Qué Úrsula Corberó muere de amor por Chino Darín no necesita confirmación, tan sólo un vistazo por sus redes sociales, pero su enamoramiento va mucho más allá del atractivo actor. Úrsula ya es una más en la familia Darín: adora a su reconocido suegro Ricardo Darín y a su mujer Florencia Bas y es íntima de la pequeña de la casa, Clara. ¿No la conoces? Pues empieza a hacerse su propio nombre dentro de la farándula gracias a su carrera como diseñadora y también por sus polémicas declaraciones sobre su familia y la marihuana. ¡Todo un hallazgo!
Los Darín son una gran familia. Ricardo ejercer de padre de familia y gran estrella del cine, Florencia pone orden en casa e impulsa las ambiciones de sus hijos, Chino triunfa ya en nuestra televisión y en el cine y Clara... es una estrella por descubrir. Todos unidos, apoyándose en cada uno de sus pasos.
Una familia en la que Úrsula Corberó se siente como una más, sobre todo después de que Ricardo la definiera como "dulsesito". También con su cuñada se lleva genial y es que Clara, de 24 años, adora a su hermano y a la española e incluso se ha ido con ellos de vacaciones, los tres juntos.
Así se definen Úrsula y Clara, dos chicas de edades muy similares (se llevan tres años) y con un interés por la moda y las redes sociales muy similares. En Miami las vimos haciéndose la manicura o posando ante la atenta mirada de la cámara de Chino Darín, un gran actor que también podría ser un magnífico fotógrafo.
También Úrsula le hace una y mil fotos a su "cuñi-amiga", como ella misma le llama, que se revela como toda una it girl y que además tiene un gran gusto por la moda.
Artista sin límites
"Voy probando lo que me divierte. No digo que por tener un título soy artista. No me gusta rotularme ni encasillarme en un lugar. Me divierte que si alguien cree que soy una u otra cosa me lo diga, pero yo no me lo creo", aseguraba Clara Darín en la última presentación de su colección de ropa C x Clara.
En la fiesta de presentación de C x Clara, Clara Darín estuvo acompañada por su padres, sus mejores apoyos, y también por algunas de las chicas más de moda en Argentina: Claudia y Dalma Maradona, Paloma Cepeda, Mía Flores Pirán, Violeta Urtizbarea... La única ausencia fue la de Chino Darín, a la que Clara echa mucho de menos pero entiende que tiene que estar en España con su chica y apostando por su carrera como actor.
Clara ha estudiado Bellas Artes en la Nueva Escuela y además de diseñar, también es una experta en maquillaje, pinta cuadros de maravilla y tiene una maravillosa voz.
Todo menos actuar: "No soy de sentarme a estudiar textos. Me daría mucha 'fiaca'. No puedo estar arriba de un escenario. Sufro de miedo escénico".
Enamoradiza como su papá
Aunque no tenga la vena interpretativa, Clara no tiene duda que es una copia de su padre. "Definitivamente llevo el gen Darín en la sangre", asegura Clara. "Mi padre es un enamorado total de mamá, ¡es un perrito faldero! Están enamoradísimos".
Clara también vive completamente in love con su chico Rodrigo, con el que lleva cinco años y al que conoció en una fiesta de su hermano Chino, ya que este estudiante de Derecho es del grupo de amigos de su hermano.
Los Darín, además de grandes artistas, destacan por su buena sintonía como familia. "En nuestra familia somos bastante críticos en nuestras profesiones. Desde que tengo memoria, a papá le doy mi opinión sobre sus películas o sus proyectos, y no me guardo nada. Conservaron notitas de cuando yo era chiquita, en las que le decía qué caras no tenía que poner o qué cosas no decir en el escenario. Creemos en las buenas críticas entre nosotros, porque construyen", asegura Clara, que también ha prestado atención de los consejos que le dan como diseñadora.
En casa de los Darín se habla de todo, incluso de la marihuana. Clara causó una gran polémica cuando aseguró a la revista 'El Planeta Urbano' que "de vez en cuando nos fumamos un porro en familia". Todos los medios recogieron este titular, que ella explicaba así: "Mis 'viejos' saben que fumo. De hecho, cuando era joven, mi hermano me dijo: 'Estás creciendo... si en algún momento te invitan a un porro y te apetece, di que no, vienes y lo pruebas conmigo'. Y yo le dije 'Bueno, está bien’' Todos mis amigos fumaban y yo: 'no, no quiero, no quiero, quiero probar con mi hermano', y fui y le dije: 'Chino, tengo ganas de probar'. Se abrió debate en mi casa, mi mamá también involucrada”.