Trucos eficaces contra la dichosa papada para que no tengas que recurrir a una operación

divinity.es 17/09/2018 16:44

Tener un cuello esbelto es el sueño de muchas mujeres. La genética y algunos malos hábitos pueden provocar la aparición de la papada, que, en el mejor de los casos, sólo consiste en falta de definición de la zona situada entre la barbilla y el cuello, y en el peor, en un abultamiento producido por la acumulación de grasa. Si quieres deshacerte de ella puedes recurrir a la dieta, el ejercicio facial, los masajes y la radiofrecuencia antes de plantearte pasar por el quirófano.

La dieta

Ni todas las personas que tienen papada tienen sobrepeso, ni el sobrepeso va siempre ligado a ella, pero en cualquier caso, la dieta es un factor determinante en su aparición.

Es importante mantener el cuerpo hidratado bebiendo al menos un litro y medio de agua y reducir el consumo de alcohol, de este modo se reduce la inflamación por retención de líquidos. Introducir mayores raciones de frutas y verduras que contienen agua y fibra y disminuir la cantidad de grasa, azúcar y sal.

Ejercicio facial

Con independencia del ejercicio físico que se practique de manera habitual, es necesario incorporar a tu rutina diaria una serie de ejercicios faciales, pues del mismo modo en que es posible tonificar la musculatura corporal, se pueden tonificar los músculos de la cara y el cuello. Puedes apuntarte a la moda del yoga facial, mientras te lo piensas, te resumimos algunos de los que dan buenos resultados:

- Estirar el cuello hacia atrás sin abrir la boca y mantener la postura unos 10 segundos. Repetir 5 veces

- Girar la cabeza a derecha e izquierda y en el momento de máxima tensión, sacar la mandíbula hacia adelante. 10 repeticiones (5 a cada lado)

- Decir las vocales exagerando la colocación de la boca todo lo posible

- Intentar tocar con la lengua la punta de la nariz. Repite 5 veces

- Sonreír estirando al máximo los labios apretando los dientes y llevando la lengua al paladar. Mantener 5 segundos y repetir 5 veces

Masajes específicos

Tu rutina de belleza debe incluir la aplicación de cremas o geles reductores y tensores específicos para esta zona, pero no te conformes con aplicarlos de cualquier manera, lo ideal es realizar un masaje ascendente desde el pecho hasta el mentón y terminar en sentido horizontal hacia ambos lados. Luego apoya los dedos índices en la barbilla y los dedos pulgares bajo el mentón y desplázalos hacia las orejas, empieza suavemente pero ve aplicando más fuerza en cada pasada y termina desplazando los dedos pulgares por todo el contorno del hueso de la mandíbula.

Tratamientos de cabina

Si se buscan resultados visibles es muy poco tiempo, especialmente si el problema es de grasa localizada o flaccidez avanzada, es aconsejable acudir a ciertos tratamientos de cabina como cavitación, radiofrecuencia, láser metabólico o mesoterapia. Para recibir cualquiera de ellos es imprescindible ponerse en manos de profesionales que serán quienes valoren cuál es el más adecuado para cada caso concreto.

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