¿Pensando en pasar de rubia a morena o al revés? Consejos vip para hacerlo bien
Te encantaría probarlo, has visto cómo les queda a Blanca Suárez, ¿y si luego no te gusta? ¿y si no te sienta del todo bien? ¿y si te equivocas de tono? Y es que un cambio radical del color del cabello se puede convertir en un drama si no tienes en cuenta una serie de consejos teóricos y prácticos. Te damos las claves vips para dar en el clavo si decides transformar tu pelo de moreno a rubio y viceversa.
Pasito a pasito, suave-suavecito
Experimentar es muy divertido, pero antes de tomar una decisión definitiva es mejor hacerte una idea de cómo te va a sentar de bien (o mal) ese color de pelo en el que te has empeñado. Sigue el método Katy Perry: pruébate antes una peluca, es el mejor método para hacerte una idea del resultado final. Otra opción es ir poco a poco, es decir, elegir un tinte semipermanente (un champú o un baño de color) sólo un par de tonos más claros u oscuros que el tuyo, es menos agresivo para el cabello y te vas acostumbrando a tu nuevo estatus de rubia o morena, pero sabiendo que el cambio es reversible en unos cuantos lavados.
Observa tus facciones y analiza tus rasgos
El cambio de color de pelo puede ser una gran decisión y el resultado depende en gran medida de tus facciones. Si tienes los rasgos muy marcados (nariz prominente y boca grande) o si tienes el rostro redondo, los tonos rubios pueden ser el acierto de tu vida ya que tienden a suavizar y afinar las facciones. Por el contrario, si estás pensando en pasarte a morena, muévete en la gama de los castaños claros.
Si tus facciones son afiladas (pómulos marcados) o aniñadas (nariz y boca pequeñas) y si tienes los ojos claros como María León, puedes optar por los tonos oscuros, pero si no es tu caso lo mejor es evitar tonalidades tan intensas. También hay que tener en cuenta que el moreno intenso quita luz a la cara, por eso es importante analizar el color de la piel y tener en cuenta imperfecciones como manchas, bolsas y ojeras.
El color de la piel tiene mucha información
El color de la piel marca el tono que debes elegir para tu cabello: cuanto menor sea el contraste entre la piel y el cabello, mejor te sentará el cambio de tono. Esto no significa que sólo puedan optar por el rubio quienes tengan la piel clara y por el moreno quienes tengan la piel oscura, sólo que es importante elegir bien el color.
Si el cambio que buscas es a rubio, las pieles claras pueden atreverse incluso con el platino, las pieles más tostadas están más favorecidas con la gama del dorado y los tonos medios con el color miel. Sigue este mismo razonamiento si quieres pasar a ser morena: el negro favorece más a las pieles muy bronceadas, pero si eres pálida como Cara Delevingne, vete a la gama del castaño oscuro. Pero no es necesario tomarse estos consejos al pie de la letra, siempre puedes recurrir a un cambio de maquillaje.
Adapta tu maquillaje a tu nuevo estilo
Ya sabes que los tonos rubios dulcifican las facciones y los morenos las endurecen, así que ahora te toca trabajar a ti. Si has optado por aclarar tu pelo, es hora de marcar tus rasgos, así lo hace Úrsula Corberó: marca pómulos, potencia las cejas, trabaja las pestañas y sube el tono para resaltar labios.
Si te has cambiado a tonos castaños y morenos, es fundamental trabajar el rostro con una base de tono cálido que unifique, de luz a la piel y haga desaparecer las imperfecciones. A la base puedes añadir polvos bronceadores, máscara de pestañas y prácticamente cualquier labial: cuanto más intenso, más sofisticado será el resultado.
Y ahora que has cambiado tu pelo, toca vestir de otra manera
Un cambio radical de color de pelo va a influir en la elección de tu vestuario, pues lo que ayer te sentaba genial, hoy puede que no te quede tan bien: pues si el rojo es para las morenas, el azul marino es para las rubias. Si te has cambiado a un tono claro de cabello, puedes elegir colores que dulcifiquen -rosa empolvado y tonos tierra-, que realcen el rubio -granate y naranja- o que contrasten con el color del cabello -verde y caqui-. Las nuevas morenas, de igual modo, pueden elegir tonos que suavicen -fucsia y marrón-, que realcen -gris y verde esmeralda- o que contrasten -blanco y crema-. En caso de duda siempre podrás hacer como Kim Kardashian, recurrir al negro que se lleva bien con todos los tonos de cabello.