Es atractivo, derrocha talento, mueve masas y los diseñadores se lo rifan. Y no, no es el actor de moda, sino el violinista de moda. Charlie Siem y su violín han conquistado el mundo entero a golpe de trabajo y de un carisma que traspasa partituras.
Nacido en Londres, Charlie Siem tiene 31 años y pertenece al exclusivo círculo de la alta sociedad británica. Es hijo del millonario noruego Kristian Siem y se educó en Eton College, donde coincidió con los príncipes Guillermo y Enrique para más tarde licenciarse en música en la Universidad de Cambridge.
Por si esto no fuera suficiente, el árbol genealógico de los Siem está directamente emparentado con Ole Bull, un virtuoso del violín y una de las grandes leyendas musicales de Noruega del siglo XIX a quien Schumann llegó a comparar con Paganini.
De Eton College a componer su propia obra
Más allá de una buena educación y unos buenos colegios, Siem tiene un talento innato que descubrió a los tres años tras escuchar una presentación del maestro Yehudi Menuhin tocando el concierto para violín de Beethoven. Años después Charlie Siem no se separa de su mejor amigo, su violín, una pieza de coleccionista creada por el legendario lutier Giuseppe Guarneri en 1735 y que perteneció a Menuhin.
A pesar de su juventud, Charlie Siem tiene un curriculum envidiable. Ha grabado cinco discos, ofreció su primer concierto a los 15 años y debutó con la Royal Philharmonic Orchestra con 18 años. Desde su base en Montecarlo, Charlie ha actuado con orquestas de todo el mundo incluyendo la orquesta sinfónica de Londres. En 2008 recorrió el RU con la Orquesta Filarmónica de Moscú tocando el concierto para violín de Shostakovich con gran aclamación de la crítica.
Puede que su gran logro esté en la Canopy, una obra para violín y orquesta de cuerdas que él mismo compuso en 2013 y que ha grabado con la English Chamber Orchestra.
Pero no solo de clásico vive Siem, también ha colaborado con estrellas como Katy Perry, Lady Gaga, Miley Cyrus, Bryan Adams o los miembros de The Who, Pete Townsend y Roger Daltrey.
El violinista sobre la pasarela
Además de su innegable talento, Charlie cuenta con un físico que llama la atención y una belleza que recuerda a los antiguos dioses griegos. Es atractivo y las firmas de moda no han tardado en darse cuenta.
Ha posado para campañas de Dunhill, Armani, Dior o Hugo Boss, actuó en un desfile de Giambattista Valli y fue retratado por Bruce Weber para Vogue España y por el fotógrafo y músico Bryan Adams en 2008 para Vogue Italia. Hasta el todopoderoso Karl Lagerfeld, uno de sus padrinos y confidentes, lo incluyó en su libro Little Black Jacket.
Pero para lucir sus propios traje, Charlie Siem no confía en ninguna firma ‘fashion’, él diseña sus propios trajes a medida para que se adapten a la libertad de movimientos que exige su instrumento.
Además de para emocionar, Charlie quiere usar su “poder” para educar e inspirar a los niños a través de su puesto como embajador de la organización benéfica ‘The Prince's Trust’.
La dolce vita
Le gustan los deportes al aire libre, la buena vida y los viajes a sitios lujosos como Capri. ¿Su tarea pendiente? Relajarse y disfrutar. Para no olvidarlo lleva grabado en el estuche de su violín la palabra ‘release’: soltar, liberar.
De momento viaja solo por la vida y aunque no le faltan rumores de noviazgos, el último fue con Wendi Deng (47), la ex de Rupert Murdoch, él reivindica su condición de soltero… de oro. Todo un ‘it boy’ de lo más musical.