audrey Hepburn no la matiza ni el paso del tiempo, pero es una realidad que su traje de tweed, tal como lo llevaba en los años cincuenta, para lucirlo con estilo hoy solo podría llevarlo alguien como ella. Cualquier otra persona que lo intente se pondrá de diez a quince años encima.
El tweed envejece a quien lo lleva y por eso es preciso combinarlo con prendas muy actuales o realizar mezclas imprevisibles con otros tejidos. La primera opción es la de Julia Restoin Roitfeld, que ‘sensualiza’ el traje de tweed con un ‘crop top’ y sandalias de tacón. La segunda la elige Bianca Brandolini D’Adda, que mezcla su abrigo de tweed con transparencias de encaje y botas militares.
Estampado de cuadros
Aunque se trata de un estampado intemporal, los años cincuenta y principios de los sesenta se rindieron a ellos en forma de abrigos combinados con faldas lápiz, el conjunto de Shirley Maclaine, o en las faldas de vuelo con las que recordamos a Brigitte Bardot.
Si no quieres quedarte en el estilo ‘vintage’, evita combinar las faldas de capa con bailarinas, mejor apuesta por un calzado transgresor como las sandalias de Blanca Suárez. Si optas por los vestidos retro, busca un patrón que sorprenda de alguna manera, Olivia Palermo lo lleva con escote de vértigo para restarle cualquier tipo de nostalgia.