Filántropo, empresario, deportista, taurino, soltero de oro, conquistador, it boy, modelo, bien relacionado, moderno… hay tantos adjetivos para definir a Diego Osorio como larga es la lista de las famosas que han caído rendidas a sus encantos. Desde Ana Boyer, hijísima de Isabel Preysler, a su última “amiga”, la actriz María León. Todo un Don Juan de nueva generación.
Con los galanes de la prensa rosa nacional sentando la cabeza (Fran Rivera, Escassi, Feliciano López, Dani Martín…) tenemos la difícil misión de buscarles herederos, cosa que no nos va a ser difícil viendo la nueva hornada de chicos de bien que hacen las delicias de las famosas. Uno de ellos es Diego Osorio, aunque asegura: “la palabra famoso me horroriza”.
Este guapo aristócrata firmó su sentencia famosil, mal que le pese, el día que se puso a salir con la hija de la reina de corazones, Isabel Preysler. Ana Boyer y Diego eran un par de jovenzuelos pertenecientes a la jet set madrileña que estuvieron saliendo juntos unos tres años, yendo a los toros, al tenis o a navegar a Sotogrande. Una vida de otro nivel.
Diego (Madrid, 1984) es hijo del Marqués de los Balbases y Conde de la Corzana, Miguel Osorio y Diez de Rivera, fallecido cuando Diego tenía tan solo 14 años, y Gloria Nicolás-Correa. Tiene cuatro hermanos mayores: Marina, Miguel, Carlota y Ana. Estudió en Eton (Inglaterra) –donde los príncipes de Inglaterra - y se licenció en Administración de Empresas por la Royal Holloway y en Finanzas Internacionales por la London School of Economics. Actualmente es socio de un Multi Family Office (MFO&Partners), una empresa de gestión de patrimonios en la que es responsable del sector filantrópico.
Un currículum que da buena cuenta de que ser aristócrata ya no es lo que era, ahora hay que currárselo un poco. Además de empresario, Diego es uno de los modelos de la agencia Sight e imagen de marcas como Ermenegildo Zenga. Su elegancia y su físico le hacen todo un reclamo para los photocall, donde se desenvuelve con total naturalidad.
El deporte es su otra gran afición. Siguiendo los pasos de su padre, Diego es todo un experto jugador de polo, quizás el deporte más pijo del pijismo mundial. Además le gusta navegar e ir de caza, otras dos aficiones súper mundanas que practica la gente de a pie.
Si la relación con Ana Boyer le lanzó a la palestra pública, la discreción de su siguiente amorío se vio rota cuando los paparazzis les pillaron en las playas de Formentera. Diego estaba saliendo con la modelo Eugenia Silva, ocho años mayor que él, y que siempre ha tenido cierta afinidad por la sangre azul.
Después de más de un año juntos, la pareja decidió cesar su amorío el pasado diciembre. Desde entonces Diego ha estado en las quinielas de todas las celebrities como próximo ligue y después de un romántico viaje a Nueva York con Olivia de Borbón (todo queda en la corona), el madrileño le echó el ojo a María León, una princesa más de barrio.
La hermana de Paco León y el noble se dejaron ver muy acaramelados en el Master de Madrid de Madrid de Tenis, donde tan apenas hay periodistas. Nunca han confirmado ni desmentido su historia, jugando al despiste, como la Pasarela de la Moda Masculina de Madrid donde coincidieron y Diego declaró: “María es una amiga. A ver si la veo y le doy dos besos”.
Este chico, que en Twitter escribe como @Osorio1331, se merece una suegra como Carmina Barrios, sus cenas de Nochebuena iban a ser mucho más divertidas que con Isabel y sus Ferrero.