Septum, nostril y otras variedades: lo que debes saber (bueno y malo) sobre el piercing en la nariz
Ha dejado de ser sólo una moda para convertirse en una seña de identidad de toda una generación. Al piercing en la nariz (en cualquiera de sus variedades) le ha ocurrido lo mismo que hace unos años pasó con los tatuajes: ha dejado de ser una excentricidad para convertirse en un accesorio más que popular. Si te planteas caer en sus redes, o si ya has caído, te puede interesar todo lo que vamos a contar sobre ellos: qué modalidades hay, cuánto duele, tiempo que tarda en cicatrizar, cómo curarlo, sus riesgos y si deja o no marca.
Algo más que una moda pasajera
Aunque durante años han existido muchos prejuicios a cerca de las personas que llevaban piercings (que si son personas conflictivas, que si son masoquistas, que si son punkis…) hoy, y según un estudio realizado por el profesor Peter Kappeler de Universidad de Göttingen, quienes someten su cuerpo a perforaciones lo hacen fundamentalmente por los siguientes motivos: estéticos (se sienten más bellos), sexuales y rituales. No obstante, existen otras razones recogidas en el estudio, entre las que se encuentran servir como señal de protesta, para declarar la propia individualidad e incluso como símbolo de pertenencia al grupo.
Así que, desterrados los estigmas, pongámonos en plan constructivo y veamos la parte positiva de los piercings:
- A nivel físico hacen sentir a quien lo lleva que es una persona especial, diferente, interesante y, en definitiva, con mayor atractivo
- A nivel mental es una prueba de valor que, una vez superada, provoca cierta euforia, una sensación que suele desembocar en repetir la experiencia.
- A nivel de carácter, se consideran personas más fuertes, más creativas y dispuestas a probar nuevas experiencias.
Ahora centrémonos en el piercing nasal y conozcámoslo mejor
La parte estética: modalidades
Nostril, nostril alto, septum, nasallang, bridge y rino. Así, dicho de corrido, puede sonar a chino, así que vamos a ver quién es quién en las perforaciones nasales.
NOSTRIL es la perforación que se realiza en una aleta de la nariz. Se consigue atravesando el cartílago alar de un lado. Existe la modalidad NOSTRIL ALTO, que se realiza por encima de la curvatura de la aleta nasal. En ambos casos duele un poco, aunque no es de los peores.
BRIDGE es el piercing que se coloca en la parte superior de la nariz, casi a la altura de los ojos, y consiste en una perforación horizontal de la piel, no del tabique nasal, así que no duele demasiado. Existen muchas leyendas urbanas sobre sus complicaciones: que puede provocar ceguera y hasta infecciones en el cerebro, pero son totalmente falsas.
SEPTUM es el piercing que se hace debajo del cartílago, en la parte de la nariz que divide las fosas nasales. No atraviesa el cartílago, sólo una parte carnosa que apenas duele, aunque sí que puede resultar molesto
RINO, de rinoceronte, es una perforación vertical en la punta de la nariz que se atraviesa con una joya visible por arriba y por abajo. El dolor que provoca es similar al del nostril, pero multiplicado por dos ya que se practican dos perforaciones.
NASALLANG es una triple perforación que atraviesa las dos aletas y el tabique nasal con una sola joya horizontal. En cuanto al dolor…, pues para qué engañarnos, de los que se realiza en la nariz es de los que más duele.
Proceso de cicatrización y cuidados
Es indispensable acudir a un profesional con garantías para evitar complicaciones durante la perforación, pero veamos qué pasa después. El proceso de cicatrización varía según el lugar en que se realiza el piercing: los que se practican en las aletas y en la parte superior de la nariz (nostril y rino), tardan por lo general unos 5 o 6 meses en cicatrizar, los que se sitúan a la altura del tabique (septum, nasallang y rino) necesitan la mitad de tiempo.
En cuanto a los cuidados, lo primero es elegir una joya inicial de un material que no de problemas, como el titanio o el oro, en cualquier caso, es mejor evitar las que contienen níquel. Una vez colocado este primer piercing, no te lo quites hasta que haya cicatrizado totalmente. No debes juguetear con el pendiente, así ayudas a que cicatrice antes y a evitar infecciones.
La segunda parte importante es la de la higiene: es aconsejable lavar la zona tres veces al día con un jabón neutro o con suero fisiológico (asegúrate de lavarte antes las manos) y evitar cualquier tipo de maquillaje. El enrojecimiento, la hinchazón y la formación de costra son normales en el proceso de cicatrización, pero en caso de infección o queloide, no dudes en acudir al médico para evitar disgustos innecesarios.
Una marca para toda la vida… o no
Si estás dudando hacerte o no un piercing en la nariz por que no sabes si al quitártelo te quedará un agujero para toda la vida, tienes que tener muy claro que así es, el agujero es para toda la vida. Puede que apenas se aprecie, todo depende de varios factores: de lo gruesa que sea la aguja con que te lo hayan hecho, del tamaño de la joya, del tiempo que decidas llevarlo, de la correcta cicatrización tras la perforación y de la suerte, porque en ocasiones el tejido cicatriza rellenando el agujero, pero siempre quedará una pequeña marca.
La mejor manera de evitar arrepentimientos a destiempo es recurrir a los piercings falsos. Lo pruebas un tiempo y sólo cuando tengas clarísimo que quieres llevarlo de manera permanente, atrévete a pasar por el proceso de agujerear tu cuerpo.