El rosa del verano (magenta, pink yarrow, fucsia o shocking pink) es uno de los tonos más favorecedores del Pantone, pero también uno de los más complicados pues se va a cursi o a catetito en nada que te despistes. Combinarlo para no parecer un chicle de fresa ácida pasa por controlar el ‘total look’ o llevarlo en patrones muy sofisticados o muy deportivos. Si además quieres hacer malabares, arriesga con las mezclas: rojo, naranja o verde agua pueden ser grandes aliados. Toma nota.
Rosa con rojo: la pareja de la primavera
Déjate de clichés y apuesta por combinaciones arriesgadas mezclando el magenta con todos sus análogos en el círculo cromáticos, es decir, con todos los que están a su lado: rosa con rojo, salmón, naranja y violeta. Estas combinaciones, que en principio pueden resultar chocantes, son una de las tendencias que más fuerza van a cobrar esta primavera. La otra opción, mucho menos arriesgada, es combinar el magenta con otros tonos de rosa de su propia gama cromática.
Rosa con todo lo que se te ocurra: ¡a lo loco!
Bueno, eso puede parecer, pero en realidad no lo es. Otra de las mezclas sorpresivas con las que haces una apuesta ganadora es la de los colores complementarios, es decir, los que están en el lado opuesto del círculo cromático que en el caso de la tonalidad rosa es el azul verdoso. Puedes utilizar un color neutro (negro, blanco o camel) para suavizar tanto contraste o, todo lo contrario, apostar por toda la gama cromática de los rosas para potenciarlo.
Los neutros, un comodín en el que apoyarse
Sin lugar a dudas, la manera más sencilla de matizar el rosa del verano es llevándolo con tonos que rebajen su potencia. Así como el negro y toda la gama de los azules son muy buenos compañeros, el blanco no lo es tanto (fresas con nata). Si lo que buscas es rebajar intensidad, elige mejor un rosa muy pálido e incluso un tono de la gama de los tostados que van del camel al amarillo, aunque esta última combinación hay que saber manejarla bien para que no llegue a resultar pesada.
Jugar con el patronaje, otra manera de modernizar el rosa
Las prendas de color rosa pueden caer fácilmente en el cursilismo infantil a no ser que arriesgues con los patrones o con un estilismo rompedor. Si no quieres caer en los estereotipos, lo mejor es evitar lazos, volantes y encajes, a no ser que los integres en un estilismo muy minimalista, muy sofisticado o muy deportivo. Recuerda que el rosa de este año es el de Schiaparelli, rival de Coco Chanel y una de las diseñadoras más vanguardistas de principios del siglo XX y fue ella quien le dio el título de “shocking pink”.