No era el favorito para el casting, buscaban a una persona mayor, pero a los cinco minutos de verlo en acción Arturo Pérez Reverte confirmó que la elección no podía ser más acertada, había olvidado por completo a Viggo Mortensen. Aitor Luna lleva desde junio en Budapest como Alatriste en esta nueva adaptación para la televisión de la novela, que será uno de los grandes estrenos de la temporada de Telecinco. Más delgado, con bigote, con alguna herida del rodaje, el actor reconoce que el papel no sólo le ha cambiado físicamente, se ha convertido en una obsesión para él.
Aitor González Luna, más conocido como Aitor Luna, nació en Bergara (Guipuzkoa) el 18 de septiembre de 1981 pero desde hace unos meses anda y piensa como un soldado leonés del siglo XVII que malvive como espadachín a sueldo, inmerso en múltiples luchas, intrigas palaciegas y duelos de honor. Aitor Luna se ha transformado en Diego Alatriste y Osorio, personaje creado por Arturo Pérez Reverte para la literatura que en el cine estuvo interpretado por Viggo Mortensen y que ahora está en sus manos en ‘Las aventuras del Capitán Alatriste’, la nueva serie de Telecinco para 2014.
El rodaje ha trasladado a todo el equipo a Budapest, donde los estudios Korda ('Los Pilares de la Tierra', 'Los Borgia') acogen esta superproducción europea encabezada por el actor vasco. Aitor todavía no se cree la fortuna que tuvo, sobre todo sabiendo que se presentó al casting sin opciones: “Era el más joven de todos, fui al casting en el último momento con la única motivación de que iba a hacer algo delante de Enrique Urbizu. Yo pensaba que no era para mí sino para un actor 12 años mayor que yo. Iba completamente tranquilo, para dar lo mejor de mí a Urbizu y conocerlo”.
Pero funcionó y antes de viajar a la capital húngara, Luna se empapó del personaje. “Cuando me llamaron, me comí las novelas hoja a hoja y fueron dos meses de locura absoluta pensando "madre mía, voy a hacer Alatriste, dónde me estoy metiendo, Mortensen, la espada, Budapest..." Dos meses preparándome a mi bola porque no ha habido tiempo para ensayos".
Aprendió a defenderse con la espada durante 24 días, una hora al día, un periodo mucho más corto y más intenso que en una producción de cine. “Hemos tenido la suerte todos de que se me dé bien”, aseguraba entre risas el interprete que en una escena se clavó el arma, temiendo haberse atravesado la mano, pero al ver que no era para tanto siguió como si tal cosa, con el guante manchado por su propia sangre.
“Esta siendo intenso pero muy gratificante”. Los meses lejos de la familia y las jornadas maratonianas se notan en sus palabras, más si cabe si recordamos que en 2010 tuvo un accidente de moto del que todavía no se ha recuperado completamente.
Budapest ha acogido al equipo de la serie con los brazos abiertos. "Aitor Luna está viviendo como Alatriste", asegura el productor. "Su apartamento en el centro de la ciudad es como si fuera la taberna de la Lebrijana y ahí nos reunimos a cualquier hora". Además todo el equipo se reúnen en el 'Illy': “el típico bar cutre debajo de nuestro hotel y donde hemos conseguido hasta que nos pongan la cerveza fría” comenta Lucía Jiménez, una de las protagonistas femeninas junto a Natasha Yorovenko, las dos mujeres de Alatriste.
De las mujeres de Aitor Luna sabemos poco. Reconoce que en el terreno del amor está un poco “escaldao”. Algún tonteo ha habido, como el que se trajo con Michelle Jenner en la fiesta Fotogramas del año pasado, pero nada confirmado o que al menos haya trascendido. Y eso que asegura que es un “idealista del amor”.
Para el que no escatima en halagos es para su hermano, Yon González (Aitor prefirió cambiar su primer apellido por el segundo porque sonaba mejor). La unión de los hermanos es total. Aitor es más racional y Yon más pasional pero están todo el día juntos. “Yo es que soy tan fan de mi hermano... Me parece el más guapo y el mejor” remarca Luna que tiene confirmado el rodaje de una película con Yon, interpretando a dos hermanos, y dirigida por Antonio Hernández.
Pero antes que todo necesita descansar, “irme de vacaciones, que llevo desde 2007 sin unos días libres” y quitarse de encima la armadura de Alatriste, la capa, el sombrero, el bigote, el maquillaje, separarse de su fiel compañera la espada y dejar de vivir como hace cuatrocientos años. “No os sorprenda si de aquí a un tiempo me veis durmiendo en una furgoneta”.