Las vips de más de 40 han de 'dar la cara': envejecer es duro, y más en Hollywood
Si envejecer no es fácil, cuando vives de tu imagen lo es aún menos. Cada cierto tiempo, la polémica sobre los estragos que produce el bisturí en las caras de algunas famosas se convierte en noticia. La penúltima la ha provocado Uma Thurman con un extraño maquillaje que parecía bisturí, la última Cindy Crawford y la supuesta versión sin retoques de photoshop de un reportaje publicado hace dos años. Entre tanto juicio al aspecto físico de las 'cuarentañeras' vip, hay estupendas noticias: mujeres sin retoques de bisturí como Cate Blanchett, de 45 años, o Helen Mirren, de 69, no sólo son de las actrices que más trabajan, además ponen la cara a campañas de publicidad (la primera para Armani, la segunda para una crema de L’Oreal).
Las caras expresivas
Una actriz transmite con la voz, con los gestos y con la cara. Si el rostro no es capaz de reír, llorar o enfadarse según exige el guión, de nada sirve todo lo demás. Cate Blanchett (45 años), que en los tres últimos años ha rodado cuatro películas, recibió el Oscar a mejor actriz en 2014 por Blue Jasmine.
Naomi Watts (46 años) declaraba el pasado mes de agosto que se sentía orgullosa de haber llegado tan lejos sin pasar por el bisturí. Su carrera parece no detenerse, sólo en los últimos años ha grabado cinco películas y este año ha recibido el Premio del Sindicato de Actores a mejor actriz de reparto por Birdman, además es imagen de la crema revitalift de L'Oreal, porque ella lo vale.
Los retoques excesivos
Nicole Kidman (47 años) ha confesado en más de una ocasión sentirse arrepentida de haber usado botox y que lo hizo en su momento por la gran presión que sienten las actrices en Hollywood. Es indudable que su cara cambió de expresión y quizá sea esa la razón por la que desde 2003, cuando ganó el Oscar a la mejor actriz por ‘Las horas’, se ha conformado con algunas nominaciones pero no recibe ningún premio importante.
La aparición en octubre del pasado año de una irreconocible Renée Zellwegger (45 años) reavivó la polémica sobre el abuso de la cirugía y sus consecuencias a nivel profesional, (aunque nunca supimos si había habido bisturí en realidad). En su caso, se ha publicado que su papel de Bridget Jones podría pasar a manos de Reese Witherspoon. De ser cierta esta drástica decisión, puede que tenga que ver con que no contaban con ella desde 2009, aunque en 2015 ha retomado su carrera con ‘The Whole Truth’.
La naturalidad de los cuarenta y tantos
Julia Roberts (47 años) siempre se ha declarado enemiga de la cirugía plástica, y sea o no cierto que jamás ha pasado por el bisturí, la realidad es que su expresión resulta muy natural, arrugas incluidas. Su carrera en Hollywood es envidiable, desde 1987 sólo ha dejado de trabajar cuando nacieron sus hijos. La madurez le ha dado serenidad a sus rasgos y este año se ha ganado el puesto como espectacular imagen de la campaña de primavera-verano de Givenchy.
El poder de los cincuenta y tantos
Ser original ayuda a que el paso del tiempo te convierta en una mujer interesante, además cuando aprendes que las arrugas no afectan al atractivo, te conviertes en una persona poderosa. El ejemplo es Tilda Swinton (53 años), una actriz que prácticamente no ha dejado de trabajar desde 1986 consiguiendo sus mayores reconocimientos pasados los cuarenta. Tras haber posado hasta para el mismísimo Karl Lagerfeld, este año se ha convertido en la nueva imagen para la campaña de primavera de la marca de cosméticos NARS.
La seguridad de los sesenta y tantos
La actriz Helen Mirren (69 años) dejó claro en 2010 que si su trabajo no la pusiera en el ojo público, hace años que se hubiera operado entera. Lo cierto es que no lo ha hecho y su carrera, que comenzó en 1967, continúa a día de hoy prácticamente sin parones, apareciendo a menudo en las quinielas de los premios. Actualmente ha desbancado a Jane Fonda como imagen de la firma de cosméticos L’Oreal. La actriz ha pedido a la marca que no retoque su imagen.
La última polémica
Este tuit de Charlene White ha dado la vuelta al mundo. Según la autora, es una fotografía sin photoshop de Cindy Crawford (48 años) en una producción realizada en 2013 para Marie Claire. Se duda de todo, hasta de que la fotografía sea real. De hecho, el marido de la ex modelo ha colgado una foto de ella actual en la que no hay ni rastro de arrugas; también se ha dicho que la modelo ha pedido que se publique para darse publicidad. Lo que está claro es que se ha convertido en fenómeno viral, probablemente porque reconforta que el paso del tiempo no sea sólo una cuestión humana sino también divina.