El embarazo, especialmente cuando ya está muy avanzado, es una fase complicada para elegir modelos con los que verse favorecida, sobre todo si no te apetece nada llenar el armario de ropa que sólo te vas a poner durante unos meses. Pero la casualidad ha hecho que coincidan en el tiempo (más o menos) los embarazos de algunas de las chicas con más estilo de los front rows de medio mundo. Vamos a rastrear sus looks en busca de buenas ideas que poner en práctica durante esos meses en los que el cuerpo cambia casi a diario.

Cazadora sobre todos los vestidos

Vaquera, de cuero, de borrego… el material no importa, pero las dimensiones sí. Si quieres darle un punto a cualquier vestidito camisero o de punto, búscate una cazadora amplia (en la que entre tu nuevo cuerpo) y colócatela encima de todos ellos, conseguirás darle un giro a un look más que previsible y si además eliges una oversize, el extra de estilo estará asegurado.

No es necesario que inviertas en prendas nuevas, puedes tirar de armario, del de tu chico, claro. Es una buena manera de reinventar el estilo boyfriend. Puedes jugar con las dimensiones de la prenda subiéndote las mangas, sumándole un cinturón que te la ajuste por encima del vientre o sencillamente llevando con garbo unas cuantas tallas más de la que usas habitualmente.

El accesorio imprescindible es el cinturón

El truco que usan Chiara Ferragni y Pernille Teisbaek (mamá primeriza reciente) es de los que mejor sientan al cuerpo de una mujer embarazada (antes de los 9 meses). Consiste en utilizar prendas ni excesivamente amplias ni demasiado ajustadas y ceñirlas al cuerpo por encima del vientre, como si hubieran decidido desplazar unos centímetros hacia arriba sus cinturas. Para que funcione es fundamental que se trate de ropa recta o sin demasiado vuelo para evitar el efecto “estilo imperio” que, aunque pueda resultar cómodo, no es demasiado moderno.

Cómo combinar un vestido premamá

Si has caído en la tentación de comprar un vestido premamá un poco cursi o, aún peor, te lo han regalado y te lo tienes que poner, puedes convertirlo en una prenda divertida si utilizas el efecto sorpresa. Toma como ejemplo a Veronika Heilbrunner, que ha sumado a su vestido romántico un plumas arcoíris y unas botas militares, aunque puedes inventar otras fórmulas igual de locas y resultonas.

Un vestido de cóctel en raso

Es una de las prendas que más gusta a las embarazadas vips, porque el raso tiene un par de cosas estupendas: por un lado, no se ciñe al cuerpo y por otro, debido al peso del tejido, estiliza bastante siempre que no lleves la talla excesivamente ajustada, así que como opción es fantástica en ese momento en que tu cintura se ha transformado en una gran pelota. Otra maravilla es que, según cómo lo combines, puedes reservarlo para ciertas ocasiones llevándolo sólo o con un abrigo especial (el de Eva Longoria, de tejido similar al del vestido, recuerda bastante al estilo Kardashian) o usarlo para momentos más cotidianos sobre unos leggins o con blazer, cazadora o abrigo de lana.

Los vestidos de gala: de la atrevida a la clásica

Para vestir de noche hay que evitar parecer una mesa camilla: nada de fruncidos bajo el pecho que se abren y caen hasta los pies. Si tu estado te lo permite, arriesga todo lo que puedas incluso tanto como Chiara Ferragni: mini y taconazos sólo por una noche. Si aún te cabe tu ropa, aprovéchala. No importa si la barriga levanta un poco el vestido por delante y descompensa el bajo, hazlo pasar por asimetrías y para evitar el efecto respingo utiliza tus manos como Kate Foley. En todo caso y cualquiera que sea tu elección, enseñar algo de piel (ya sean los hombros, los brazos o las piernas) siempre aligerará tu figura.