Para los pantalones, para las faldas, para las recatadas, para las sexis, para el día, para la noche… la cazadora vaquera es al armario lo que una bebida refrescante al calor: un imprescindible. Esta prenda, perfecta para el otoño, se asocia a los estilismos más 'casual', pero sus posibilidades van mucho más allá: del 'look lady' de Olivia Palermo al 'grunge' de los noventa, sin olvidar que puede ser el contraste perfecto a prendas demasiado formales o a un vestido lencero como el de Rihanna. Anímate a recuperar el amor por tu cazadora vaquera: te damos los trucos para cada situación.
Recupera sus orígenes ‘grunge’
Si buscas un estilismo estudiadamente descuidado, puedes inspirarte en la década del 'grunge', cuando las prendas sucias y la ropa desgarrada, pintada y customizada eran el pan de cada día para cantantes como Kurt Cobain y su legión de seguidores.
Puedes no complicarte demasiado la vida y combinarla como Ruby Rose, con una camiseta, un short desflecado y unas deportivas, o darle el punto étnico que le puso Poppy Delevingne en Glastonbury con unas botas de media caña de Rug Boots. Para las más literales está el ejemplo de Rita Ora que apuesta por las superposiciones, la camisa de leñador y unas Adidas Stan Smith diseñadas por ella misma.
Estilismos ‘effortless’
Componer un estilismo cuidado que parezca improvisado es un trabajo en el que, partiendo de prendas sencillas, puedes conseguir un resultado tremendamente ‘chic’. La clave está en evitar las estridencias, en el menos es más y en saber elegir y combinar prendas básicas -la cazadora vaquera lo es- con otras de tendencia sin que parezca que te has esforzado en elegir cada pieza.
Un buen ejemplo del estilo ‘effortless’ es el ‘look’ de Liya Kebede que combina con naturalidad un vestido largo de rayas con cazadora vaquera. También la elección de Helena Bordon en cuyo estilismo sólo destaca el estampado de rayas de su pantalón ‘palazzo’. Si a este estilo relajado quieres añadir una prenda de tendencia es mejor inclinarse por las que no tienen estampados y las de patrones sencillos, es el caso del vestido de ante de Viviana Volpicella: pura moda pero sin aspavientos.
Estilo urbano
Una cazadora vaquera puede ser el contrapunto necesario para moderar los excesos de un estilismo que, de otro modo, pasaría por demasiado artificioso en la calle. Un ejemplo claro es el escote de Ariadne Artiles, que no encajaría como ‘casual’ si no fuera acompañado de esta prenda.
El ‘denim’ tiene la facultad de convertir en cotidianas prendas que de otro modo estarían reservadas para eventos especiales, como la falda con abertura hasta el muslo que lleva Gilda Ambrosio o el pantalón de seda de Jenna Lyons. La clave está en tirar de otros básicos como la camiseta blanca y en perder el pudor a llamar la atención.
La nueva ‘lady’
El estilo ‘lady’ del siglo XXI admite tantas variaciones y permutaciones como las matemáticas. Ya es difícil encontrar una ocasión en la que el traje de tweed completo –fantástico por otra parte- encaje cómodamente en tu vida, lo habitual es que se combinen prendas de diferentes materiales, colores y texturas, aunque se conserven ciertos códigos de décadas anteriores.
Los vestidos y faldas, ya sean de vuelo o de patrón lápiz, son unas de esas prendas femeninas que llevan impresos los códigos clásicos del vestir, por eso una cazadora vaquera puede ser el complemento perfecto para actualizarlas. El ‘look’ de Pipa Middleton, que raya la ñoñería, se salva gracias a su micro-cazadora y los de Caroline Issa y Olivia Palermo, con sus faldas ‘midi’ y cazadoras vaqueras, ya no pueden ser más perfectos.
Moderar el sexy
En ocasiones sucede que un estilismo, aún compuesto por prendas sencillas como una falda negra, un vestido blanco o un pantalón de algodón, acaba siendo demasiado sexy. Está claro que todo depende del patrón de la ropa y de cómo la acompañes, porque puedes equilibrar el ‘look’ con otras prendas.
Una falda lápiz negra combinada con camiseta de tirantes y zapatos de tacón, el estilismo de Rosie Huntington-Whiteley, un vestido ceñido con los hombros descubiertos, el de Sara Nicole Rossetto, o un pantalón de algodón combinado con un ‘crop top’, los que lleva Gigi Hadid, podrían ser el sumun de la sensualidad si no hubiera entrado en juego una cazadora vaquera.
Vestidas de noche
No te limites a usar la cazadora vaquera como elemento moderador de tus estilismos, a veces puede hacer por un ‘look’ de noche lo que ninguna otra prenda puede hacer por él: modernizarlo.
Para una salida nocturna, optar por un pantalón negro de lentejuelas no es ningún atrevimiento y si bien es cierto que tampoco lo es elegir una cazadora vaquera como lo lleva Kendall Jenner, al menos no caes en la obviedad de combinarlo con una chaqueta de esmoquin. En cuanto a los vestidos lenceros, es una buena elección para no sucumbir al romanticismo más absoluto. Ya lo combines con zapatos de tacón como Aurora Sansone, ya te atrevas con las converse de Rihanna.
Customizar la tuya
Y si aún te parece poco, puedes incluso dar una nueva vida a tu antigua cazadora, esa que ya no te pones por antigua, por aburrida o porque le has cogido manía. Pinturas especiales para tejidos, tachuelas, parches, imperdibles,…, una buena dosis de paciencia y un manual de instrucciones DIY serán los ingredientes necesarios para convertir esa prenda antigua en tu nuevo objeto de deseo.