Tobillera de conchas: todo sobre este accesorio viralizado en los pies de las influencers

divinity.es 12/08/2019 17:46

Llegar el verano y colocarte una tobillera es casi un acto reflejo. Posiblemente sea la única época del año en que se pueden lucir joyas en los tobillos desnudos, pero es que, además, estos accesorios tienen esa cosa que te recuerda a las vacaciones, al surf, a los chiringuitos y a los horarios caóticos. Este verano lo han petado las de pequeñas caracolas engarzadas que puedes encontrar en casi todos los puestecillos de la costa. Te lo contamos todo sobre este accesorio que ha viralizado Instagram.

Un recuerdo de la infancia

Como casi todas las tendencias, esta de las tobilleras de conchas no es un invento de hoy. Quienes tengan recuerdos de los años 90 saben que este complemento fue uno de los más populares dentro y fuera de las playas de todo el mundo hasta bien entrada la década de 2000.

Fue Miuccia Prada quien volvió a dar visibilidad a los accesorios de conchas en su colección de otoño/invierno de 2017-2018 y esa fue la mecha para que el pasado verano se convirtieran en el accesorio favorito de todos los escotes. Pero esta no es más que la historia reciente, porque si profundizamos un poco más podemos remontarnos varios siglos hasta encontrar el origen de las tobilleras de conchas.

Versión cara/versión barata

Aunque la parte más vistosa de la tobillera sea la concha, no es ella la que marca la diferencia de precio entre unos modelos y otros. Las encuentras engarzadas en hilo de cuerda, en cuero, con cadena metálica, mezclada con piedras o piezas de cristal y hasta combinada con oro y es ahí donde está la clave.

Dejando de lado los mercadillos, que con el hecho a mano y dependiendo de dónde estén ubicados te pueden pedir lo que les de la gana, en tienda el margen de precio de estas tobilleras va de algo menos de cincuenta céntimos en Amazon, a pasar de largo los 100 euros si se trata de joyas.

La encuentras en Asos por 3,50 euros, rebajada en Zara por 4 euros, en Mango por 6,50, en Fetiche Suances sube a 28 euros porque está bañada en oro de 24 kilates, en Gimaguas van mezcladas con cristales y su precio es de 29 euros y podríamos seguir nombrando marcas y dando precios hasta llegar e incluso pasar los 100 euros con las tobilleras de conchas de Rosantica o Dannijo, que combina las conchas con cuentas de marfil.

A quién y cómo se las hemos visto

Paula le da fuerte al boho-chic: de blanco, de largo, con sandalias de esparto y tobillera de conchas. El estilo perfecto para una noche de verano en la que no quieres complicarte, pero sí estar impecable.

También Gilda Ambrosio apuesta por el estilo boho ibicenco con falda y sudadera de Loewe de la colección Paula’s Ibiza. Unas sandalias planas de tiras y una tobillera de caracolitas completan el look de la italiana.

No sólo los vestidos largos hacen verano, también los cortos cuando se combinan con los accesorios adecuados: un bolso de rafia, unas sandalias planas de pala y un puñado de pulseras de colores y una tobillera de conchas.

También Sara Escudero apuesta por combinar la tobillera con un vestido corto y aunque lo formaliza con bolso de piel y zapatos de Chanel, el resultado sigue siendo fresco y veraniego.

Si no quieres equivocarte debes apostar por lo seguro: el binomio blanco y negro en versión mini y combinado con sandalias sensatas, esas que tienen un tacón de menos de 5 centímetros.

Los vestidos de flores son otra buena opción para mezclar con tobilleras de concha. Si además te calzas unas babuchas o mules de punta, romperás la imagen de niña buena que va ligada a estas prendas.

Y por qué no de negro en verano. Basta que el vestido sea lo bastante corto y escotado como para no transmitir sensación de calor y combinarlo con sandalias. Colocarte tus caracolitas en el tobillo no dejará lugar a dudas sobre si tu estilismo es o no veraniego.

Un pantalón estilo pijama y un crop top, e incluso el top de un bikini, pueden ser la compañía perfecta para la tobillera de conchas. Fresco, improvisado y muy playero.

Pero nada como un bañador y una tobillera, la elección de Belén Hostalet y una de las más acertadas para el verano. Y lo mejor es que no tienes que añadir ninguna otra pieza de tendencia.