En el último desfiles de Hedi Slimane para Yves Saint Lauren, dos padres miraban fijamente a la pasarela con cara de nerviosismo. Pierce Brosnan y Gary Oldman esperaban ansiosos que sus hijos dieran sus primeros pasos en la moda y que todo saliera bien. Del guaperas de Dylan Brosnan ya os contamos que fue descubierto tomando un zumo en una playa de Malibú pero, ¿cómo llegó Charlie Oldman a la Semana de la Moda de París?
Los hijos de los famosos se están apoderando de las mejores pasarelas internacionales. Brooklyn Beckham, Gabriel Kane Day-Lewis, Raff Law, Patrick Schwarzenegger, Lily-Rose Depp, Ireland Baldwin, Kendall Jenner… y en España Rocío Crusset, Lucía Rivera o Claudia Hierro se cuelan su belleza y apellido entre los modelos profesionales e incluso lucen galones de estrella. Los diseñadores están encantados con los cachorros de los famosos por la gran repercusión mediática que generan, su influencia en las redes sociales y porque, los papás, suelen acompañarlos en el front-row para apoyarles en sus recién decididas carreras como maniquís.
Así estaba Gary Oldman, considerado uno de los mejores actores de nuestra época, en la primera fila del desfile de Yves Saint Lauren hace unos días, con el estómago en un puño. “La verdad es que estoy un poco nervioso por Charlie. YSL es una marca con una gran tradición… es genial que él, en una pequeña parte, forme parte de ella”, comentó a la prensa ahí congregada para ver a los famosos y sus hijos con las últimas tendencias para el hombre.
Charlie Oldman salió confiado, con ese aire boho-chic que requería la colección y el atrevimiento de la juventud. A sus 16 años, Charlie es un chico que tiene rollo a la hora de vestir y que seduce a la cámara con su mirada rebelde y sus marcadas facciones… heredadas, como no, de su célebre padre.
La colección de Hedi Slimane se enfocó en los tardíos 60, en ese aire hippie rockero que se vende como inédito por una gran cantidad de dinero y que copian hasta la saciedad las estrellas del pop como los chicos de One Direction, Justin Bieber o el actor Jared Leto. Eternamente jóvenes y rebeldes, un espíritu que lo encarnan como nadie los hijos de los famosos. Por eso Slimane busca y rebusca entre las páginas de las revistas del corazón a sus próximos fichajes.
Si Slimane convenció a Dylan Brosnan mientras tomaba un zumo en una cafatería de Malibú, al dandy de Charlie tan sólo le bastó con verlo en un concierto llevando una de las cazadoras biker de la firma francesa. Si él era capaz de llevarla con esa clase y descaro, era perfecto para subirlo con sus propuestas de la nueva temporada.
Por supuesto, él más que encantado, de hecho sus redes sociales se han convertido en todo un compendio de modernindad y actitud que ya lo quisieran para sí los modernos que pululan (asaditos de calor) por Malasaña estos días. En @charlieoldman encontramos a un adolescente apasionado de la moda, de la música y que admira el trabajo de su padre por encima de todas las cosas. Un joven que va a fiestas muy molonas y que se atreve con prendas tan fashion como los sombreros “a lo cordobés”, las guerreras con flecos o los ripped-jeans. Por supuesto, es imposible no fijarse en su tupé decolorado en blanco con los laterales oscuros. El hastag perfecto sería #quieroSerTancCoolComoCharlie
No todo en de Charlie ha sido tan fantástico. Cuando tenía dos años vivió la separación de sus padres. Gary Oldman y Donya Fiorentino ponían fin a su matrimonio por “diferencias irreconciliables” que muchos achacaron, por aquel entonces, a los problemas con el alcohol de su padre. Gary Oldman volvía a casarse en 2008 con la cantante de jazz Alexandra Edenborough, veinte años más joven que él, de la que también se ha separado este pasado enero. Lo suyo es casi de récord: se ha casado cuatro veces –la segunda fue Uma Thurman- y las cuatro le han salido "rana".
Lo que no cambia es el cariño que siente por sus tres hijos, Alfie de 27 años y fruto de su primer matrimonio con Lesley Manville, Gulliver de 18 y Charlie de 16, los dos de Donya. “La gente me preguntaba que porqué después de hacer ‘Los golpes de la vida’ y su gran éxito no he vuelto a dirigir; ser director exige una enorme cantidad de tiempo y dedicación. Mis hijos aún son jóvenes y los padres de sus amigos me dicen que son educados, que piden las cosas por favor y dan las gracias; son estas cosas las que me llenan de verdad, he tenido mucha suerte en mi carrera como actor pero mi verdadero éxito ha sido como padre, y estoy orgulloso de ello”.