Otros vendrán que bueno te harán. Eso mismo debe estar pensado Paris Hilton, mucho más moderada a sus 34 años, que ve como las nuevas generaciones de su familia la lían igual o más parda que ella. El último ha sido Conrad Hilton, que está acusado de amenazar a los tripulantes y los pasajeros de un avión tras fumar marihuana en el baño y ha tenido que ir a rehabilitación para superar sus adicciones. Tan sólo tiene 20 años.
Los Hilton no ganan para sustos. Bueno, sí ganan mucho dinero, pero parece que éste no va a ser suficiente para sobrellevar el ritmo de vida de sus herederos. Conocidos en el papel couché por las andazas juerguista de la mayor, la simpar Paris Hilton, el resto de hermanitos no se anda con chiquitas.
El último en sumarse al "Club de los chicos malos con mucha pasta” ha sido Conrad Hilton, que curiosamente lleva el mismo nombre que su bisabuelo, el que consiguió hacer grande la cadena de hoteles Hilton. Conrad, sin oficio ni beneficio, causó un grave incidente en mitad de un vuelo desde Londres a Los Angeles el pasado julio, por el que ahora ha sido juzgado.
Varios pasajeros del avión alertaron a los auxiliares de vuelo que del baño salía un olor sospechoso, vamos, que apestaba a marihuana. La última persona que había estado en ellos no era otro que Conrad, que comenzó a insultar y amenazar a todo el que se le ponía por delante. "Si me queréis joder, solo tenéis que decirlo y peleamos", "soy el dueño de todos los que están en este avión" o "voy a matar a todos los jodidos pasajeros" fueron algunas de las lindezas que soltó por su boca.
En un momento determinado del vuelo Conrad se puso a darle puñetazos a uno de los muebles que usan las azafatas para guardar las bandejas de comida, así como al respaldo de su asiento e incluso cogió a un miembro de la tripulación de la camisa y le dijo: “En treinta segundos te pueden despedir, mi padre siempre paga este tipo de cosas. La última vez pagó trescientos mil dólares. Puedo lograr que todos los que están dentro de este avión pierdan su trabajo en cinco minutos”.
Una bravuconada al más puro estilo niño mimado fuera de control que no ha trascendido a la prensa hasta ahora, y es que si algo se le da bien a la gente con pasta es ocultar sus miserias. Pero la aerolínea le denunció y el juez le imputó sendos delitos de alteración grave del orden público y desacato grave a la autoridad. Tras pagar una fianza de 100.000 dólares, la familia decidió guardar silencio y esperar al juicio.
Conrad Hilton se enfrenta a una pena de veinte años de prisión, que seguramente no cumpla porque ya ha comenzado a dar los pasos para volver a ser un buen chico. Acaba de superar una terapia de desintoxicación de las drogas y el alcohol y, con la ayuda de todo su escuadrón de abogados, seguro que sale no muy mal parado de esta situación.
De hecho, no es la primera vez que el benjamín de Kathy y Rick Hilton tiene problemas con la justicia. A los 15 años ya tuvo un accidente con el coche en compañía de su padre y a los 18 años fue arrestado a la salida de un bar por posesión de marihuana, dando positivo en el test antidrogas. Además, la prensa americana mostró unas fotografías del interior de su coche, descubriendo varias botellas de vino blanco, papel de liar y marihuana medicinal.
Como podéis ver en su Instagram (@conradhilton) tampoco le ha preocupado mucho durante estos meses el juicio inminente y se lo ha pasado fenomenal recorriendo playas y clubs nocturnos en los rincones más impresionantes del mundo. Hilton Style, cueste los escándalos que cueste mantenerlo.