El 'de tal palo, tal astilla' en este caso no funcionó y la estrella del NBA Magic Johnson no ha conseguido que el pequeño Earvin Johnson III siga sus pasos en las canchas de baloncesto. Lo suyo es la moda y las fiestas con glamour. EJ Johnson se ha convertido en toda una celebridad en Estados Unidos gracias a sus atrevidos estilismos, su lucha por los derechos LGTB y su participación en un reality, al más puro estilo Kardashian, donde descubrimos cómo es la vida cuando tienes menos de 25 años y mucho ceros en tu cuenta corriente.
Fue una de las estrellas en la pasada Semana de la Moda de Nueva York. Ataviado con una boa, ropa plagada de transparencias, medias y botas de tacón hasta la rodilla, EJ Johnson se paseó por los backstage como una estrella más, trabajando como reportero de moda para una cadena norteamericano y dejándose fotografiar.
“Siempre había querido ser famoso”, confiesa. “No sabía que iba a ser tan pronto pero sabía que esto iba a pasar”. Eso es tenerlo claro. Desde luego su apellido y su estética le apoyan. Earvin Johnson III tiene 22 años y es uno de los tres hijos del ex jugador de baloncesto Magic Johnson, una auténtica leyenda de la NBA y uno de los deportistas más queridos en los Estados Unidos.
EJ Johnson ha estudiado planificación y organización de eventos en la Universidad de Nueva York, aunque de momento lo que mejor se le da es posar en el photocall o hacer de relaciones públicas. Desde luego sabe cómo llamar la atención de todos los paparazzis para seguir en la brecha. Para él, el asfalto es su pasarela y los bolsos, su auténtico vicio (dice que tiene un Birkin de Hermès de cada color).
Maquillaje, escotes pronunciados, perlas, minifaldas, botas altas de tacón… EJ no renuncia a las prendas de mujer aunque no llega al travestismo. Le encanta vestir de marcas como Gucci, J.W.Anderson o Givenchy y en su blog personal nos enseña cómo ser un auténtico “fashionito”, como él mismo se declara.
Por supuesto, sus looks y su comportamiento ha generado múltiples críticas en la conservadora sociedad americana, polémicas a las que incluso su padre ha tenido que salir al paso: “El problema es suyo, no nuestro. Apoyo a mi hijo un millón por ciento”, repetía antes las cámaras cuando se vió la primera imagen de EJ paseando de la mano con un hombre por las calles de Los Angeles. Cuando el chico tenía unos 14 años, Magic y su mujer Cookie se sentaron con él y le dijeron que le querrían siempre, pero que querían saberlo. Una vez que conocieron su orientación sexual, según explica Magic, le pidieron que tuviera cuidado a la hora de contárselo a los demás. “Le dijimos que estábamos ahí para apoyarle y que le queríamos sin importar nada”.
Ahora EJ Johnson no sólo es una voz autorizada en moda sino que además luchar por los derechos LGTB en Estados Unidos, sobre todo en la comunidad afroamericana donde sigue siendo un gran tabú. “Quiero ser la voz de los gays que necesitan un referente en televisión”, anunció hace unos meses, “quiero ser un buen ejemplo”.
Para sus más de 413 mil seguidores en Instagram (@ejjohnson_) ya es un ejemplo, no sabemos si bueno o malo, porque a EJ también le gustan las fiestas y la vida disipada (con 22 años raro sería si así no fuera). Esas aventuras han sido grabadas en un reality al más puro estilo Kardashian cuyo título no puede ser más elocuente: ‘Rich Kids of Beverly Hills’. En el programa, EJ Johnson nos enseña a lapidar dinero sin control en jets privados, fiestas alocadas y playas remotas sin más preocupación que saber cuándo será la próxima jarana y qué modelito te pondrás para deslumbrar a todos.
Con la boca abierta nos dejó a todos el pasado mayo cuando apareció en la prensa con una figura mucho más estilizada. “Creo que he perdido la mitad de mi mismo”, bromeaba ante la prensa tras perder más de 80 kilos gracias a un bypass gástrico. “Quería ser lo mejor que podía ser y eso era lago que debía hacer. Fue una herramienta para conseguirlo”. No sólo gracias a la operación, el joven reconocía que la dieta y el ejercicio han obrado milagros en su cuerpo y que incluso se ha atrevido a lanzar unas canastas con su progenitor. “Creo que el cambio me ha ayudado a llevar la vida que siempre quise llevar”.