Creativos y modernos hasta el infinito y más allá. Así era el tándem formado por David Delfín y Bimba Bosé. Junto a los hermanos Postigo -Deborah, Gorka y Diego- fundaron la firma davidelfin, un huracán que revolucionó la moda española. Jugó a diferenciarse del resto a base de patrones imposibles, mucho espectáculo y una firme convicción en la igualdad de géneros, que se manifestaba en colecciones andróginas y unisex, defendidas como nadie por su musa. Hacemos un repaso de algunos de sus hitos, que pasarán a la historia de la moda en nuestro país.
La caligrafía de la mano izquierda que hizo marca
David Delfín llegó a la moda a través de la pintura. Tras realizar varias exposiciones, en 1999 decide utilizar como lienzo prendas militares de segunda mano con algunos textos escritos con la mano izquierda, una tipografía que se convirtió en seña de identidad de la marca, que nacería un par de años después. En 2001 fundó la firma davidelfin junto a Bimba Bosé y los hermanos Postigo (Deborah, Gorka -su pareja de entonces- y Diego, pareja de Bimba) y en 2002 ya estaba desfilando en la pasarela Cibeles. Bimba y David eran el tándem perfecto: una pareja estilosa y moderna, el diseñador rebelde y la musa andrógina, que agitaron las conciencias más aburridas.
Pasarela mixta y colecciones unisex
Para davidelfin, sus colecciones no eran solo ropa. Siempre dijo que las emociones eran el motor de su trabajo. Desde el principio hizo que hombres y mujeres desfilaran en una única pasarela compartida (eso que ahora parece tan revolucionario) y en muchas ocasiones con prendas idénticas. Utilizaba la ropa como medio en el que plasmar sus inquietudes y el resultado era la suma de la libertad, el amor y un mensaje: viste como quieras.
La obsesión por el patronaje
La necesidad de experimentar con el patronaje terminó siendo marca. Como si el taller fuera una sala de experimentos, deconstruía los patrones, los mezclaba e incluso a veces prefería dejarlos a medias, dando como resultado unas extrañas criaturas, híbridos entre camisas y chaquetas, camisas doble, medias chaquetas o chalequillos con hombreras, entre muchas otras nuevas especies.
Mil maneras de reinventar la camisa blanca (siempre abrochada)
Siempre abrochada hasta el último botón, esa es la única consigna que repetía colección tras colección. La camisa, especialmente la blanca, se convirtió en uno de sus fuertes, una prenda con la que hizo malabares: abrochada, sin botones, con y sin cuello, con una sola manga, con medio delantero, con pajarita, con o sin cuello, con la tirilla del cuello plegada en el frente… Imposible dar cabida a todas las versiones.
'Show must go on'
Muy criticado por sus puestas en escena, nunca se detuvo a escucharlas. Aunque se disculpó cuando fue necesario, no por sus intenciones sino por 'no haber sabido transmitirlas', nunca se rindió a los cánones establecidos en la pasarela. Hacía espectáculo con sus desfiles, los convertía en una fiesta, el público lo esperaba y siempre llenaba aforo. 'Show must go on', David, pero te echaremos mucho de menos.