Si lo primero que te viene a la cabeza cuando miras tu pelo en vacaciones es 'esto sólo lo arregla un buen corte', espera un momento. Antes de tomar una decisión tan radical puedes probar varios trucos que ayudan a que luzca más sano, hidratado y brillante. No te llevarán demasiado tiempo, se trata de cambiar ciertas rutinas y añadir otras muy sencillas que le devolverán la alegría que el sol, el cloro y la sal se han encargado de quitarle.
Aplica aceite en medios y puntas
El cabello se reseca por efecto del sol, el viento y la sal, así que en esta época es necesario aportarle un extra de hidratación. Un buen método si pasas los días en la playa es, además de utilizar una protección específica, aplicar en medios y puntas aceites hidratantes entre baño y baño. De este modo se crea una película protectora que impide el debilitamiento y rotura de la fibra capilar, además supone un aporte extra de nutrientes para el cabello. Elige aceites vegetales como el de sésamo, granada, almendras, argán o coco. Al llegar a casa lávalo con normalidad, pero procura hacer caso a las siguientes instrucciones.
Cambia de champú
Durante el verano es recomendable buscar champús con ingredientes más naturales, sin sulfatos, siliconas y parabenos. La razón primordial es que son menos dañinos para el cabello, ni lo debilitan, ni lo resecan, ni lo deshidratan, sólo lo limpian. Por otra parte, debido al aumento en la frecuencia de los lavados, si continúas usando el champú habitual conseguirás arrastrar la coloración que lleves en menos de una semana.
Cambia el acondicionador por mascarilla
Otra buena costumbre es aumentar la frecuencia de uso de mascarillas hidratantes. Si durante el año la utilizas una vez a la semana, ahora es conveniente usarla siempre que te laves el pelo, porque constituye un chute de hidratación y nutrición. Lo ideal es hacerte con una que no necesites enjuagar para dejar que actúe toda la noche.
Aclara con agua fría
Aunque te parezca una tortura, es bueno que el último aclarado lo hagas con agua fría, pero no hace falta que esté helada. El agua fría ayuda a mejorar la circulación sanguínea del cuero cabelludo y a mantener el color, además aporta brillo porque cierra la cutícula del cabello evitando la rotura de la fibra capilar.
Pasa del secador y modera el uso de las planchas
Si el frío la va bien al pelo no se puede decir lo mismo del calor, así que intenta dejarlo secar al aire o usa el secador a la temperatura más baja y separado del cabello. Desde luego siempre será mejor usarlo que acostarte con el pelo mojado. En cuanto a las planchas y tenacillas, tampoco son recomendables. Si las necesitas, utiliza una temperatura media, siempre con el cabello completamente seco y habiendo aplicado previamente un protector térmico.