La estábamos esperando y por fin hay foto. Malú y Albert Rivera de compras, ella aconsejándole sobre cosmética, él dejándose aconsejar.
Parecen estar buscando un antiojeras, ella se lo aplica con delicadeza en la cara, él se mira al espejo y está claro que el resultado le gusta. Si no tienes una Malú en tu vida que te diga cómo elegirlo, te damos los consejos básicos para acertar con el maquillaje antiojeras.
Cómo elegir el color
Lo primero que hay que matizar es que un corrector de ojeras es exactamente lo contrario de un iluminador. Un corrector tiene como función corregir imperfecciones, un iluminador potencia y resalta aquellas zonas en las que lo apliques. Así que, a la hora de elegir un corrector, que no te vendan nada que brille.
La elección del color depende de dos cosas: de si te maquillas o no y del tono de las ojeras.
Si te vas a maquillar después, puedes usar un corrector-matizador que se utiliza para camuflar manchas, cicatrices y ojeras de color intenso: si las ojeras son de color azulado necesitas un corrector de color naranja y si son violeta, lo ideal es elegirlo amarillo.
Si no te maquillas, debes utilizar un corrector beige, pero también aquí hay varias opciones: si tus ojeras marcan un hueco bajo el ojo, elige un corrector que tenga un tono menos que el de tu piel, si la ojera es abultada, busca un tono más oscuro al de tu piel y si no hay que corregir volúmenes, elige un color exacto al tuyo.
Cómo elegir la textura
Lo segundo en que te tienes que fijar es en la textura del corrector. En el caso de los hombres, especialmente si no están habituados a maquillarse, es importante optar por una textura fluida, primero porque son más fáciles de aplicar sin errores y segundo, porque al ofrecer una cobertura media apenas se nota y no marcan las líneas de expresión ni hacen efecto acartonado.
Las texturas más recomendables para hombres son en barra, mousse y corrector líquido. Las de barra son bastante cubrientes, así que hay que ser cuidadosos y usar poca cantidad. La mousse tiene de bueno que es muy ligera y perfecta para pieles grasas ya que al contacto con la piel se transforma en polvo. El corrector líquido es el más recomendable para pieles secas, además es el más fácil de usar, pues se acompaña de un pincelito para su aplicación.
Cómo aplicarlo
Una vez elegido el producto adecuado, el tercer factor determinante es el modo de aplicación. Lo ideal es que lo hagas una vez te hayas tratado la piel con tus cremas diarias. Si utilizas base de maquillaje, usa el corrector-matizador antes y si sólo vas a utilizar corrector beige, después.
No hay que arrastrar el producto por todo el contorno, lo ideal es aplicarlo bajo el ojo (nunca en el párpado) a golpecitos con los dedos y difuminarlo con una brocha suave en forma de triángulo invertido (no hace falta que el triángulo te llegue a las mejillas). Insiste en difuminar bien los extremos para que se fundan perfectamente con tu piel y no se vean cortes.
Si al aplicarlo compruebas que has comprado un corrector demasiado cubriente, puedes rebajar su densidad mezclándolo con el contorno de ojos, porque la clave es que no se note que lo llevas.