El cambio de estación, y de año, suele traer de la mano la llegada de nuevas tendencias que se incorporan a las que están aquí desde septiembre. Unas, como los minivestidos, han aparecido en diciembre para alegrarnos las fiestas de navideñas. Otras, como los bolsos gigantes, llegarán como anticipo de la primavera. Algunas, como los tejidos holográficos o el tartán, sustituirán a la plaga de lentejuelas y animales que ha invadido los escaparates durante todo el otoño y las menos, como la logomanía, está por ver si llegarán o no a cuajar en la calle.
El tejido metálico efecto holográfico
Siguiendo la estela brilli-brilli de las lentejuelas, que ya empiezan a salirnos por las orejas, llegan los tejidos metálicos de efecto holograma. De aspecto mucho más futurista que la plata o el oro, este tipo de tejidos metalizados cambia de tonalidad con las luces, las sombras y el movimiento. Sies Marjan y Balmain los han incluido entre sus propuestas de invierno y marcas como Zara o Asos también los han incorporado a sus colecciones.
Horquillas y pasadores de pelo
Llevan luchando un tiempo por convertirse en uno de los accesorios que vas a necesitar en tu tocador y parece que han conseguido hacerse imprescindibles. Sujetan los flequillos y coletas de todas las chicas más influyentes de la moda, tanto que algunas como Leandra Medine los han incorporado a sus colecciones, así que no pierdas la oportunidad de hacerte con un arsenal en las próximas rebajas.
Minivestido ochentero
Tras varias temporadas de faldas y vestidos midi, ha llegado el turno de los patrones mini. El mini ha sido uno de los vestidos estrella de la navidad y todo indica que eso de enseñar piernas no se va a quedar como anécdota para las fiestas porque los vestiditos cortos llegan para quedarse y concretamente los modelos más ochenteros: ceñidos al cuerpo, con drapeados y asimetrías.
El estampado que vas a llevar
Si te has empachado de leopardos y cebras, atenta que vienen los cuadros escoceses para terminar de rematar la faena. Llegan en todos los colores, en todos los tamaños, en todas las prendas y, mejor que solos, acompañados de otros estampados para un resultado de lo más impactante. Pero si prefieres apostarlo todo a una sola ficha, no descartes mezclar entre sí distintos tipos de tartán.
El abrigo que vas a querer este año
Vuelve el abrigo de cuero setentero, concretamente este modelo: de patrón ceñido al cuerpo y bajo despegado, con cinturón y adornos de pelo en el cuello y en los puños. Se lo henos visto ya a Kendall Jenner, a Emili Sindlev, Alexa Chung, Patricia Manfield o Anne Laure Mais y algunos modelos han agotado existencias, así que promete convertirse en pieza estrella del invierno.
Vuelve la logomanía
El espíritu de los años noventa llega este año de la mano de la logomanía, esa moda tan el filo del mal gusto de enseñar logo de marca a toda costa. Gucci o Versace fueron abanderadas de aquella moda y son dos de las firmas a las que debemos el regreso del logo como tendencia, aunque otras como la danesa Saks Potts están aprovechando bien sus iniciales para convertir en virales algunas de sus prendas.
El bolso gigante
Si el pasado año te enamoraste de la pamela XXL de Jacquemus, muy probablemente este año lo harás de su bolso gigante. Es tan grande que cabe una persona dentro, aunque por fortuna ya empezamos a ver versiones algo más manejables que muy probablemente llenarán las calles a partir de primavera. Lo ideal es buscarlos en tejidos naturales o en tela de algodón, de este modo evitarás que se te eche el hombro abajo con tanto peso.
Vestir de una sola tonalidad
Parece que vestir de un solo color o de una única tonalidad se ha convertido en la regla de estilo del año. Chiara Ferragni, Victoria Beckham y Dulceida de rojo, Sara Carbonero, Gilda Ambrosio y Paula Ordovás de blanco y Blair Eadie de rosa hasta la bicicleta confirman que la monocromía es una buena salida para llamar la atención para quienes nunca quieren llamar la atención.